Capítulo 90: Acechados.

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El carro bajaría poco a poco hacia las calles mientras los chicos gritarían como jamás los habrían hecho en sus vidas, temiendo por sus vidas.

— ¡¿Por qué gritan?! ¡Es como estar en una montaña rusa! 

— ¡Hijo de puta! ¡¿Cómo esto va ser una montaña rusa?! ¡Literalmente estas levitando un auto! ¡Un puto auto! ¡Y te lo tomas como si fuera la mejor noche de tu vida! —grita Denji desesperado.

— ¡Granuja! ¡Baja el auto! ¡Por el bien de nosotros tres y mi estomago! —recrimina Giny desde los asientos traseros.

— Cielos, pero que amargados. Pensé que les gustaría. —menciona Yohr decepcionado.

— ¡Tememos por nuestras vidas! ¡Puto loco! —exclaman Denji y Giny

— Bueno, bueno. En un momento bajamos. —menciona Yohr poniendo las manos en el volante.

Yohr aceptaría los reniegos de Denji y Giny y bajaría el auto a la autopista, cerca de la escuela de Kabuo que, el edifico estaría medio a oscuras a excepción de varias habitaciones, pero en general toda la atención estaría en el patio y parque deportivo.

— ¡Oye! ¡Ya! ¡Déjame idiota!

— ¡Dame de tu batido!

Dos hermanos estarían peleando por el dominio de un vaso de batido de frutas. El chico se le arrima a la chica para quitarle su batido, mientras que ella estira los brazos y piernas para evitar que se lo quite.

— ¡Dame un poco Sidney! ¡Déjame darle un trago!

— ¡No Fran! ¡Si tan solo hubieras cuidado tú batido en vez de estar oliéndole la cola a otras chicas, no se te hubiera caído! —grita Sidney.

— ¡Fran quiere batido! ¡Dale batido a Fran! 

— ¡Piérdete! 

El momento sería interrumpido cuando por arriba suyo comenzaría a oscurecerse extrañamente. Ambos jóvenes levantarían la mirada con una expresión de asombro mientras el auto bajaría a toda velocidad, siendo una muerte asegurada.

— ¿Sidney...? 

— Quédate con el batido. Es tuyo. 

El auto les caería encima, aplastándolos como uvas apachurradas. Ante el impacto, el auto accionaria por unos instantes la alarma para apagarse rápidamente.

— Llegamos. 

Ambos muchachos saldrían desesperados del auto para pisar tierra. Denji se acostaría en el suelo agradecido por finalmente haber tocado tierra, mientras que la otra, se echaría a vomitar en una farola.

— Oh tierra. Dulce, dulce tierra. Jamás pensé añorarte tanto. 

— Padre nuestro, ¡gracias por estar vivos! 

— ¡Dios mio, que exagerados! Solo fue un poquito acelerado. —reniega Yohr saliendo del auto.

El reloj daría unos fuertes pitidos consecutivos alertando la presencia de un enemigo. Yohr levantaría su brazo izquierdo y al ver el radar, notaria que cerca suyo estaría cerca Chan, doblando la siguiente calle.

— Vamos apresúrense. Chang ya esta aquí. 

Yohr comenzaría a correr para no perder el tiempo mientras agarra de la camisa a ambos sin importar que estuviesen en buena compostura. Los llevaría a rastras y en poco tiempo se integrarían para seguirle el paso. Doblarían la calle y al estar justamente a pocos pasos de la entrada, una multitud de gente se habría formado en la entrada, impidiendo que Yohr pudiese progresar en su búsqueda. 

Ghost Hunters Act 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora