Cap VI

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Aquella noche, luego de ese beso, lo
siguieron un par más.

Besitos tímidos, inexpertos por parte de
Jon.

Pero los más dulces que había recibido
Matías en toda su vida.

El castaño estaba confundido, no entendía muy bien lo que le estaba sucediendo.

Matías nunca había estado con un chico, Matías seguía teniendo novia después de todo, y la había engañado.

Por más que fuese una relación vacía y de compromiso, por más que su corazón no estuviese con Angela, se sentía algo mal.

No del todo por la pelinegra.

Sino porque estaba comenzando a
sospechar que estaba sintiendo cosas de más por Jon.

Y eso lo asustaba mucho.

Aunque a veces, lo dejaba pasar, Como
aquella noche.

A veces dejaba sus sentimientos fluir, a veces Matías podía ser él mismo.

Y tal vez querer a alguien sinceramente.

Como esa noche, en la que luego de bailar un par de canciones más, ambos chicos se acostaron pegaditos en la cama de Jon, quedándose en posición de "cucharita", con un Matías de espaldas al castaño, mientras Aramburu lo abrazaba por la cintura, pegándolo a su cuerpo, y Mati
se dejaba ser en los brazos del más alto.

Se quedaron hablando hasta tan tarde que ninguno de los dos siquiera miró la hora, sólo estuvieron así, dejando el tiempo pasar, entre suaves coqueteos.

Entre cambios de posiciones, en las cuales Matías quedaba de frente a Jon, y lo besaba tímidamente en la boca, o un Jon muy mimoso terminaba en los brazos de Matías, apoyando una de sus mejillas en el pecho del caraqueño, mientras susurraba pequeños "te quiero", que no eran perceptibles para Mati.

es que Jon lo quería.

Jon sabía que lo quería, pese a que nunca había querido a alguien así, Jon sabia que sentía cosas por Matías.

Sólo le faltaba decirlo en voz alta.

Aquella noche se durmieron entre pequeños y dulces besitos, entre suaves
caricias en la cintura de Matías, y en la nuca de Jon, uno en los brazos del otro.

Cómodamente, mientras lo único que
se escuchaba eran las gotitas de lluvia
cayendo sobre el techo de la casa.

Y en cuanto amaneció, el primero en
despertar fue Jon.

Se dedicó a observar el rostro de Matías, sus ojitos cerrados, sus pestañas bonitas.

Sus labios ligeramente abultados, rosados y finos, sus mejillas suaves, y su cabello despeinado.

Jon amaba dormir con Matías.

Lo abrazó un poco más fuerte, dejó besitos por la frente del chico.

Jon amaba despertar junto a Matías.

Y en el fondo de su corazón, Jon deseaba que aquello fuese eterno.

Poder despertar todos los días con el caraqueño entre sus brazos, despertar cada día con Matías dormido en su pecho.

Jon deseaba con su alma poder quedarse junto a Matías cada día.

Aunque sabía que tarde o temprano, Matías se iría de su lado.

Y eso lo asustaba, porque Jon estaba
sintiendo tantas cosas por el castaño.

Cosas inexplicables.

- Supongo que te estoy queriendo de más... - Susurró Jon, suspiró.

The prophecy / AramcavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora