Serena:18 de julio de 2021.
Domingo.
¿Qué tan complicado se vuelve todo cuando sabes bien qué ya no hay vuelta atrás?
Me he enamorado de un hombre con el que jamás podré estar. Mi padre me pide que me calme, puesto que he llorado sin parar. La reina sigue molesta por mi inactividad y feliz porque por fin el "plebeyo" se largará. No quiero que se vaya.
-Debes despedirte, Serena. -dijo Nina, mirándome con preocupación.
-Pero, ¿cómo?
-Bájate de tu cama, dirígete a su habitación y despídete, dile que le amas.
-Tienes razón. -me levanté decidida.- acompáñame.
-Pero-
-Vamos, que me da miedo.
Asintió con la cabeza y bajamos rápidamente todas las innumerables escaleras que he bajado a lo largo de mi vida. Corrimos por varios pasillos hasta llegar a su habitación. Vi salir a un sirviente, miré confundida a Nina y ella solo movió sus hombros en señal de duda. Abrimos la puerta y, efectivamente, ya no estaba.
-No, no, no... ¿Qué hora es?
-9:24 am -respondió Nina preocupada.
-Llama a Lorenzo.
-¿El conductor?
-Sí, avanza.
Salí corriendo de la ala de los invitados, cuando estaba en la sala principal me topé con mi madre y mi padre.
-¿A donde vas, señorita? -preguntó la reina.
-A despedirme.
-No irás a ningún lado.
-Puedo y quiero. Soy la futura reina de España. No puedes privarme de mis derechos. -dije con la cabeza en alto.- Y no, no me vas a retener nunca más.
-Eso dices.
-Con permiso, sus majestades -dijo Nina con respeto, e hizo una reverencia.- Princesa, su chófer está a su servicio.
-Vámonos.
Salí agarrando la mano de Nina, nos subimos rápidamente y con ansiedad le grité a Lorenzo que avanzara. Estaba ansiosa, necesitaba decirle, decirle que lo amo con todo mi ser. Por última vez.
Te encontraré, Charles.
Te necesito aquí, conmigo. -Pensé.
Mientras más nos acercábamos más sentía la ansiedad subir por todo mi cuerpo.
-Nos siguen. -dijo Lorenzo, asustado.
-Es mi madre, no pares.
Y no lo hizo, aceleró el auto hasta por fin llegar a donde quedaba el avión. Sabía que el avión era privado, así que le pedí a Lorenzo que se fuera al área VIP.
Tenía razón, estaba ahí subiendo maletas, se veía triste, bajé rápidamente del coche y corrí hacia él.
-¡Charles! -grité con lágrimas en los ojos.- ¿Qué soy para tí?
-Tu eres mi hogar, Serena -Charles me mira con ojos mojados. Corrió hacia mi, No quiero dejarle. Me acaba de decir que soy para él pero yo simplemente estoy aquí, para despedirme del hombre que amo...
-Charles, tu eres mi verdadero amor. Solo espérame dos meses. -ambos sabíamos que dos meses, en realidad eran un año, y eso me dolía.- No volveré con las manos vacías. No cuando tengo mucho que perder. Te amo, Charles... -lo dije, por fin lo dije, te amo Charles, ya lo dije. Él ahora lo sabe.
-Yo...Serena, te amo, mi dulce princesa. -ruedan lágrimas por sus mejillas. Seco sus lágrimas y no puedo evitar besarle.
Mi papá sale de su coche y nos mira. Él sabe que lo amo. Es mamá, la que odia la idea de que esté con un "plebeyo". Papá no puede evitar que se le salga una lágrima al ver la escena de dos almas que serán separadas por un tiempo indefinido.
-Hija mía... Charles... Lo siento mucho... Quisiera ayudar.
-Papá, tu eres el rey... ¿Por qué permites que me separen de él? ¿Por qué? -Papá llora, baja la mirada y mira hacia el coche donde mamá irritada nos echa una mirada de odio.
-Por favor, despídete, hija mía... -No quiero, no puedo soportar que me estén separando de él.
Mamá sale del coche y manda a los guardias que agarren a Charles. Se lo llevan, emito un grito desgarrador. Mientras veo a Charles ser arrastrado por dos hombres...Me separaron de él. Me quitaron sus brazos... su aliento... su amor... su corazón... su voz...
-¡Serena!
-¡Charles!
Mi hogar.... Mi Charles.
Charles:
Los hombres me agarraban de los brazos, aunque no era necesario porque yo mismo me hubiera ido al avión sin ningún problema.
-Puedo caminar, solo. -me soltaron- díganle a Serena que la amo con todo mi ser.
Asintieron y cerraron tras de mí la puerta del avión, miré a Lia que parecía asustada.
-¿Ya acabó todo?
-Supongo que sí...
En todo el viaje lloré, no quería dejar España, porque mi amor estaba allí, llorando.
-Vamos, no llores, en el fondo sabías que sucedería así. -se acercó- me tienes a mí.
No sé si fue por el dolor que sentía o porque de verdad lo quería. Pero besé a Lia como nunca. El beso fue intenso, pero no llegamos a más. Estaba su pequeño y sería una falta de respeto.
Habían pasado muchas horas en el avión y Lia estaba sentada con Dylan dándole de comer. Yo cerré mis ojos en un intento de dormirme pero fue en vano.
***
Ya estábamos en Miami, ahora solo me quería enfocar en el surf y en mi madre. Lia por otro lado, estaba dispuesta a estar conmigo. Se instaló en mi casa, cada que regresaba de la empresa de mi madre, me recibía un olor a comida deliciosa y Dylan correteando por la casa. Todo parecía estar bien.
Ahora solo me enfocaré en mi futuro, en mi trabajo, en la empresa.
Necesito olvidar lo que viví si quiero progresar.
...
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Ella Es Su Princesa (Primera Edición)
Roman d'amourSerena Anastacia Carrós de Malferit, chica de 19 años, una princesa en Valencia, España. Esta historia surge en pleno siglo 21. Ella y su padre deciden ir a una competición de surf ya que Serena ama el mar y también surfear. Charles Wilson, hombre d...