Draco sabía el momento en el que su vida se fue al diablo, fue durante su sexto año en el que recibió la marca tenebrosa, fue el comienzo de todas sus desgracias, primero la tarea del señor oscuro que lo dejó hecho mierda, Potter casi lo mata en los...
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Faltaban dos semanas para que termine el curso y que Potter salve la escuela del señor oscuro; por otro lado, Longbottom se había pegado como una sanguijuela a ellos después de defenderlo de un grupo de Slytherin por lo que ahora eran amigos.
Un grupo bastante extraño según los estudiantes, ahora Millicent también llamaba marginado al niño.
(….)
—Agh, ¿Cuándo terminará esta tortura?— Se quejó mientras tomaba asiento en su mesa.
—No te preocupes Draco, solo faltan unos días más— Neville lo intentó consolar.
—Déjalo Neville, está siendo dramático— El moreno se burló mientras se servía una porción de pasta en su plato.
—Tsk, habla el que no podía ni levantar su pluma después de terminar el ensayo de pociones— Apuntó al niño quien lo miró ofendido.
—No entiendo porqué el profesor Snape pide un ensayo— Su amigo se quejó de su padrino.
—Hablando de pociones— La niña le extendió un pan tostado que aceptó gustoso— ¿Cuándo abriremos la caja?— Metiendo una cucharada a su boca preguntó.
—Conociendo a Draco, lo más seguro que sea en la noche— Theo comentó, últimamente sus amigos lo atacaban seguido— Una cosa, yo no entro de nuevo al bosque prohibido por la noche.
—Que amable eres— Chasqueando la lengua tomó de su jugo— A un lado del lago negro— Miró a Neville quien comía tranquilo— También vendrá Neville— El mencionado dejó caer su cubierto.
—¿Y-yo?— Asintió— N-no creo que les ayude mucho— Dejando a un lado su comida giró hacia el niño.
—No te preocupes, Theo tampoco ayuda mucho y sin embargo va— Sintió una patada por debajo de la mesa mientras reía— Estaremos en el lago negro a la media noche, si quieres ve— Asintiendo continuaron con su almuerzo, tendría que hablar con su padrino terminando, necesitaba uno de sus calderos y el que tenía probablemente termine explotando, así que mejor se lo pedía al hombre.
Cuando terminaron, empezaron a salir del comedor continuando con sus deberes.
—Nos vemos en la noche, iré por el caldero— Despidiéndose de sus amigos salió en busca de su padrino. Hoy Potter y compañía enfrentarían al profesor Quirrell.
¿Qué mejor momento para salir sin que se den cuenta?
Llegando a la oficina del profesor abrió la puerta y entró sin pedir permiso.
—Hola padrino, necesito uno de tus caldero— Rodeando el escritorio e ignorando el regaño del hombre saludó.
—Niño maleducado, ¿Tu padre no te enseñó a tocar?— Escuchó la queja pero decidió ignorarlo.
