XIX➝ La Verdad

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MADELINE ANGULO:

—¿Dónde está Verónica?— Llegué con Pablo y pregunté.

—Esta con Damián— Afirmó Pablo.

Damián estaba todavía guardando sus cosas, le dije que iría rápido al baño, iba a lavarme las manos pero no traía jabón líquido, y Verónica siempre trae lo indispensable, así que fui con ella al aula de inglés.

Antes de entrar al salón, oí cuchicheos por parte de ellos, no quise quedarme afuera espiando.

—Veronica ¿Tienes jabón líquido?— Pregunté.

—Esta en mi mochila— Sonrió y apunto hacia la mochila, ya que ella estaba borrando la pizarra.

Asentí y tome el jabón de su mochila.

—Madeline ¿Irás directo a tu casa hoy?— Pregunto Damián.

¿Cómo decirle que necesitaba espacio?

—No, hoy tengo cita en el dentista— Sonreí nerviosa.

Él solo asintió un poco desanimado, han pasado días en los que he rechazado el irnos juntos. No quiero que en una de esas me vaya a besar.

Fui a lavarme las manos, para luego ir con mis amigos.

—Madeline ¿Podemos hablar?— Pregunto Verónica antes de irse. Asentí y nos fuimos a las bancas afuera del edificio. —¿Que tiene Damián contigo?— Oh Dios ya se enteró.

—Nada, ¿Porque?— Cuestione nerviosa.

—Es obvio que tiene otras intenciones contigo, ya van varios días que se te pega como chicle, te invita a todos lados y hasta se ofrece acompañarte a tu casa—.

—Me trata como la hecho siempre—.

—Pues que equivocada estás Madeline, tu le gustas a Damián y eso es notorio—. Parecía que Verónica le molestaba que le gustará a Damián.

—Y si eso es verdad, ¿Te molestaría?— Pregunté seriamente.

—¿Será porque está rompiendo una regla?—.

—¿No crees que esas reglas son solo para bebés?— Pregunte mirándola. —No podemos controlar de quien nos enamoramos— Me levanté de la banca.

—¿Entonces a ti también te gusta Damián?—. Aquí ella ya se estaba enojando.

—Esto no significa que a mí me guste él, y en dado caso de que eso pasara sería la primera persona en decirte—. También aquí me estaba poniendo más seria. —Veronica, ¿Porque te enojas si a ti no te gusta Damián?—. Aquí ella ya no tenía nada que decir, era evidente, se había descubierto la verdad.

—¿Sabes que?, olvida el tema, allá ustedes si quieren romper las reglas— Se levantó de la banca, tomó su mochila y se fue dejándome hablando sola.

Los días pasaron, estaba platicando con Alan y me invitaba a ver el Clásico Tapatío en el Akron, que sería este 7 de octubre, era tan solo en 1 semana, claramente acepte, tenía mucho sin ir al Akron y que mejor manera que volver en un clásico. Agregando que dijo que Mateo probablemente estaría en el partido, en los palcos.

Termine de limpiar el comedor cuando alguien llamó a la puerta, fui a abrir y, ay no, Damián otra vez.

—Hola Bonita— Sonrió el chico pelinegro.

—Hola Damián— Sonreí nerviosa.

—Son para ti— Detrás de su espalda escondía un ramo de flores, eran tulipanes, son bonitos, aunque a él siempre le he dicho que mis flores favoritas son las rosas rojas.

—Gracias— Sonreí.

Ahora me preguntó ¿Porque con Damián no puedo ser igual que con Alan?.
Con Alan siempre que me regala cosas me siento tan feliz, claro, no desprecio el detalle de Damián, es el simple hecho de que ahora que se los sentimientos de él hacía mi, siento que la amistad ya se rompió por completo.

—Quería venir a verte un rato, claro, si no estás muy ocupada— Sonrió.

No podía dejarlo aquí afuera.

—Claro pasa— Abrí la puerta por completo y lo deje entrar.

A pesar de todo, la pasamos bien, fue tranquilo, jugamos Xbox, juegos de mesa y reímos, hasta que en una de esas Damián agarro un cojín y empezó una guerra de almohadas que terminó en la alfombra de la sala.

Damián y yo nos quedamos viendo fijamente, a centímetros quedaron nuestros labios.
Ahí él no pudo romper la tensión y me beso, era lo que más temia. Fue un beso bonito, hasta eso, nada apresurado y cuando iba a intensificarse más, llamaron a la puerta, la gente y su necesidad de interrumpir, pero ahora agradezco al desconocido.

—No abras— Dijo Damián en medio del beso.

—Debe ser importante, no dejan de tocar— Me separe de él y solo bufoo sentándose en el sillón.

Fui abrir la puerta, no sé si agradecer que vino o asustarme.

—¡Hermana, que bueno volver a verte!— Jesús estaba afuera de mi departamento.

Vote y les picho una caguama uwu

𝗡𝗼 𝗠𝗲 𝗙𝗮𝗹𝘁𝗲𝘀 𝗧𝘂́ [𝗔.𝗠 & 𝗔.𝗩] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora