Intentaba mantener mi mente ocupada en trivialidades. No quería pensar. No quería entrar a fondo en esos temas que me dolían. Quería estar en paz por un momento.
Desde que llegué de la escuela, me coloqué mis cascos, con la intención de no pensar, ya que había muchos temas que tratar conmigo misma.
Pero a pesar de las cosas malas por resolver en mi mente, me mantenía feliz. Hoy había sido un buen día. Tenía nuevos amigos con los que estaba segura de que me divertiría muchísimo. También tengo una amiga.
Eso ya era un gran cambio. Después de la gran tragedia, nunca más había vuelto a interactuar con personas de mi edad o contemporáneas, solo con adultos. Hasta que llegó él... él fue mi único amigo durante muchos años.
Korn - Right Now
Se reproducía en aquellos cascos rosas de Hello Kitty. Mientras movía mi cuerpo sin coordinación y cantaba la canción en un susurro, mi rostro hacía muecas exageradas al igual que mis movimientos.
Mi mente, además de estar en aquella canción, estaba en el pedazo de sándwich que me iba a zampar.
—Oh síiii, más ketchup —dije en voz alta mientras echaba aquel aderezo rojo en las cuatro capas de jamón y queso.
Tomé la mostaza y puse algunas gotas sobre aquella gran mancha de "sangre".
—Shut up! Shut up! Shut up or I'll fuck you up! Shut up! Shut up! Shut up or I'll fuck you up! —canté con la voz endemoniada mientras utilizaba la mostaza como micrófono.
De un momento a otro, la intensidad de la canción baja y no puedo evitar mover mis caderas al ritmo de la melodía. Doy un giro en el lugar.
En pleno giro levanto mi vista y, para mi mala suerte, me encuentro con la única persona en el mundo con la que no me gustaría encontrarme en estas ocasiones.
Quedo tiesa en mi lugar observándolo. En sus manos tiene unas rosas y una canasta con unos dulces que tienen aún un aspecto muy apetecible. Su vestimenta es un pantalón gris y una camisa negra, y al contrario de por la mañana, lleva el pelo despeinado.
¿Qué se supone que se hace en estos casos?
Y bueno, estaba a la defensiva en ese momento, así que mi comportamiento está justificado.
Quité los cascos de mis orejas y los dejé en mi cuello mientras la canción seguía sonando. Mi expresión de sorpresa pasó a ser de enojo mientras cruzaba mis brazos bajo mi pecho.
—¿Qué coño haces? —pregunté mientras lo observaba con desagrado—. ¿Qué coño haces en mi casa? ¿En MI cocina? —volví a preguntar, esta vez esperando una respuesta de su parte.
—Bailas muy bien, ¿sabes? —me dice con una sonrisa pícara.
No lo puedo negar; es un hombre muy guapo.
Admiro su belleza por unos segundos mientras espero alguna respuesta de su parte. En cambio, él, muy hijo de puta, se pone a observar mi cuerpo.
—Gilipollas —digo con molestia para voltearme a la encimera y devorar mi jodido bocadillo.
De reojo observo sus movimientos; veo cómo deja las rosas y la canasta con dulces en la encimera y luego apoya su espalda en esta mientras cruza sus brazos mirando al frente.
Por un largo rato se queda callado, no dice nada y eso me confunde. Solo lo veo analizando la cocina a detalle.
Si suelta algún comentario sobre el diseño de la cocina, le voy a dar con el sándwich.
Hasta que noto su mirada sobre mí.
Qué incómodo.
Intento moverme lo menos posible; simplemente miro hacia el comedor mientras apoyo mis manos en el azulejo frío esperando terminar de masticar el trozo de pan que tengo en la boca para tomar otro con mis manos.
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The Perfect Girl
Fiksi Remaja-Al final solo somos dos jóvenes queriendo tener algo bonito y duradero- |Contenido +18|