𝗡𝗼 𝗠𝗲 𝗙𝗮𝗹𝘁𝗲𝘀 𝗧𝘂́ [𝗔.𝗠 & 𝗔.𝗩] ✔️

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MADELINE ANGULO:

Ya era momento de volver a la universidad, así que acomodé mis horarios de trabajo hacía los fines de semana. Faltaba 1 semana para entrar. 

Mi hermano ya se había ido a Toluca, y no saben lo feo que se sintió que se fuera, si cuando yo me vine a León sentí horrible separarme de él, ahora siento el doble porque solo tenía 7 meses con él viviendo en León.

Habíamos acordado apoyarnos en cuestión económica, él me dijo que me ayudaría un poco más en caso de que se me complicará algo de la universidad. Claro, mis padres también me ayudan, ellos están en Culiacán.

Ahora el departamento se sentía como cuando recién llegué a León, solo estoy yo, y eso a veces, estoy casi todo el día en la universidad y los sábados me voy a trabajar.

Era viernes, el lunes entraba de nuevo a clases, así que quería todo el fin de semana para descansar, pero en mi casa me sentía sofocada, como que todo se hacía cada vez más pequeño.

Una llamada telefónica me salvó, era Pablo diciéndome que Mateo nos invitaba a ver el juego que tenían al día siguiente, que no nos preocupáramos del dinero, que él pagará el transporte de ida y vuelta, obvio nos negamos, somos 4 personas y gastaría mucho dinero. Tardamos en convencerlo, pero lo logramos.

Llegamos a Guadalajara, la verdad extrañaba un poco, viví aquí un tiempo. Nos instalamos en un hotel cercas, eso fue cortesía de Mateo, ya que se aferró a que lo dejáramos pagar algo. El juego sería hasta el día siguiente, habíamos llegado a Gdl en la noche.

—Bueno tortolitos, ustedes dormirán juntos— Pablo llegó conmigo y Damián.

—¿¡Qué!?— Exclamamos confundidos. ¿Dormiremos juntos? ¿Torto que?

—No estés jodiendo Campbell— Damian tomo la llave de cada cuarto —Ya habíamos acordado que yo contigo y Verónica con Madeline—.

—Tranquilo emo, solo es una noche— Empezó a reírse Pablo. —Ademas, ¿Verónica te molesta si duermo contigo?— Pregunto el castaño a Verónica.

—Haz de roncar horrible por el cigarro, así que como dice Damián, ya quedamos que yo con Madeline y tú con él— Verónica tomo las llaves, tomo mi brazo y nos fuimos a nuestra habitación que estaba a 2 de la de ellos, que raro ¿No?.

—Veronica— Hablo Damián y ella se detuvo junto conmigo. —Las llaves están juntas, la de los dos cuartos—. Verónica bufoo y le dió las llaves correspondientes.

Luego de darle las llaves, cada uno se fue con su pareja correspondiente.

—¿Está todo bien Verónica?— Pregunte preocupada, la vi realmente enojada.

—Si, no te preocupes, es estrés solamente nada contra ustedes— Se sentó en una cama y se quitó los tennis que llevaba puestos. —¿No te cae mal Damián verdad?— Preguntó.

—¿Damián?— Expresé confundida. —El que a veces no soporto es a Pablo, pero igual lo quiero, ya se cómo es su humor, pero ¿Damián?—.

—Es que en todo el viaje de León hacia acá no lo soporté—. Verónica se acostó en su cama mientras se quejaba.

Bueno, en cierta parte tiene razón, Damián traía mucha energía durante el viaje para Guadalajara, pero en si, nunca me cayó mal y hasta la fecha.
Tengo la ligera sospecha de que Verónica cada día soporta menos a Damián, se la creería de Pablo, pero de Damián no.

El día siguiente llegó, nos alistamos y desayunamos temprano, ya que el partido de la Sub23 era a las 10:30 am en Verde Valle.
Sabia como andar por esos rumbos, ya que viví aquí un tiempo cuando recién llego mi hermano a este equipo.

Era abierto al público en general, así que nos sentamos en las gradas y apoyamos a nuestro amigo que iba de Titular.

—¡Tu puedes Tiloncito!— Gritó Pablo y solo soltamos una pequeña risa. Es gracioso pero tierno a la vez, así le dicen a su papá que también jugó en Chivas.

—Me estoy quemando— Exclamó un poco incómodo Damián, él siempre se viste de negro. ¿Cómo no se iba a quemar? Si había un sol horrible. —Subiré más arriba, donde no cala el sol—. Nosotros también ya sentíamos el sol quemando nuestras piernas así que nos subimos con él más arriba.

Iba subiendo tranquilamente, cuando un mal paso hizo que casi me cayera, solo sentí unas manos en mi cintura. Creí que era Damián porque iba detrás mío.

—Ten cuidado por dónde pisas Madeline— ¿Alan?.

Voten y les picho una caguama uwu