𝗡𝗼 𝗠𝗲 𝗙𝗮𝗹𝘁𝗲𝘀 𝗧𝘂́ [𝗔.𝗠 & 𝗔.𝗩] ✔️

XXXII➝ Sinceridad

MADELINE ANGULO:

No podía creer toda las mentiras que me dijo Alan, él tenía o estaba esperando un hijo y nunca me lo dijo además que no se hizo cargó de él.

Estaba realmente destrozada, me sentía en cautiverio y aparte la persona que amo y más confío me mintió todo este tiempo, ahora entendía las primeras veces que se comportaba mamón conmigo, ese era el problema que tanto decía.

Cuando iba a mandarle mensaje a mi hermano oí unas llaves introduciéndose en la cerradura de la puerta principal, así que apague el celular y lo puse en su lugar al igual que el cargador.

—Traje sushi— Habló Damian entrando al cuarto.

—Esta bien— Dije limpiando las lagrimas sin que me viera. —En 5 minutos voy—.

—Ya se corrió la noticia de que ese imbécil tiene una demanda por pensión alimenticia—  Se puso detrás mio. 

—¿Alan?— Pregunté para que no sospechará.

—Si—. Respondió —Ya vez el porque quería que te alejarás de él—.

—Pero tampoco era para que casi me golpearas y me tuvieras secuestrada—. Dije dando un giro de 180° grados sobre mi eje.

—Pero no lo hice— Dijo mirándome.

—No, no me alcanzaste a golpear, pero si tenerme aquí secuestrada y a Mateo si lo golpeaste—. Hablé firmemente. 

—¡Te quería llevar con Alan!— Exclamó en voz fuerte. —De igual forma te ibas a enterar tarde o temprano—.

—Pues que mejor que me lleve con él ¿no?— Grité —Prefiero estar con un posible mentiroso que con un maldito golpeador y secuestrador ¡Te urge la pinche cárcel junto a Verónica y Pablo!—. Aquí sentí como si mi cerebro se desacomodará de mi cráneo, como una cruda pero peor, como si me golpeara horrible en la cabeza. Ahí sentí como era la primera vez que Damian me golpeaba, de una manera horrible, ahora no pude defenderme, era imposible.

—Más te vale que te quedes callada Madeline— Sacó de nuevo su pistola y me apunto en el estomago —Eres tú o es él—. Me miró fijamente —Corre, se enfría la comida— Me tomó del brazó y fuimos a la cocina.

De rato, cuando fui a bañarme me mire en el espejo y vi una marca en mi cachete izquierdo, no era tan grande pero si estaba muy marcada, será difícil taparla ya que mañana habrá una posada por parte de nuestra carrera y Damian dijo que iríamos, ya que tampoco me puede tener encerrada todo el tiempo.

Él se encargó de traerme mi maquillaje y ropa para la fiesta pero tampoco me quería quedar callada, ya tenía un plan pero todo surgiría en la fiesta.

Normalmente Damian se duerme a las 12:00 am, así que antes de eso había puesto mi celular en la cocina, esto porque no podía salir, pero para mí suerte su celular no pedía contraseña para que pudiera meterme a facebook y mandarle mensaje a Alan y a mi hermano.

No le quería mandar mensaje a Alan ya que seguía triste y enojada por lo sucedido pero obviamente no me pondría a pensar en eso. Justo antes de redactar el mensaje el celular de Damian suena, me asuste horrible, me salí de facebook, lo apague y lo dejé en su lugar, para esto fingí seguir dormida.

Damian se levantó y adormilado contesto.

—¿¡Te das cuenta de la hora que es imbécil!?— Exclamó adormilado y bostezando. —Si, aquí esta, ten por seguro que no escapará—. —Claro que no se va a enterar que soy narcotraficante—. Aquí ya me había espantado más y quería gritar pero me tape la boca. —Mira ya mejor déjame dormir, mañana hablamos de transportarla—. Colgó, dejo el celular y volvió a dormir.

Para esto me tuve que esperar 10-15 minutos para que volviera a dormir profundamente.

Cuando vi que ya estaba dormido, tomé su celular y empecé a redactar el mensaje hacía Alan y mi hermano, que prácticamente era lo mismo, aunque ahora con la noticia tenía que cambiarle muchas cosas.

Alan, soy yo Madeline, por favor ayudame, Damian me secuestro el viernes y no me deja salir, trae a mi hermano a León y si puedes a Mateo y Fernando también, pero por favor no lo confronten, me acabo de enterar que trabaja en el narcotrafico, mira, mañana hay una fiesta en Guanajuato, Guanajuato, osea donde está el callejón del beso, vayan a la facultad compren 4 boletos con la presidenta de la sociedad de alumnos, ella todavía sigue allá vendiendo boletos, y allá nos vemos, no sean tercos y vayan solo que no los vean y de ahí escapamos, tengo un plan...

Y prácticamente también le escribí eso a mi hermano, solo un poco cambiado. 

Voten y les picho una caguama uwu.