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"Te amo Miguel, ¿Algún día me aceptaras?"
"Eso no es posible Luis, estoy muerto".
Luis despertó exaltado y agitado, sentía su corazón retumbar en su pecho, las lágrimas nuevamente recorrían su mejillas como siempre solía ser después de una habitual pesadilla.
Un considerable sentimiento de alivio consolo a Luis al recordar a Miguel, suspiro como una forma de regular su acelerada respiración y alzó su brazo de manera en que la manga de su camisa de pijama limpiaba las lágrimas.
Volteo a observar su celular el cuál reposaba sobre su mesita de noche, prendió la luz y tomo el dispositivo entre sus manos.
Entro al chat de Miguel, era imposible que el pelinegro estuviera despierto a esa hora, pues era de madrugada. Se quedó un momento observando la pantalla, leyendo los antiguos mensajes los cuales se habían intercambiado horas atrás.
Como si ambos se hubieran pensando al mismo tiempo, su celular comenzó a vibrar repentinamente, marcando una llamada. Cosa que hizo que se asustara y lanzará el celular al otro lado de la cama.
—AI KABROOOOOON :'VVV—
"Papu, Papu, tienes una videollamada, contesta :v"
El celular de Luis parloteaba y vibraba, Luis se movió rápidamente hasta la posición en la que se encontraba su celular y lo alzó para poder ver de quién se trataba la llamada.
Sus ojos brillaron al notar que el que lo estaba llamando, era Miguel. ¿Eso podía ser posible? Eran las tres de la mañana, apenas acababa de soñar con el y como si nada ahora lo estaba llamando.
Reaccionó de una forma algo rara, sus manos comenzaron a temblar al instante, lo primero en lo que pensó es que pudo haber sido una accidente, pero hablamos de Miguel.
¿Cómo alguien como Miguel podría estar llamándote en la madrugada? Más encima la llamada seguía sonando con insistencia, y Luis solo seguía ahí tieso esperando que algo pasara, por qué el no podía moverse ni un centímetro.
Sus temblorosos dedos viajaron hasta la pantalla del dispositivo, pensó en negar la llamada por el nervio que se cargaba, pero al final el mismo se engaño y termino pulsando al botón que significaba corresponder la llamada.
—¿Luis? —Se escucho Miguel por detrás de la línea, Luis sintió que su corazón paro por un momento al escuchar el tono preocupado de la voz de Miguel.
—¿Miguel? ¿Estás bien? ¿Que pasa, por qué me llamas a esta hora? :'v —Respondió Luis, tomando el celular en su mano con firmeza, esperando escuchar una respuesta coherente por parte de Miguel.
—No se... —.Exclamo Miguel, Luis se quedó un momento en silencio tratando de procesar esas simples dos palabras por parte del pelinegro. —¿Estás bien Luis? —
