"No soy tímido" [YM] |editando|

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Al estar ensimismado en la pantalla de su celular, Jimin no se percata de la presencia de Min Yoongi en la habitación. El mayor se acerca con sigilo, cada vez más intrigado por las risitas que el chico suelta. Coloca su gran mano contra los cabellos rosas, sobresaltando al menor, que por el susto suelta el celular contra la mesa.

—¿Planeabas matarme del susto? —Jimin levanta la cabeza, encontrándose con la mirada curiosa de Min Yoongi, que sin quitar la mano, niega ligeramente.

—No, planeo matarte de otra forma —logra su cometido, Jimin parpadea y ladea un poco la cabeza, siguiendo sus caricias.

—¿Y cómo planeas hacerlo?

La mano de Yoongi se desliza hacia abajo, deteniéndose en la nuca de Jimin, ahí ejerce un poco de presión que hace al chico soltar un delicado suspiro. El músico observa paciente a su novio girar por completo el cuerpo hacia él.

—A besos —responde Yoongi, metiéndose entre sus muslos.

Con coqueta timidez, Jimin sitúa sus manos a ambos lados de la cintura del mayor. Aprieta la carne suavemente antes de tamborilear hacia abajo, deteniéndose en la cinturilla del pantalón, para luego regresar a la partida. Repite este movimiento dos veces más, acercándose cada vez más al cierre.

—No es una buena idea —dice Yoongi de repente, rompiendo el silencio y deteniendo las caricias, creando una pausa cargada de tensión. Jimin levanta rápidamente la mirada, buscando sus ojos con urgencia.

—¿Por qué no? —por alguna razón, el bailarín tiene miedo de la respuesta.

Cuidadoso, Yoongi toma entre sus manos el rostro ligeramente sonrojado de su novio. Este simple gesto hace a Jimin cerrar los ojos, dándole al mayor la oportunidad de contar por milésima vez sus pecas.

—Necesito saber cómo estás —murmura sin dejar de examinar el rostro del bailarín —Para mí eso es lo primordial.

—Estoy bien —Jimin trata de sonar convincente, aunque la simple idea de Yoongi pensando en su ex lo enferma —¿Por qué estaría mal?

—Amor... —advierte.

—¿De verdad quieres hablar sobre cómo estoy? —el menor retiene el aire en sus pulmones, dudando si es una buena idea continuar, pero siente la necesidad de sacar a la luz la duda que lo está consumiendo por dentro desde hace unos minutos —¿Por qué tu padre se refiere a mí como "ella"? —la decepción lo golpea al sentir cómo Min retira las manos de su piel, como si el contacto fuera demasiado en ese momento.

—¿Qué tanto escuchaste? —la expresión neutral de Yoongi contrasta con el torbellino de emociones que se desata en su interior.

Jimin ha aprendido a leerlo; sabe que su novio está al borde. No quiere abrumarlo más, así que toma sus manos y las retiene con ternura.

—Olvidémoslo, ¿sí? —propone con dulzura, besándole sus nudillos lastimados. Mientras lo hace, Jimin se da cuenta de que nadie lo había defendido con tanta vehemencia —No me molesta que tu padre crea que soy una mujer, ¿de acuerdo?

Yoongi quiere explicarse, decirle tantas cosas, pero al final solo puede susurrar:

—De acuerdo.

Jimin hace un puchero y vuelve a besarle los nudillos.

A petición del chico, Yoongi da dos pasos hacia atrás. El pulso del músico se acelera al ver como el menor dejar la silla y se arrodilla frente a él. Con ansia, las manos de Jimin vuelven a pasearse por la cadera contraria, delineando la cinturilla del pantalón. El toqueteo no es lo más relevante para el mayor; Yoongi no puede apartar la mirada de esos intensos ojos que lo observan desde abajo.