Escuché que tocaron mi puerta, pero en éstos momentos estoy en pijamada y me preocupa la hora tan tardía. Me cubro con las sábanas e indico a Nina que abra la puerta.-Hola, hija... -vi a papá estaba emocionado, me relajé visiblemente y el me sonrió.- hoy preparé algo para Charles y para tí, querida.
-¿Cómo así? -miré el suelo.
-Es una pequeña cena.
Sonreí.
-Quiero que por lo menos ésta semana pasen un tiempo juntos. -vi a mi padre bajar la mirada.- sé que le quieres.
-¿Y eso por qué?
-Es obvio, querida. Tienes suerte de que Sibila es una mujer ocupada. Se hubiera dado cuenta.
-Está bien, aunque quisiera que fuera para siempre, él se va.
-Y tú te casarás con Matteo. -bajé mi mirada.
Claro que quiero a Matteo, es un amor. Pero, ¿Qué hay con lo que siento?
-Déjame prepararme, ¿Dónde será la reunión?
-Charles me dijo que preferirías que fuera el lago. ¿Sigues extrañando al abuelo?
-Ese lago es todo para mí, papá.
-Ahí fue el primer beso de tus abuelos... Amaba esa historia... Bueno, basta de retrasarte hija, te dejo.
Y así salió de mis aposentos. Me levanté rápidamente de la cama y con una sonrisa busqué un atuendo sencillo. Dejé mi cabello suelto y bajé lo más rápido las escaleras. Me sentía con una adrenalina en el cuerpo. Quería verlo.
Lo encontré sentado en unos cojines, había una mesa pequeña, otros cojines, flores, para ser específica, lirios, mis favoritas. Velas, y el cielo nocturno le daba el toque romántico.
-Princesa.. -lo vi levantarse y agarrar mi mano.- Ven vamos a sentarnos.
Me ayudó a sentarme, me sentía tranquila. Como si ésto debía suceder. Me miraba bajo la luz de la luna. Se sentía, íntimo...
-Estás preciosa, como siempre.
-Muchas gracias -un rubor cubrió mis mejillas.
-Te extrañé.
-Yo igual..
Nos quedamos haciendo contacto visual, era tan intenso que con miradas podíamos hablar. El me cantaba la canción de lo que sentía. Mientras yo escuchaba la melodía inexistente que habíamos creados. Todo alrededor se fue disminuyendo a nosotros. Y así estuvimos unos bellos 5 minutos. Mirándonos, porque rara vez el contacto visual había sido tan puro, tan lumínico. Puedo jurar que el al quedarse mirando mis ojos, delató lo que me quería decir...
Cuando menos te lo imaginas, aprendes a amar.
No sólo de la persona por fuera, si no también de lo que crea por dentro.
Eres tú mi amor loco.
Porque todo contigo se vuelve una locura, una historia por contar.
Así es amarte, ser yo sin importar lo demás.
Siento que amar es de locos.
Pues hacer cosas que jamás imaginarías, te enseña a como debe ser...
Amar...No pude soportarlo y me acerqué a él. Agarré sus grandes manos con las mías y lo volví a mirar, imaginando como sería el poema de su amor.
Una bella flor, un bello bosque.
Es lo que tengo frente a mí.
Una dulce melodía canta el bello encuentro.
Pues dos almas unidas por el deseo de amar, ahora están.
No soporto el silencio, pues en él me pierdo.
Pero contigo, el silencio es más que unas palabras.
No te escucho, pero te siento.
Es difícil amar a lo prohibido, más no imposible.
Así es nuestro amor, complicado...
Pero, ¿Quién dice?
¿Qué no podemos amar, algo lejano?Lloré... Cada que sentía que el narraba, mi corazón latía con más fuerza. En sus ojos estaba la respuesta... El me abrazó fuertemente y sollozos resonaron por todo el lugar.
-No puedo, Serena... No quiero irme...
-Yo tampoco quiero dejarte... -apretó el abrazo y lloró fuertemente. Jamás había visto a un hombre llorar.- Por favor, no llores... Me duele escucharte así...
-Serena, te amo. -me besó, no me dejó contestarle.
Pero yo tampoco quería hacerlo...
Una palabra tan fuerte. Él la merece... Pues aún no es el momento. Pero, si te amo, Charles...
El beso se intensificaba, me agarraba fuertemente. Me subí involuntariamente encima de él. Me besaba como si así mismo fuera necesario. Quería poseerlo tanto como pudiera, en un movimiento en falso el cayó y yo terminé completamente encima de él. La situación se había convertido un tanto tensa, pero eso no impidió que nos besáramos. Me apretaba el trasero y solté un gemido.
Cuando creí que la cosa iría a más, Charles cortó el beso.
-No...
-¿Qué pasa?
-No quiero hacerlo contigo de ésta manera. Tenemos que esperar.
-Cierto... Esperaremos, ¿Sí?
-Claro, tenemos tiempo. Me quiero quedar.
-¿Te quedarás?
-Espero que sí...
Di saltos de alegrías, el sonrió y me abrazó fuertemente. Ésto era lo único que necesitaba.
Amor...
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Espero les haya gustado
Les dejé dos poemas cortos que creé hace un tiempo y quedaban perfectamente con la situación.
"Amar Es De Locos"
"Lo Lejano"
Besos☆
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Ella Es Su Princesa (Primera Edición)
RomanceSerena Anastacia Carrós de Malferit, chica de 19 años, una princesa en Valencia, España. Esta historia surge en pleno siglo 21. Ella y su padre deciden ir a una competición de surf ya que Serena ama el mar y también surfear. Charles Wilson, hombre d...