El brillo de la Luna | EUNSAN

XVIII. My moon... +18

EunWoo... ¿qué pasó? –Preguntó al ver que la habitación estaba desordenada con su ropa por todos lados y EunWoo se encontraba acurrucado en la ropa que le había dejado.

Sanha ... -Hizó un puchero para después abrazarlo, Sanha estaba sorprendido ya que podía sentir como su omega estaba temblando.

¿Por qué hueles a Junho? –EunWoo comenzó a llorar desconsoladamente.

Perdóname. –Trató de decir en medio del llanto.

¿Por qué me pides perdón precioso? –Lo estrujó en sus brazos sin saber muy bien si estaba dándole consuelo, aunque no podía evitar ponerse ansioso por la respuesta de EunWoo.

Tu hermano me besó a la fuerza. –Confesó ahogadamente. Si no fuera por que Lisa intervino, no sé que hubiera pasado, me siento sucio, ya intenté lavarme y el aroma no se va... me da asco. –Siguió llorando en su regazo, Sanha sintió que su corazón se estaba rompiendo, EunWoo es su prioridad y saber que fue ofendido de esa manera la ira se estaba acumulando en su interior, no sabía si seguir abrazando a EunWoo o arrancarle la cabeza a Junho.

EunWoo... -Trató de hacer que lo mirara. Yo soy el que debe pedir y rogar por tu perdón. –Por fin EunWoo lo miró, sus ojos estaban hinchados y el corazón de Sanha se apretó de dolor. Lo voy a matar. –Levemente se podía percibir el aroma de robe quemado, el alpha estaba tratando de contenerse para no asustar a su omega, se levantó de la cama para retirarse de la habitación, estaba decidido.

¡Sanha, por favor no lo hagas! –EunWoo lo abrazó para impedir que avanzara.

¡¿Cómo pudo faltarte al respeto de esa manera?! –Finalmente las lágrimas en Sanha salieron. Quiero verlo de rodillas pidiendo perdón.

Sanha, déjalo pasar. – EunWoo trató de convencerle, sabía que no era buen momento para decirle lo que su medio hermano hizo pero tampoco deseaba ocultarselo y que Junho tuviera ventaja. No quiero que tengas represalias, no lo vale.

EunWoo, eres lo más importante de vida, lo que hizo Junho no es cualquier cosa. –Le miró atormentado, ya que el alpha sabía que lo tóxico que puede ser aspirar el aroma de otro alpha cuando el omega está marcado, incluso puede provocar la muerte, su medio hermano lo sabía y aun así tuvo la valentía de hacerlo solo por que él estaba ausente en el palacio.

Por favor, no lo hagas. –Se ahogó con sus palabras. Si te pasa algo, ¿cómo lidiaré con eso? –EunWoo se negaba a que Sanha se pusiera en peligro, ya que estas semanas que ha estado estudiando las costumbres, sabe sobre el sistema de coronación de un príncipe heredero, Sanha no debía jugársela cuando no le falta mucho por ascender al trono.

EunWoo, mi preciosa luna, mi omega... -Respiró hondo para calmarse y ser lo que EunWoo necesita.

Quítame este olor... -Al escuchar los sollozos afligidos de su omega y sentir el rechazo hacia ese nauseabundo aroma de su hermano, algo dentro de Sanha se encendió con una furia que estaba comenzando a nublar su juicio.

Vamos a quitarte este olor, precioso. –Soltó un leve gruñido. Este día, Junho dejó de ser mi hermano... –Pensó mientras se llevaba en brazos a EunWoo de vuelta a la cama.

Voy a hacer que olvides ese horrible momento, precioso. –Dicho esto, su boca hambrienta descendió hacia su cuello, lamiendo y mordisqueando con ansiedad pero sin dejar de ser delicado con su luna, la ropa había pasado a segundo plano y sus manos exploraron con ardor su piel, marcando cada centímetro con sus caricias firmes y su aroma a roble con anís y hierba buena hasta borrar por completo esa asquerosa esencia intrusa. EunWoo, mi preciosa luna... ¿puedo marcarte de nuevo? –Sus pulgares acariciaron sus mejillas dónde había rastro de sus lágrimas mientras sus ojos se clavaban en sus labios con una intensidad abrasadora, acercó su rostro al de EunWoo hasta que sus labios rozaron los suyos, susurrando contra su boca esperando por la respuesta de su omega.

Por favor, alpha mío. –Sus respiraciones agitadas se mezclaban entre de jadeos y exhalaciones entrecortadas al liberar ambos aromas para mezclarse. Sanha gruñó al percibir el aroma de Junho en el cuello de EunWoo, sin pensarlo dos veces besó esa parte para también después marcarlo... su lengua recorrió en una lenta caricia la línea de su cuello, ascendiendo hasta el oído de EunWoo. Espera, ya vuelvo. –Se levantó para ir por un preservativo en el cajón.

Sanha. –El omega le llamó. Podemos no usarlo... -EunWoo sabía a que se refería exactamente, ya que ambos habían salido limpios en el último examen que se hicieron unos días, se sentó a un lado suyo.

No quiero que te sientas forzado... -Le miró preocupado, EunWoo es demasiado joven para que esté lidiando con cachorros, no deseaba darle esa carga, no cuando no lo han hablado del todo, primero deseaba que EunWoo se sintiera pleno e hiciera cosas que le gusten, él lo apoyaría para que conozca más del mundo al que se le prohibió salir.

Sanha eres un alpha tan dulce, el más dulce que he conocido... me siento afortunado de ser tu esposo, tu omega... –Confesó EunWoo, estaba sensible por lo que había pasado ya que a pesar de que fue besado a la fuerza, se sentía que le había faltado el respeto a su matrimonio, y realmente está sorprendido que alguien tan territorial como Sanha no le haya reclamado nada y ahora el alpha solo se estaba dedicando a consentirlo, su alpha es considerado.

Tu me haces ser de esta forma. –Las mejillas de Sanha se ruborizaron levemente con un gesto de tímida vulnerabilidad poco habitual en un alfa tan dominante y territorial como lo es él. Cuando estoy contigo, nada más importa más que tu bienestar y felicidad. –Sus ojos ámbar, normalmente fríos e inexpresivos, se suavizaron contemplando el rostro de EunWoo con una intensidad, acariciándole una mejilla con ternura que hizo que el omega se derritiera.

Sanha... -EunWoo sentía que le faltaba el aliento, Sanha con una de sus manos acunó su rostro con delicadeza, enfocándose por completo en delinear sus suaves rasgos como si fuera la primera vez que realmente la veía, su pulgar delineó su labio inferior hinchado por los feroces besos, acariciándolo con una delicadeza abrazadora, Sanha fue recostándolo nuevamente.

Eres tan hermoso... tan precioso... –En un susurro se fue acercando al rostro de EunWoo hasta que sus cálidos alientos se entremezclaron. Me siento tan afortunado de que seas mi luna... mi omega... quiero que te quede claro lo valioso que eres para mi, y hoy te lo voy a demostrar. –EunWoo al escuchar esto último un escalofrío recorrió su espina dorsal, erizando el vello de su cuerpo.

Sanha sin poder contenerse más, atrapó esos labios dulces en un beso lento, casi inocente, devorando su cálido aliento con devoción, sus fuertes brazos rodearon su cintura, atrayéndolo con suavidad contra su cuerpo en una caricia prolongada para adentrarse en EunWoo de una estocada, y es que saber que Junho puso sus manos en su omega, se sentía posesivo.

Mío, solamente mío. –Gruño posesivamente por lo bajo, Sanha enterró con suavidad sus dientes en el cuello de EunWoo, refrescando nuevamente la marca,

marcándola de nuevo en un gesto de posesión primitiva mientras sus gruñidos resonaban por lo bajo, el omega solamente se dejaba hacer, ya que Sanha lo hacía sentirse deseado y amado.

Sanha... -Jadeó.

De un momento a otro las embestidas se volvieron más profundas sin perder esa delicadeza, golpeando sin piedad el punto más sensible dentro de EunWoo, para EunWoo era obsceno sentir como inconscientemente Sanha lo estaba reclamando de todas las maneras posible. El aroma del omega se volvió más dulce y un gruñido salvaje brotó de los labios del alpha al sentir como EunWoo estaba apretándose alrededor de su miembro. El alpha se hundió completamente en EunWoo, haciendo que ambos aromas se intensificaran, su cuerpo entero se estremeció, sacudido por los espasmos del devastador orgasmo mientras bañaba el interior del omega

Eres lo más valioso e importante que tengo en este mundo. –Sus dedos ásperos se hundieron en las sedosas hebras oscuras como la noche, mientras acunaba su nuca con delicadeza, sosteniéndolo cerca en un gesto posesivo, pero repleto de infinita ternura, sus ojos lo contemplaron con una reverencia adoradora. Mi tesoro. – Sanha lo atrajo por completo contra su pecho desnudo, acariciando su espalda en círculos lentos y embriagadores, cada palabra, cada roce, cada mirada destilaba un amor puro y absoluto, ese tipo de adoración que sólo un alpha destinado puede profesarle a su omega, para EunWoo era estar en la gloria.