Martes 29 de julio
Día de Draco
*****Draco se levantó antes de que saliera el sol. Hoy por fin era su día y quería que fuera perfecto.
Esperó pacientemente a que terminara el desayuno, aunque golpeó el suelo con el pie de forma bastante grosera, algo que pudo hacer porque sus padres no estaban allí y él seguía siendo mucho más educado que sus groseros amigos.
—Date prisa —se quejó Draco cuando Susan les sirvió a Harry y a ella otra taza de café.
—Está bien, está bien —Susan puso los ojos en blanco—. ¿Cuál es el plan, Draco?
—No te lo voy a decir —dijo Draco con altivez—. Tal vez quiero que sea una sorpresa.
Ron contó mentalmente: tres… dos… uno…
—Está bien, te lo diré.
Draco nunca podría guardar un secreto.
Todos miraron a Draco con interés y cortesía, aunque algunos de ellos (Susan y Theo) parecían más divertidos que otra cosa. Pero estaba bien, porque Draco había pensado detenidamente en su plan para el día.
Después de que Theo robó la idea de Draco sobre andar en motocicletas muggles, algo que a Harry le encantaba hacer con el primo de Draco, el profesor Black, Draco tuvo que esforzarse para encontrar algo divertido e interesante y nada que hiciera que Harry hablara más sobre su terrible infancia como lo había hecho el día de Luna.
Draco no culpó a Luna, obviamente, pero si Draco tuviera que escuchar una historia más sobre lo terrible que había sido la vida de Harry cuando era niño, entonces Draco mataría a todos los muggles de Londres y terminaría más famoso de lo que Sirius Black alguna vez había sido.
—Vamos a… —Draco esperó unos momentos muy dramáticos—. ¡Al zoológico!
Nadie parecía tan impresionado como Draco pensó que estaría.
A excepción de Luna.
A quien amaba.
—¿El zoológico lleno de animales? —preguntó Harry, con tono escéptico—. ¿Animales que me odian y siempre me gruñen o intentan pisotearme?
—Y te desgarrarán con sus cuernos —añadió Theo, sin mucha ayuda, mientras hacía referencia a una clase particularmente entretenida sobre el cuidado de criaturas mágicas.
Draco se desinfló en su silla y le dirigió a Harry una mirada suplicante, mientras Luna le dirigía la misma mirada a su lado. —¿Mencioné que hay una casa de reptiles llena de serpientes venenosas?
Theo soltó una maldición, pero los ojos de Harry se iluminaron y Draco supo que había tenido éxito.
—Compañero, sabes que va a intentar traerlos a casa, ¿verdad? —susurró Ron con urgencia mientras todos se apresuraban a vestirse.
Draco se burló—No, no lo hará.
—Cierto —asintió Ron—. Harry "Caos" Potter, con su cobra real y su muro de armas, jamás intentaría robar un montón de reptiles de un zoológico. ¿En quién estoy pensando?
—No me importa si lo hace —Draco se encogió de hombros mientras se peinaba con cuidado—. De todos modos, no deberían estar enjaulados, Ron, es inhumano.
—Draco… —Ron suspiró y le dirigió a Draco una mirada exasperada que normalmente reservaban para algo que Harry hacía enojado—. Recuerdas que vivimos con él, ¿verdad?
Las manos de Draco se congelaron a mitad de camino en el aire con el peine ahora apretado entre sus dedos y apuñalando su piel incómodamente.
—Eso… puede que se me haya olvidado —dijo, horrorizado. Se giró para prestarle a Ron la atención que merecía por una revelación tan reveladora—. Los traerá a casa, ¿no?
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Caos absoluto /// Parte 7 de Harry Potter y Siete Años de Caos.
Fiksi PenggemarHarry quedó atrapado en la brillantez de su vida por un tiempo. Se dejó llevar por su magia, por sus vuelos y por sus interminables aventuras. Se dejó llevar por tener amigos, tener un hogar, tener un adulto que se preocupara por él. Pero ahora Harr...