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Si alguien le dijera a Shoji sobre la chica más bella del mundo él diría con mucho gusto que era su compañera de clase Momo Yaoyorozu.
Tan hermosa y radiante como si fuera una estrella, no, eso le quedaba tan corto a ella..
Momo era mucho más...
Más que una Princesa.
Más que una Reina.
Más que un Ángel.
Era mucho más...
Era sin duda alguna...
Una Diosa...
Sí, así era.
Momo era una Diosa entre la inmundicia de la humanidad, todos deberían alabar su nombre y amarla como si fuera lo único bueno en el mundo, porque lo era.
¿Y como empezó todo este amor hacia su compañera?.
Pues...
Fue una noche tranquila donde Shoji no usaba su máscara para tapar aquellas horribles cicatrices que tenía en su rostro.
Se espero cuando cosa esa noche pero jamás la mirada preocupada de Momo, ella con cuidado se acercó a él y no dijo nada malo, es más se preocupo diciendo que si le dolían. Él con una gran timidez le dijo que no, no dolían y Momo con una delicadeza y con su permiso las toco.
Momo tenía unas manos tan suaves como si fueran unas nubes o algo por el estilo...
Creyó que Momo le diría cosas malas por aquellas cicatrices Pero todo fue completamente diferente...
Momo: tus cicatrices te hacen único... Shoji-san... No debe temer, usted sigue viéndose hermoso -dijo con una sonrisa.
La pelinegra le dió una gran sonrisa y Shoji creyó que había visto a la chica más hermosa del mundo.
Así pasaron los días y ambos empezaron a entablar una amistad, Shoji lograba actuar con naturalidad delante de los demás pero cuando estaba solo...
Oh...
Cuando estaban solo.
Decía tantas cosas buenas de Momo, diciendo que alguien impuro como él jamás podría estar a su lado.
Momo era lo mejor que le haya pasado a la clase y no tenía dudas de que no era el único que lo pensaba.
Tokoyami:¿Estás bien, Shoji? -pregunto curioso.
Shoji:¿De que hablas? -pregunto confundido.
Tokoyami: no has parado de ver a Yaoyorozu desde que las clases acabaron...
¿Fue tan obvio?.
¿Momo lo noto?.
¿La incómodo?.
Que horrible sería que Momo ya no le hablara por culpa de su poca discreción.
Dark Shadow:¿Te has enamorado? Que lindo.
¿Enamorado?.
Eso era poco para decir lo que sentía por ella...
Él no sólo amaba a Momo... La añoraba, la adoraba como su Diosa...
Momo: hola chicos -dijo con una sonrisa.
Oh, Pero miren...
Momo se acercó a ellos para saludar.
¿Cómo es que Momo era capaz de saludar a gentuza como ellos?.
Dark Shadow:¡Momo!.
Momo sonrió amablemente y abrazo con cariño a Dark Shadow, que linda se veía abrazando a sus lacayos.
Shoji:¿Se te ofrece algo, Momo? -pregunto curioso.
Shoji debió usar todo su autocontrol para no gritar a los cuatro vientos "¿Se le ofrece algo, Diosa?".
Momo: no, sólo quería saludarlos, note como usted me miraba así que pensé que necesitaba algo -dijo con calma.
¿Cómo es que alguien como ella podía hablarle con respeto cuando él no era nada al lado suyo?.
Shoji:¿En serio? Lo lamento, sólo... Estaban pensativo y ya -murmurro nervioso.
Momo: oh, entiendo, mis disculpas entonces.
No, no, él era quien debía disculparse por hacer que su Diosa perdiera su valioso tiempo en alguien como él.
Shoji: no, fue mi error... Mis disculpas -murmurro nervioso.
Momo sonrió amablemente y se fue de allí dejando a ambos chicos nuevamente en soledad.
Tokoyami sentía algo raro en el ambiente pero decidió no opinar nada al respecto, seguramente fue su imaginación. Por un breve periodo de tiempo había pensado que Shoji hablo de una manera diferente con Momo.
Alzó los hombros y se despidió de su amigo para irse a su cuarto y descansar.
Cuando Shoji estuvo sólo sonrió debajo de su máscara, Momo era tan perfecta...
Una Diosa tan amable...
Sí...
Perfecta...
Era tan perfecta...
¿Nadie más lo notaba?.
¿Todos estaban ciegos o que?.
Pero así era mucho mejor si era honesto.
Así sólo él podía adorar a su Diosa sin molestias alrededor que le quiten el valioso tiempo con su amada pelinegra.
Definitivamente no dejaría que nadie más se acercará a él para que la corrompa o que se la quite.
Momo Yaoyorozu.
Su Diosa.
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