❝Lo no tan bueno de crecer❞
Adaptarse nuevamente a su vida le resultó mucho más fácil de lo que pensó, el único inconveniente era cuando su madre lo alimentaba, le resultaba vergonzoso y aunque sabía que anteriormente había sido alimentado, en ese momento no tenía conciencia como lo hace ahora.
Su padre pasaba la mayor parte del tiempo en su oficina y aunque no lo veía casi en todo el día, por las tardes estaba presente y se encargaba de alimentarlo en lo que su madre descansaba; se acostumbró a su rutina y algunas veces su padrino venía a verlo, eran los días en donde se daba el lujo de ignorar a sus padres y pegarse al hombre, cuando eso pasaba su padrino se mofaba frente a sus padres y el solamente soltaba pequeñas risas.
Algo más que lo había tomado por sorpresa era haber visto a Dobby, era el elfo que había sido liberado por Potter y luego lo salvó cuando fue capturado y llevado a su mansión; lo había observado deambular por la mansión haciendo sus deberes y eso lo distraía de su aburrimiento, a veces hacia ruido para que lo volteara a ver y había funcionado algunas veces, el vendría a entretenerlo cuando sus padres se encontraban ocupados y el se dejaría hacer, le divertía ver los trucos que hacía para el.
(….)
Cuando uno tiene que ingeniar un plan para salvar a su familia, el tiempo pasaba demasiado rápido, hoy cumplía seis años y sería la fiesta en donde lo presentarían a los socios de sus padres, si tenia suerte podría ver a sus futuros amigos; en los últimos años había planificado todo su futuro y no iba a permitir que nadie se interponga.
La catalogaba como: “Pasos para no irse al diablo”
1- Cambiar la ideología errónea sobre la supremacía de sangre que tenían sus padres y amigos
2- No arruinar su primera interacción con Potter
3- Evitar por completo meterse en los actos heroicos de Potter y sus amigos
4- Evitar la marca tenebrosa
Cuatro sencillos pasos
La relación con su padre no era perfecta, en varias ocasiones había ignorado las “enseñanzas” que le instruía, se quedaba dormido a media explicación de porque los sangre pura debían ser “los únicos” en asistir a Hogwarts, se lo sabía de memoria y prefería ir a jugar al jardín o ir a las cocinas a platicar con los elfos, su padre casi se infartó cuando lo descubrió, según el: “Un Malfoy está por arriba de esas criaturas y hablar con ellos sería darle la espalda a su familia…” realmente no prestó atención en la reprimenda que le dio su padre y no hizo caso cuando éste le prohibió hablar con ellos.
Su madre por otra parte, había mencionado en varias ocasiones que él no era igual que los demás, y no le importaba si decidía jugar en lugar de asistir a sus lecciones, ella fingiría no darse cuenta cuando ayudaba a los elfos en algunas cosas, vería que su padre no esté cerca para felicitarlo por ser un niño tan educado y bueno. Prefería estar con su madre y hacerle dibujos mientras ella peinaba su cabello.
Si miraba a su yo anterior, podría ver el cambio que tuvo, no era el heredero Malfoy que era un idiota mimado y que busca el aprobamiento de su padre, simplemente era Draco; un niño que crecía siendo él, sin miedo a decepcionar a su progenitor, contaba con una madre que lo alentaba ser él y si su padre intentaba corregirlo ella lo defendería sin miedo.
Igual había tenido varios accidentes, explosiones de magia muy fuertes que alertó a sus padres. Lo habían examinado, pero no encontraron nada fuera de lugar, eso no pareció haberle gustado a su padre; su madre por otra parte había llamado a su padrino y cuando éste dijo que no había nada de que preocuparse pareció calmarlo.
Salió de sus pensamientos al ver que empezaban a llegar los invitados, mientras saludaba a los recién llegados pudo ver a los que serían sus amigos, quería acercarse pero todavía no saludaba a todas las personas. Excusándose con su padre se dirigió hacia donde estaba un pequeño niño, podría reconocerlo aún si era un animal; tocó levemente su hombro para que pudiera notarlo.
—Hola, soy Draco Malfoy…¿Cómo te llamas?—El niño lo miro y él sonrió amablemente, pelo negro, cuerpo delgado y blanquecino, ojos grandes y oscuros, nariz pequeña y un poco ancha con un pequeño lunar que sobresalía en su rostro.
—Soy Theodore Nott..mucho gusto— El niño le respondió cordialmente con una pequeña sonrisa mientras extendía su mano, la tomó y empezó a charlar con él, poco a poco empezaron a salir las pequeñas risas de ambos. Lo arrastró por el salón mientras tomaban golosinas y las escondían en su ropa, había dado la idea de ir afuera y comer todo lo que puedan aguantar.
Theo le iba contando como había logrado realizar una reverencia perfecta sin ningún error, el simplemente lo felicitó y pudo ver como el pecho de su amigo se inflaba de orgullo. Iban tan concentrados en su platica que no lograron ver a la persona que estaba frente a ellos por lo que terminaron chocando con ella haciendo que sus golosinas y ellos terminaran en el suelo.
—Lo lamento mucho…— Se levantó del suelo y junto a Theo ayudaron a la pequeña niña con la que habían chocado, pelo corto y negro, piel pálida y ojos de un lindo color verde.
La niña los miró molesta y un pequeño ceño apareció en su frente—Deberían prestar más atención por donde van caminando sino quieren terminar en el suelo nuevamente — Se burló de ellos haciéndolos sentir avergonzados— Soy Pansy Parkinson, pero ustedes pueden tener el honor de llamarme solo Pansy— La niña extendió su manita hacia ellos esperando ser recibida, su rostro reflejaba ilusión y como buen caballero, el primero en tomar la mano de la niña fue Theo.
—Mucho gusto Pansy, yo soy Theodore Nott y él es Draco— Tomó la mano de la niña y dejó un pequeño beso en el dorso. Él repitió la misma acción y la invitó a unirse a ellos, la niña felizmente accedió y los ayudó a recoger los dulces que seguían en el suelo. Con la niña junto a ellos siguieron su camino hasta la pequeña mesa que estaba en el jardín, colocaron los dulces encima de ella dejando de lado la fiesta.
Pansy había propuesto jugar algo para matar el aburrimiento, mientras ella era una dulce princesa y Theo el valiente caballero, a él le tocó ser el temible dragón que custodiaba el castillo, había preguntado porque no podía ser un caballero al igual que Theo y según la lógica de éste era porque su nombre significaba eso. Con resignación comenzó a imitar rugidos mientras que Theo “luchaba” contra el, su espada era una rama que habían tomado del suelo mientras Pansy alentaba al caballero a matar el dragón para ser liberada; risas y pequeños gritos de alegría resonaba en el jardín, se estaban divirtiendo mucho cuando una linda mujer junto a un niño se acercaron a ellos.
Dejó de evitar que Theo llegara al “Castillo” que en realidad era una silla que estaba en la mesa y se volteo a ver hacia sus amigos, tenían la misma expresión de curiosidad que él, con un movimiento de cabeza señaló a los recién llegados. La primera en hablar fue Pansy preguntándole que deseaba.
Piel morena, cabello negro y unos ojos levemente inclinados de un marrón oscuro, Draco supo inmediatamente quien era.
—Buenas tardes jóvenes, soy La Señora Zabini y mi hijo Blaise desea jugar con ustedes, pero me temo que es un poco tímido para preguntar— El niño miró a su madre con vergüenza clara en su rostro, ella solamente sonrió hacia su hijo.
Una sonrisa se extendió por los rostros de los niños, saludaron como dictaban las normas y arrastraron al niño hacia la mesa donde se encontraban los dulces, algunos ya estaban un poco derretidos por el tiempo que llevaban fuera, Pansy tomó uno en buen estado y lo extendió para que lo tomara.
—Gracias… soy Blaise Zabini— El niño tomó el dulce y se lo comió feliz—Hola Blaise, yo soy Pansy, él es Theo y él es Draco— Señaló a cada uno y se sentó a un lado del primer mencionado. Con Blaise como nuevo compañero retomaron el juego dándole el papel de mago supremo y nuevamente se quejó del porqué tenia que ser el un dragón siendo ignorado por sus nuevos amigos.
Draco catalogó ese momento como el más feliz.
(….)
Crecer junto a sus amigos era realmente divertido, claro que habían tenido problemas por culpa de sus creencias; recordaba el día que había peleado con Pansy por hablarles de un libro muggle que su padrino le había obsequiado a escondidas de su padre por su cumpleaños número diez, lo había llamado sucio traidor y el sin poder evitar su enojo le había dicho palabras hirientes, su padre lo había castigado durante dos meses sin salir a ningún lado.
Sus amigos no sabían con quién ir, por lo que se mantuvieron neutrales hasta que le levantaron el castigo y aún así, no había cruzado ni una palabra con Pansy por dos semanas hasta que el Ministerio de Magia había decidido organizar un evento social en donde la presencia de los herederos era requerida, observó como su amiga estaba alejada del resto de las personas y sus dos amigos se mantenían quietos en un rincón sin atreverse a realizar movimiento alguno.
Estaba molesto pero también extrañaba a su amiga, así que dejó de lado su orgullo y camino hacia ella, solo para observar como una niña más robusta tiraba con malicia el cabello de su amiga.
Millicent Bullstrode
Le había reclamado a la niña del porqué jalaba el cabello de su amiga y había hecho especial énfasis en la palabra “amiga” lo que le costó un empujón que lo hizo retroceder, al ver esto, sus amigos que parecían haberse vuelto uno mismo con la pared se acercaron para defender a Pansy, lo que generó varios gritos y empujones por ambos lados, llamando la atención de los adultos.
Había recibido una disculpa por la pelinegra y le prometió no hacer comentarios despectivos hacia las personas en general y él se disculpó por las palabras hirientes que le dijo, al final todo se solucionó para ellos, por otro lado el incidente con Millicent terminó con negocios rotos por parte de las familias involucradas lo que generó un castigo hacia la niña y por ende que los haya terminado odiando, fuera de aquello todo iba bien.
Su padre le había encomendado a su padrino que empezara a preparar a Draco para su estadía en Hogwarts, su madre había dicho que faltaba un año para que eso suceda pero su padre había respondido que entre más temprano iniciara con sus estudios más preparado iba a estar cuando llegara el momento de partir. Le generaba dolor de cabeza tener tantas lecciones en un día pero disfrutaba del tiempo que pasaba con su padrino, su madre estaba presente durante algunas lecciones, lo felicitaba cuando el resultado era bueno y lo consolaba cuando fallaba en algunas.
Tenía una pequeña libreta que su madre le había regalado por obtener una poción perfecta, en ella anotó sus pasos a seguir para no irse al diablo y anotaciones sobre su magia, la sentía extraña y a diferencia de su yo anterior le era más difícil manejarla, lo cual lo tenía un poco preocupado, si tenia cambios de humor muy bruscos provocaba una explosión o que las luces brillantes de su mansión se apagaran, la mantenía oculta entre su ropa y no dejaba que nadie revisara ahí, a veces ayudaba a Dobby a limpiar su habitación con la excusa de que tenía más deberes que tenía que hacer. Faltaban solamente dos semanas para que cumpliera once años lo que significaba que llegaría su carta de aceptación para ir a Hogwarts.
Sus amigos le habían dicho que seguramente no quedaría en Slytherin, en varias ocasiones se había demostrado inconforme con las tradiciones y bromeaban constantemente con que apreciaba la lealtad y la justicia. En una de sus bromas les había preguntado que harían ellos si quedaba en una casa diferente, lo que había llevado un silencio un poco incómodo siendo roto por Blaise quien le había asegurado que no se iba a librar tan fácilmente de ellos y que estarían ahí para seguir riéndose de sus desgracias por lo que no importaba en que casa quedara, ellos siempre estarían juntos y seguirían siendo amigos.Segundo capítulo listo, me divertí escribiendo esto.
Pd: Me hice una cuenta de Tiktok, ahí di contexto de como publiqué el primer capítulo. Le piqué por error y se subió
Disfrútenlo :>
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Draco Malfoy y la varita de Tejo
FanfictionDraco sabía el momento en el que su vida se fue al diablo, fue durante su sexto año en el que recibió la marca tenebrosa, fue el comienzo de todas sus desgracias, primero la tarea del señor oscuro que lo dejó hecho mierda, Potter casi lo mata en los...