Parte dos del anterior corto.
— Reich... Déjame entrar... — Tocaba la puerta de la habitación que compartía con Reich, sin embargo, no recibió respuesta.
— Reich... Se que me escuchas... — Tocó de nuevo, lo único que escucho fue la puerta del baño de la habitación ser abierta, lo que lo desesperó más.
Se levantó, antes de entrar lo pensó, tal vez el alemán resulte más enojado de lo que ya estaba... O tal vez no, al menos no después de lo que tenía en mente, terminaría endemoniado probablemente.
Sin querer, abrió la puerta, encontrándose con Reich sentado desenredando su cabello con tranquilidad, o al menos hasta que noto a URSS en la habitación.
— ¿Qué quieres? — Preguntó, con tono de voz fastidiado.
— Dormir aquí. — Respondió, vio al alemán levantarse y agarrar su almohada.
— Bien, puedes hacerlo. — Respondió seco, agarró una sábana y se dirigió a la puerta, hubiera salido si cierto sovietico no se hubiera puesto en su camino.
— ¿A dónde crees que vas? — Preguntó, el alemán torció los ojos.
— Que yo sepa tenemos algo pendiente. — Habló de nuevo, Reich lo miro con fastidio.
— Ni lo pienses, no sabes que... — Fue interrumpido por un jalón, haciendo que suelte lo que tenía en sus manos mientras sentía manos ajenas acariciar atrevidamente su cintura.
Estaba cavando su propia tumba, debía apresurarse si no quería que Reich lo asfixiara por andar de pervertido con el.
— ¿Que crees que haces...? — Sintió el beso desesperado, sin embargo, no correspondió.
URSS se separó de el ligeramente, arqueando una ceja mientras Reich lo miraba con molestia, el sovietico suspiró mientras coló sus manos debajo de la camisa del contrario.
— Por favor Reich... — Pidió en tono suplicante, Reich solamente lo miro, con una expresión algo fría pero pensativa a la vez.
— Por favor... Es lo único que te pido... No me dejes asi Reich... — Suplicó, Reich había cedido pero le divertía el hecho de que URSS le suplicara de tal manera.
URSS solamente beso la mejilla de Reich mientras bajaba hasta su cuello, besando y mordiendo con suavidad mientras intentaba convencer a Reich. (El no sabía que Reich habia cedido ante sus súplicas)
Reich solamente enredó sus brazos por el cuello del más alto, quien entendió que Reich ya le había dado consentimiento.
Lo demás queda en la imaginación de los lectores.
Mentira, sigamos.
Fueron minutos los que pasaron, los dos se encontraban en la cama, Reich sentado en el regazo de URSS mientras el se dedicaba a acariciar su cuerpo ahora sin ropa de por medio.
— Ah... — Un leve gemido escapó de sus labios cuando el mayor le hizo un chupetón en el cuello, no había dejado esa zona desde el principio.
— Ten más cuidado animal... — Se quejó, mientras sentía caricias en su cadera.
URSS no respondió, solamente dejaba chupetones y mordidas en el cuello del alemán, le era adictivo aquella zona del menor.
— ¿Ya tenías planeado esto, no es así? — Su pregunta era tan vaga que confundió al alemán.
— ¿P-planear que? Mmmh.. — Se estremeció ligeramente.
— Por algo los niños se fueron con Imperio... Por algo me provocaste está mañana... — Susurró mientras una mano se colaba en donde definitivamente no tendría que estar.
— Q-quita tu mano de allí... — Balbuceo mientras sentía caricias en esa zona tan sensible, pequeños gemidos salieron de sus labios.
— ¿Por qué debería?.. — Sonrió burlón el sovietico.
— M-mierda... Tus dedos son gruesos, hazlo más suave.. — Se quejó mientras apretaba las sábanas.
— Reich... — Llamó suavemente al alemán mientras lo veía retorcerse en sus brazos.
— Q-que...ah... Ah... — Balbuceó de nuevo, mientras abría un poco más sus piernas.
— No... Nada... ¿Tienes anticonceptivos...? — Pregunto suavemente mientras sacaba de la mesa de noche un pequeño bote de lubricante.
— En la otra mesa de noche...— Habló suavemente mientras sentía como URSS retiraba sus dedos de allí, alzó la cabeza mirándolo confuso.
Su confusión ceso cuando URSS lo agarro poniendo ambas piernas en sus hombros abriendose paso dentro del alemán, quién apretaba las sábanas y rasguñaba los brazos del sovietico buscando estabilidad.
— L-lento animal.. me duele.. ah...ah...ah..—URSS no lo escuchó, solamente siguió arrastrandose dentro del el para luego quedarse quieto esperando a que se acostumbré a la sensación.
— No me queda tanto autocontrol... Intenta acostumbrarte rápido... — Gruñó ligeramente mientras veía al alemán ya babear debajo de el.
— Mírate... Ya totalmente arruinado y nisiquiera me e movido... Tal cual como la primera vez... — Se burló, Reich solamente lo miro mal mientras apretaba las sábanas.
— L-lo dice... Ah... E-el que nunca le han dado por detrás... Ah.. ah... — Gemía mientras sus uñas se clavaban en los brazos del eslavo.
— No paso tanto tiempo desde la última vez, ¿Acaso recuperaste la virginidad o que? Pareces una puta virgen... — Reich lo miro molesto, pero no pudo por tanto tiempo ya que el sovietico empezó a embestirlo lentamente mientras que apretó con su mano la sábana y la otra mano se aferró al brazo de URSS que sostenía su cadera.
— Ah...ah...ah... Espera...ah... D-dame más tiempo... Ah...ah... — Pidió mientras sentía al sovietico embestir más lento de lo que ya hacía.
— Con esa cara que pones nadie se puede controlar tanto, Reich... — Embestía lentamente mientras el alemán se acostumbraba al tamaño.
— C-callate... Ya pasó mucho tiempo... — Se quejó, mientras sentía al sovietico aumentar su ritmo.
— ¿Cuánto exactamente? Ah... — Preguntó, mientras sentía al alemán retorcerse.
— U-un año... O casi más...ah..~ — Gemía mientras removía un poco su cabeza.
Nacimiento de Georgia: ingerir anticonceptivos tarde.
(Si ya había escrito la causa del nacimiento de Georgia háganmelo saber y acomodo otro que no le haya escrito)
ESTÁS LEYENDO
Momentos que nunca olvidaré. // Nazunist. (2)
De Todoparte dos de mi primer libro que se le asignó el mismo título.