Llegue al aula con el corazón en las manos, los labios débiles e hinchados, y con las rodillas temblorosas. Respire mejor cuando el timbre sonó, señal de que ya podemos irnos a casa.Me fui rápido de la escuela, evitando todo lo que se me cruce en el camino. Trate de no pensar en Ethan, en como me besó y me saboreo a su antojo, mi estomago reaccionó ante esos pensamientos.
¿Qué estoy haciendo? Por suerte la chica no logro verme, o eso creo. Me deje besar por Ethan Allen, eso significa una cosa:
Peligro. Peligro que deseo probar nuevamente nuevamente.
Antes de entrar a casa me olí como un cachorro, mi madre suele darse cuenta de las cosas con solo mirarte, y si se entera de que me atreví a cruzarle la palabra a Ethan me mataría.
Ella lo odia.
Entré a casa y el aroma a tarta me abrazo, sensación que adoro, que podría sentirla siempre.
—¡Que bueno que ya llegaste! —mamá salió de la cocina con su delantal. —Tenemos muchas cosas por decirte.
Temblé, pero al ver su sonrisa me imagino que no es nada malo.
Fui a la sala detrás de ella, va tan contenta que me emociono de la curiosidad. Y como no, papá esta sentado sobre la mesa comiendo, me regala una leve sonrisa y corro hacia el, emocionada.
~~~~~
—Te casarás con San.
—¿¡Qué!?
Del asombro lleve mis manos a mi boca, no se como reaccionar. Llevo años esperando esa orden, pero...
—¿A qué se debe esa reacción? Estas loquita por el desde hace mucho. —mamá se acercó a mi y paso su brazo por mis hombros.
Todavía estoy en shock. Es que tengo un sentimiento inexplicable, como de enojo, como si estoy enojado por esa decisión que tomaron sin mi.
Pero es San. El chico que toda chica de su casa y iglesia quisiera, pero ya no me siento como antes. Cuando le decía de pequeña que me casaría con él en un futuro.
—¿No es muy pronto? Ni cumplo los 18. —fue lo único que dije, dudosa. No es que no quiera casarme con el, pero todo es tan raro.
—No importa. San ya tiene trabajo estable, es un buen chico y conseguirán la bendición del Padre. —hablo papá, aún sigo procesando. —El otro día estuve hablado con el Señor Thomson, el fue el de la idea. Apenas llegue San, vendrá a pedir tu mano como se debe.
Ethan.
—Yo...
—¿Qué pasa? ¿No estás feliz? —mamá volvió a hablarme cerca, me pongo de pie para pensar mejor.
—Debieron avisarme.
—Pero es lo que quieres. Él también lo quiere, San será un gran esposo. Lo sé.
—Debo ir al baño. —salí del comedor corriendo, huyendo de mis padres y de sus palabras claras.
Me metí a mi habitación cerrando la puerta de un portazo, no se lo que me pasa. No estoy enojada, ni feliz. Estoy como desconcertada de todo, todo es tan extraño.
ESTÁS LEYENDO
El estúpido Ethan.
RomanceEn un pequeño pueblo, donde las campanas de la iglesia marcan los días y las noches, vive Sao, una joven católica. Su vida está llena de oraciones, misas y rosarios. Pero todo cambia cuando Ethan, un chico apasionado y rebelde que conoce hace muchos...