Ava Rodríguez
_____________________________________Richard salió de su habitación, listo para salir.
—Buenos días, señoritas. —sonrió e intentó tomar de la cintura a su novia, pero ella se movió con molestia, sutilmente alejándolo. Él pareció entender la razón y puso sus ojos en blanco discretamente, sin perder la sonrisa—. Amor, puedes ir yendo al trabajo, yo todavía tengo cosas que discutir con Ava.
Su novia se cruzó de brazos.
—Tranquilo. Puedo llegar tarde hoy. —se recostó contra la puerta.
Alguien no parecía muy contenta con mi presencia al parecer.
—Como quieras... —dijo exasperado—. Ven... ya son las 8, así que es una hora razonable para despertar a Lili.
Me guió al cuarto de la niña y abrió las cortinas lentamente.
—¿Liliana..? —susurró—. Llegó la niña de la que te hablé ayer.
Se acercó a su hermanita y le sobó la cabeza, despeinándola un poco, eso me recordó al característico gesto de James conmigo y me sacó una pequeña sonrisa.
Después de unos estiramientos y pequeños bostezos, Lili despertó.
—Buenos días... —bostezó sentándose en la cama, pero al verme, abrió sus ojitos como platos y se escondió detrás de Richard apenada.
Yo solté una risita.
—Hola Lili... soy Ava, tenía muchas ganas de conocerte. —le hablé gentilmente, la niña lentamente comenzó a salir de su escondite -la espalda de su hermano-.
Le extendí mi mano delicadamente para estrechar la suya. Con cautela puso su manito sobre la mía y con una suave y sincera sonrisa la estreché.
Richard Ríos
_____________________________________Por alguna razón, esta interacción me hizo ver a Ava de reojo con una sonrisa sutil, al caer en cuenta de esto desvié la vista y cargué en brazos a Liliana.
—Nos vemos en la tarde, ¿Okay? —le di un beso en la cabeza a mi hermana—. Que desayune antes de 9am y almuerce antes de 1:30pm, ¿De acuerdo?
Ava asintió.
—No quiero dejar a Camila esperando mucho, así que te escribiré algunas especificaciones por mensajes, léelas cuando tengas tiempo. —dejé a mi hermana de pie en el piso y me levanté de la cama—. bueno... diviértanse.
Me despedí con la mano y me dirigí a la puerta principal de mi casa.
—Casi que no. Te tomaste tu tiempo con esa muchachita. —dijo Camila despectivamente mientras abría la puerta y salía con prisa.
—¿Ya vas a empezar? —entré al auto.
—Siempre es la misma línea de siempre. "¿Ya vas a empezar?" "No te pongas cansona ahora" "Deja de hacerte la película" —imitó mi voz de forma burlona y grosera.
—No seas grosera. No entiendo de dónde sacas esos celos tan estúpidos.
—Me van a dar celos cada vez que vea una perra con más de 15 volteándote a ver. ¿Okay?
—Respeta. —la miré con severidad—. ¿En algún momento te he dado razones para que desconfíes?
—Esta es una razón. ¿De dónde salió esa niñita? Liliana ya está grande para quedarse sola un rato. De la nada apareces con una niñera y esperas que no me importe.
—¿Grande? Tiene 6 años. Además, si no te importa Liliana tampoco debería importarte quién la cuida. La niñera es hermana de James, es de confianza.
—¿Q-quien dijo que no me importa? —titubeó.
La miré mal.
—Como sea. —tiró su bolso sobre la guantera—. Como me entere de que me estás engañando no te va a alcanzar ni esta vida ni la siguiente para arrepentirte. ¿Me escuchaste?
Me quedé en silencio con seriedad y pesadez en mi expresión, este tipo de interacciones entre nosotros ya eran rutinarias y sinceramente estaba desgastado. No recordaba la última vez que de verdad habíamos pasado un buen rato juntos. Ella siempre quiere arreglar todo en la cama y poco a poco me estoy aburriendo.
Un rato después me parqueé frente a su agencia, Camila trabaja como modelo gracias a los contactos de su papá.
—Nos vemos más tarde. —intenté despedirme, pero solo recibí un portazo como respuesta.