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Capítulo 30

Descanso mi frente contra la suya, ambos luchando por recuperar el aliento

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Descanso mi frente contra la suya, ambos luchando por recuperar el aliento. Hyein se ríe y envuelve sus brazos alrededor de mí.

―Eso fue mejor que en mis fantasías ―susurra.

Me río y bajo mis labios a los suyos, besándola tiernamente.

―Lo fue, pero no usamos condón. Traje algunos, pero en el calor del momento...

Me sonríe y niega con la cabeza antes de inclinarse para besarme.

―Está bien, estoy tomando la píldora y estoy limpia. Teniendo en cuenta que eres doctor, ¿probablemente sea seguro asumir que tú también lo estás?

Asiento con la cabeza.

―Sí, de hecho... bueno, nunca he estado con nadie más que contigo sin condón. Nadie más que tú me ha hecho sentir tan fuera de control. Nunca había experimentado algo así.

Ella me sonríe y asiente.

―Es lo mismo para mí.

Sonrío y nos doy la vuelta, metiendo la mano entre nosotros para quitar el juguete que ella trajo.

―Me gusta esta cosa, vamos a usarla de
nuevo ―murmuro, colocándolo en mi mesita de noche.

Hyein se ríe y asiente.

―Fue bueno. ―Se acomoda en mis brazos, con su cabeza en mi pecho. Nos acostamos juntos así, simplemente disfrutando este momento, con las puntas de mis dedos recorriendo su piel. Presiona un beso en mi cuello, y suspiro de satisfacción. Tenerla en mis brazos... es irreal.

―Siento haberte dejado sola hoy ―susurro mientras paso mi mano por su cabello.

Hyein se aleja y me sonríe, sus ojos brillan.

―Tuve que pasar el día con Nyx, así que no me importó en absoluto. Aunque te extrañé, si solo tengo una semana contigo, entonces la quiero completa. Tienes que llevarme a una cita, querido doctor.

Me inclino para otro beso, mis labios se demoran en los suyos.

―Lo haré, bebé. Todo lo que siempre he querido hacer contigo, lo haremos.

Asiente, su mirada se aclara, y sonrío para mis adentros, sabiendo por qué siente repentinamente curiosidad.

―Entonces... ¿hablaste con Jung Kook?

Sonrío con aire de suficiencia y asiento.

―Sí, y puede que necesite que me convenzas para contarte todo al respecto.

―¿Ah, sí?

Asiento y Hyein se ríe.

―¿Qué se necesita?

―¿Qué tal un beso, para empezar?

Se inclina y presiona sus labios en mi cuello, sorprendiéndome. Ella besa mi garganta suavemente, tomándose su tiempo moviendo sus labios hasta mi oreja. Gimo y entierro mi mano en su cabello, apretando mi agarre sobre ella.

―Con que jugando sucio, ¿eh?

Ella se ríe, y el sonido agita mi polla.

―Cuanto más me digas, más te daré ―susurra con voz ronca.

Sonrío, y mis ojos se cierran. Esta es una trampa que yo mismo hice, pero no me importa ser su presa.

―Me preguntó todo sobre ti y no descansaría hasta que le dijera todo lo que sé sobre ti.

―¿Todo? ―Ella baja sus labios a mi pecho, y un gemido escapa de mis labios cuando succiona mi piel, marcándome como suyo.

―No todo. Algunas cosas son solo para que yo las sepa, Hyein.

Aparta los labios, mirando el daño que hizo con satisfacción.

―¿Qué le dijiste?

―Le conté sobre tu formación académica, tu empresa y tu familia. Le hablé de tu tenacidad, tu independencia y empuje.

Hyein besa mis abdominales y yo sonrío.

―¿Qué te dijo?

―Parecía impresionado. Jung Kook dijo que puedes darle una presentación mañana. Lo habría hecho antes, pero estaba trabajando en un proyecto del gobierno con un plazo muy ajustado, y recientemente tenía algunas cosas en marcha además de eso.

Ella se sienta, con los ojos muy abiertos.

―Me encantaría. No puedo creer que hayas hecho que esto me suceda, Min Yoongi. No puedo creer que esto esté sucediendo.

Le sonrío, mientras mi corazón rebosa de felicidad.

―Será mejor que lo creas, bebé. Lo vas a hacer increíble.

Asiente, pero veo la inseguridad en sus ojos.

―Puedes hacerlo, Hyein. Eres increíble y Jung Kook lo verá.

―Tengo miedo, Min Yoongi ―susurra, quitando sus manos de mi cuerpo y envolviéndolas alrededor de sí misma protectoramente.
—Esta es mi última oportunidad. Si Jung Kook no invierte, se acabó. Probablemente tendré que empezar a trabajar para mi abuelo y seguir el camino que pensó para mí. Tengo miedo de fallar. Si lo hago, entonces todos mis sueños se desvanecerán en polvo, pero al mismo tiempo... no lo sé. Me siento egoísta. Me enfrenté a mi abuelo acerca de que estaba bloqueando todas mis oportunidades de inversión, y no sé... puedo entender su punto. Trabajó duro, y tal vez yo estoy siendo desagradecida al querer seguir mis propios sueños.

La tiro hacia abajo conmigo, acostándome con su cabeza en mi pecho, y mi mano rozando su espalda.

―No lo eres, bebé. Estás siendo valiente. No dudo ni por un segundo que lo lograrás. Hay varios caminos hacia el éxito, y el tuyo no es menos admirable.

Ella me mira, con sus ojos llenos de miedo.
Siempre me ha parecido tan intrépida, tan valiente. Verla así de asustada e insegura... es una experiencia única. Es un momento que sé que siempre atesoraré, tenerla entre mis brazos y tener el honor de tranquilizarla y consolarla.

Hyein inhala profundamente, casi como si se estuviera preparando.

―Él piensa que estoy siendo tonta, y mi mamá está de acuerdo.

Mantengo mis brazos a su alrededor, acariciando su espalda mientras finalmente me deja entrar y me cuenta sobre el día en que se enfrentó a su abuelo. Esto es lo que quería con ella. Con Hyein, quiero mucho más que sexo, quiero que sea mía en todos los sentidos, quiero ser a quien recurra cuando tenga miedo, quiero ser su refugio seguro, incluso si es solo por esta semana.

Así que la abrazo un poco más fuerte cuando su voz tiembla, y le doy besos en la sien cuando inhala. La mantengo cerca, hasta que se duerme en mis brazos, a salvo de sus miedos.

Esta intimidad entre nosotros... no estoy seguro de poder prescindir de ella. No creo que pueda volver a ser lo que solíamos ser.


 No creo que pueda volver a ser lo que solíamos ser

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DR. MIN YOONGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora