XXXIV➝ Encuentro

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MADELINE ANGULO:

Llegamos a León, la verdad si tardamos como 1 hora y 15 minutos en llegar y literal de lo cansada que estaba me quede dormida, Alan me despertó cuando íbamos llegando a casa de Mateo.

—¡Madeline!— Gritaron todos y me abrazaron al mismo tiempo, casi me sofocan pero prefiero mil veces esto a estar en manos de Damian. Aquí todos queríamos llorar y claro que lo hicimos, fue un abrazo grupal.

—No saben cuanto quería volver a ser libre y verlos— Sollocé.

—¡Jamás te vuelvo a dejar sola!—. Exclamó mi hermano abrazándome y yo a él.

—Vayan subiendo sus cosas, nos vamos a Guadalajara—. Mencionó Alan abriendo la cajuela de su carro.

—¿Cuanto tiempo estaré allá?— Pregunté.

—No lo se, solo estarás hasta al medio día y luego algo se nos ocurrirá— Respondió él mismo.

Subimos maletas, Jesús me comentó que al tener la copia de la llave del departamento guardo algunas cosas, claro no todas, no quería invadir mi privacidad.

Ya era la media noche, llegaríamos a Guadalajara en 2 horas y media aproximadamente, yo iba de copiloto y los demás atrás dormían mientras Alan conducía.

—Made—. Dijo Alan y lo mire. —Mejor no—.

—¿Que ibas a decirme?—. Pregunté curiosa.

—Olvídalo—. Respondió.

No quise insistir ya era noche y lo que queríamos era llegar y descansar. 

Mateo se fue a su departamento no sin antes advertirnos que le llamáramos por cualquier cosa.

Aquí el dilema era en donde me quedaría junto a mi hermano.

—Made se puede quedar con Alan y tú conmigo— Fernando le dijo a Jesús.

—¿Estás bromeando verdad?— Lo miró fríamente. 

—¿Que tiene de malo?— Preguntó Nene mientras se encogía de hombros.

Con solo ver la cara de mi hermano sabía que tenía aquellos celos de hermandad.

—Por mi esta bien quedarme con Alan— Mencioné aceptando.

—Y tu también no pones de tu parte— Bufoo mi hermano y solo reí.

—Si Madeline se quiere quedar aquí por mi esta bien— Mencionó Alan bajando mi maleta. Mi hermano soltó un largo suspiro y habló.

—Esta Bien— Asintió. —Cuídala cabrón— Le advirtió a Alan. —Si le pasa algo te mando a conocer a San Pedro— Aquí reí por lo bajo junto a Fernando.

—Ten por seguro que nada le pasara— Paso su mano sobre mis hombros y me pego hacía él.

Jesús y Fernando se fueron al departamento de esté y yo me quede con Alan.

—Te quedarás en mi cuarto, no tengo de reserva otro—. Alan entró con las maletas y las dejo en la sala.

—¿Y tu donde te quedarás?— Pregunté sentándome en el sillón.

—En el sillón— Dijo obvio.

—Se que odias dormir en el sillón, y pues— Lo miré. —No es como que la primera vez que dormimos juntos—. Ni yo se de donde saqué el valor de decir eso. Él solo soltó una risa. —¿Que es lo gracioso?— Me crucé de brazos.

—Sabía que lo ibas a decir—. Se dirigió a mi y me beso.

Esta vez no fue un beso tierno y tranquilo, fue con muchas emociones encontradas y fuerzas. Sabía que Alan era la persona con la que debería estar.

A la mañana siguiente, me desperté en la habitación de Alan, con pijama y despeinada, pero al despertar no lo vi por ningún lado. Me levanté al baño, y al salir oí la puerta.

Me dirigí a la entrada y era él, iba relativamente vestido formalmente y con papeles en la mano y ahí mi cerebro recordó: la demanda.

—¿Ya fuiste a resolver aquel problema?— Pregunté cruzando los brazos.

—¿Que problema?—. Preguntó confundido y a la vez nervioso.

—La demanda— ¡Fvck! ¿Que acabo de decir?. Él solo me miró y se dirigió hacía mi suspirando.

—Made, mira—. No lo deje hablar.

—Entiendo, tu no te hiciste responsable y ahora ella te metió una demanda por pensión alimenticia—. Caminé hacía atrás. —Ese es el problema que tenías cuando recién nos conocimos—.

—Solo déjame hablar— Dijo serio y asentí. Soltó un leve suspiró. —Antes de conocerte salí con ella, pero jamás tuvimos relaciones aquel día, y luego de aquella final, a los días me dijo que estaba embarazada de mi, pero siempre le insistí la prueba y jamás me la dio—. Me miró fijamente sin separar sus ojos de los míos. —Luego se cansó de que yo le dijera que si no me daba la prueba de paternidad no me haría cargo de él, me dejó de molestar, y estaba viviendo mi vida normal, era cuando tu y yo nos empezamos a conocer mejor, y ahora que ya estábamos "relativamente bien"—. Recalcó esa frase. —Fue cuando me metió la demanda, pero te juro que yo a ella ya no la amo desde hace mucho, a quien amo es a ti— Me miró. —Solo fui a resolver este problema con mi abogado—.

Solo lo veía pero no le decía nada, tenía tantas cosas en la mente que no sabía por donde empezar.

—Dame unos minutos para pensar esto—. Me alejé de él y asintió, no me quería forzar a que yo le dijera que pensaba de esto.


Voten y les picho una caguama uwu

𝗡𝗼 𝗠𝗲 𝗙𝗮𝗹𝘁𝗲𝘀 𝗧𝘂́ [𝗔.𝗠 & 𝗔.𝗩] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora