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Luis, un chico de 18 años, o esa era la edad que tenía aquel chico castaño en su nueva vida.
No sabía cómo ocurrió todo... Simplemente algunos vagos recuerdos recorrían su mente de vez en cuando.
Desde que tiene memoria, aquellos recuerdos han permanecido durante su niñez y hasta sus actuales 18 años. Aún que cuando tuvo conciencia propia a los cuantos años de nacer, podía trasmitir algunas palabras y darle a entender a su madre lo que quería.
Aún que... Sus primeras palabras no fueron del todo "normales".
...
Luis 2-3 años.
-Eso Luis, di Ma- má, repitelo, ¡Eso es! -Pronunciaba una chica castaña, trataba de darle a entender a su hijo el como hablar. Aún que aquel niño pequeño no parecía ponerle atención, pues se entretenía observando las reacciones de su ahora madre, le parecía gracioso.
-M-ma... -Se escuchó la aguda voz de aquel niño pequeño, las primeras palabras estaban por surgir. Eso pensó la castaña, le ponía feliz el hecho de que su pequeño bebé dijera "Mamá" como su primera palabra. Aún que su sonrisa se desvaneció al escuchar un nombre totalmente diferente.
-¡Miguel...! -Pronuncio Luis entre risas, para después sentir las manos de su mamá tomarlo y mirarlo confundida.
-¿Miguel? Quien es ese... ¡Mateo, ven para acá! -Dijo la castaña, anunciando el nombre de el padre de Luis. Aquel chico que aparentaba unos 25 años corrió directamente en dirección a la madre de Luis, mirando extraño a su propio hijo que no paraba de juguetear con el pelo de su propia madre.
-¿No se te cayó? Creo que se golpeó la cabeza... ¡Contigo no se puede confiar, mira lo que dijo! -Dijo la castaña con un tono de voz fuerte, regañando al chico que se encontraba a lado suyo.
-Yo que... No sé quién coña es Miguel, pero se ve muy feliz diciendo ese nombre. Además... El no se pegó, simplemente es más inteligente a su edad. -Dijo aquel hombre, apoyando su mentón en el hombro de la castaña mientras subía su brazo y acariciaba los cachetes de aquel niño.
-Mmhh... Pero debió decir mamá, no aquel nombre horrendo. -Aquel niño que mantenía entre sus brazos la miro raro cuando la castaña pronunció la palabra "horrendo" haciendo que solo se quedara más confundida de lo que estaba.
-Ya vez... Lo haces enojar. -Pronuncio el hombre, arrebatando a aquel niño de entre los brazos de la chica y llevándoselo a otro lado.
...
Actualmente.
Algo de lo que estaba conciente Luis, era que recordaba perfectamente algunas situaciones de su vida pasada. No había sido un sueño ni una simple fantasía, simplemente era un milagro que tuviera recuerdos de su vida pasada.
Y entre aquellos recuerdos, el nombre de "Miguel" era lo que más resonaba.
Según los recuerdos de aquel chico castaño, Miguel era un chico pelinegro con ojos de diferente color. Fue un chico del que estuvo enamorado, tan perdidamente enamorado que aún lo sigue recordando con cariño incluso después de morir y reencarnar.
