Draco sabía el momento en el que su vida se fue al diablo, fue durante su sexto año en el que recibió la marca tenebrosa, fue el comienzo de todas sus desgracias, primero la tarea del señor oscuro que lo dejó hecho mierda, Potter casi lo mata en los...
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Lo último que recuerda fue haber escuchado algo parecido a un graznido y haber recibido el maleficio asesino y que todo se volviera oscuro, se sentía flotar y el lugar estaba frío, tiempo después sintió algo de calidez así que por instinto se acurrucó más cerca. Fue desconcertante; se supone que la muerte era fría y dolorosa, pero él solo sentía calidez; debió darse cuenta que el maldito universo nunca estaba de su lado.
Sintió un tirón, era similar a cuando su padre se aparecía con él, sus párpados estaban pesados, sentía un hormigueo constante en su cabeza que estaba empezando a molestarle por lo que no tuvo más remedio que obligarse a abrir los ojos.
Mala decisión
Lo primero que vio fue el rostro relativamente más joven de su madre, no había rastro de miedo o preocupación, mantenía una expresión suave y relajada, su hermoso cabello recogido en un moño no tan alto mientras hacia pequeños sonidos con su boca, podía distinguir la habitación de sus padres, era la misma que había visto desde su niñez antes que decidieran cambiarlo en su cumpleaños número diez.
Intentó hablar, pero lo único que salió de su boca fue un balbuceo agudo lo que ocasionó que su madre riera un poco.
¡¿Qué diablos?!
Debe ser una jodida broma, eso debe ser, seguramente la muerte encontró divertida su vida y decidió atormentarlo un poco, aunque si no era así, realmente estaba jodido. Maldijo en voz alta pero solo salió otro balbuceo; molesto se quejó aún más alto y su madre lo miró con un toque de diversión.
Era un maldito bebé nuevamente, realmente genial. No sólo tendría que revivir sus últimos años de vida sino que además, volvería a estar en una guerra con un loco que recluta adolescentes estúpidos para que sean sus seguidores.
—¿Qué pasa Draco?, ¿No te despertaste de buen humor?— La voz de su madre lo alejó de sus pensamientos, era extraño, no podía hablar o moverse mucho pero podía pensar con claridad. Si no tenia más opciones, entonces al menos trataría de arreglar algunas cosas. Empezando por la ideología errónea de los sangre pura, tal vez si les hacía ver que los nacidos de muggles no eran tan malos, no tendrían que participar en el lado oscuro, lo segundo más importante era no hacerse enemigo de Potter y sus amigos.
Por el momento solo podía hacer una nota mental de todo lo que ocurrió durante su estadía en Hogwarts, desde su primer año hasta el último. Si tenia una segunda oportunidad para arreglar su vida…se encargaría de vivirla como no pudo en la anterior, disfrutaría de su niñez y no trataría de complacer a su padre, eso fue lo que los llevó a la ruina en primer lugar, corría el riesgo de que lo repudiaran pero ya había muerto una vez. Al diablo con lo que pensaba su padre, el era Draco Lucius Malfoy y no volvería a dejar que alguien más dirija su vida.
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Nunca son suficientes las historias de Draco en el pasado, por lo que me ví en la obligación de escribir mi propia historia.
Los personajes no me pertenecen y todos los derechos reservados son de J.K Rowling, esta historia es con el fin de entretenimiento.
