Capítulo Uno. Chica Responsable

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Leyla.
-Se acabó jovencita, fuera de clase !Ya!- Creo que no le caigo bien a mi nueva maestra de biólogia.

Querido diario:
Estos maestros de hoy en día no aguantan nada.
El primer día de instituto comienza bastante mal ya que son las 10 de la mañana y ya estoy en detención.
Trato de ser positiva pero estoy apunto de pegarle a algo.
Esa maestra estaba chillando como una loca y yo solo le dije que cerrará el pico ¿y por eso me echa?.
Creo que mañana vendré con la boca cosida.

Un ruido espantoso me saco de mis pensamientos. Joder porque hay tanto escándalo por la mañana. Me gire a ver quien era y centre la mirada en un chico de pelo rubio con mechas azules, era ese seguro ya que era el unció presente. Lo mire con detenimiento, no era un chico feo, de echo era bastante atractivo tenía los ojos azules y era bastante alto, no pude evitar reírme al pensar que era el típico chico de película, creo que se dio cuenta porque me miro fijamente a los ojos y entro en la sala de detención como si nada.

-Riven, que alegria verte,¿Que haces aquí?-Riven, que nombre más raro ¿Que significa?. Se ve que se lleva bien con la maestra.

-Pati-dijo mientras le daba un abrazo-que bien te veo. Vengo a hacerte compañía he llegado tarde.

- Bueno, por una vez no pasa nada, ponte a leer anda- La mujer hizo una pausa, como si estuviera pensando algo, de repente me miro como si se le hubiera ocurrido una gran idea.

-Riven mira, ella es Leyla es nueva ¿Te gustaría enseñarle el instituto? Así os hacéis amigos y la íntegras bien.

No pude descifrar que quería decir la cara con la que me miro ese chico, me miro con asco, como si fuera una hormiguita.Pero cuando se giro a ver a la maestra puso una cara de ángel.¿Que cojones?.

-Claro pati, seguro que se lleva muy bien con todos- Al finalizar la frase me echo una última mirada, una llena de desprecio.

Decidí no hacerle caso,seguramente no había tenido mucho sexo esa semana.

Al terminar la hora de castigo guarde el dichoso diario en la mochila y me fui a por algo de comer, para mi desgracia el chico borde me siguió y peor aún me habló.

-He tu pelirroja de bote, tengo que enseñarte el instituto asique anda rápido que no tengo todo el día- Juro que si no hubiera estado castigada antes le hubiera pegado, pero tenía que contener mi ira o el diario sería mi menor problema.

-Mira rubito no se que imperio tendrás montado aquí pero pasa de mi ¿vale?- Coño que bien sentaba poner a la gente en su lugar. Eche a andar, aprovechando su momento de distraccion, creo que nunca me había echado cara.

Ese chico no arruinaría mi primer día de instituto, venga ya estaba cumpliendo un sueño, me acababa de mudar a Australia y me quedaba un año para ir a la universidad.
Fui a la cafetería pero ya se me había quitado el hambre, por suerte dos chicas bastante simpáticas me hablaron.
Verónica y alba, las dos eran muy buenas y a parte parecían modelos ¿Que comia la gente de este isntituto?

-Bueno Leyla ¿que te parece el instituto?-Me pregunto alba mientras apoyaba los hombros en la mesa para hacercarse más -¿Has conocido ya a Riven?.

-Si y es un idiota me a tratado súper mal y ni siquiera me conoce -dije bastante enfadada mientras recordaba como me había tratado.
Las dos chicas me miraron sorprendidas, muy pero que muy sorprendidas.

-¿Segura que estas hablando de Riven?- me pregunto verónica- Uno rubio con mechas y alto.

- Se quien es y si hablo de él- Esta conversación me estaba arruinando el día.

-Oye no es por nada pero es es imposible, Riven es conocido por ser el chico más simpático y amable del pueblo por no decir del mundo, todos lo aman ya sea joven o viejo.-Perfecto le había caído mal a la persona que todo el pueblo ama, día arruinado.

-Pues conmigo no a sido así y ya no quiero hablar más de él- finalice enfadada.

Creo que mi reacción las sorprendió porque hubo un silencio bastante incómodo durante unos minutos,no había sido mi intención.

- Oye chicas lo siento esque me enfado muy rápido, mi boca habla más rápido que mi cerebro.-

-No pasa nada, todos tenemos malos días, alomejor Riven tiene uno igual que tu.
Decidí cambiar de conversación y llevar el día lo mejor posible.
Las chicas me habían pasado sus contactos después de las clases y fuimos todo el camino a casa charlando.
Al llegar a casa hice las tareas y los ejercicios que me había mandado mi psicólogo para los ataques de ira, escribir un diario, meditar, no estresarme. La verdad esque había sido un buen día quitando algunas partes.
Llego la noche y con ella mis padres que venías de trabajar. Estábamos cenando tranquilamente.

-Bueno Leyla ¿Como a ido el instituto?- Me pregunto mi padre, ellos solían darme mucho espacio pero como cualquier padre normal querían saber de su hija.

-Bien, la gente es simpática, bueno todos menos uno. A sido un borde total.

-Leyla... Tenemos que hablar.-Habia hablado con ese todo, el típico todo de tenemos malas noticias- A tu padre lo han vuelto a llamar de la empresa y a aceptado.

No lo podía creer, nos habíamos mudado para escapar del trabajo de mi padre, habia dejado mi vida atrás para que no tuviera que volver a la empresa donde le habían tratado tan mal, aqui tenían trabajo ¿porque volvía allí?.Todos los esfuerzos que hemos echo para nada.

-Leyla antes de que digas nada solo serán unos meses, necesitamos más dinero, no podemos vivir aquí esta casa se cae a cachos.

Yo ya no escuchaba nada solo trataba de respirar y contar hasta 10.
Toda una vida a la basura por el bien de nuestra familia para que ahora volvamos a lo mismo.

-No necesitamos más dinero mamá y si lo necesitamos podéis conseguir algo aquí, papá no puede volver a esa empresa. El último ajuste de cuentas le costó la vida a un amigo suyo.
Esta casa no es pequeña solo hay que acostumbrarse- Vale había perdido el control, pero tenía una buena excusa, si algo le pasaba a mi padre solo por el dinero no se lo perdonaría nunca.

-Leyla, vete a andar. Ya- El tono de mi padre, tan seco, tan frío me dejó sin palabras.

Le hice caso, me fui a andar, de pequeña cuando me enfadaba y no sabía como gestionarlo me quedaba sin aire y me ponía azul, hasta que mis padres descubrieron que andar me calmaba, de pequeña me acompañaban pero cuando cumplí los 15 les pedí que me dejarán ir sola. Puede parecer que eran irresponsables pero una noche entera andando era lo que necesitaba para poder canalizar todo.
Solía llevar libros o el teléfono, aveces no llevaba nada.
Esta vez solo necesitaba escuchar algo de música y andar.

3.am
Llevaba más de 4 horas andando, no dejaba de darle vueltas a todo, no podía parar de pensar en el futuro, en el pasado y en el presente.
Había salido del pueblo o eso creo. Iba andando por un plano donde solo había una pequeña carretera.
A lo lejos vi luces de colores y ruido, no tenía otra cosa que hacer así que fui a mirar, yo era fiel creyente en la frase" la curiosidad mato al gato" no se porque, para no mentir yo siempre era muy curiosa en todo, buscaba todos los significados de los nombres de las personas, dicen que así las conoces mejor.
Me acerque y a primera vista solo parecían caravanas en círculo, pero después vi que era una fiesta y bueno colarse en fiestas de vez en cuando no está mal. ¿No?
Vale es verdad que parezco una adolescente estúpida pero ya casi no soy una adolescente porque voy a cumplir 19 y se defenderme bastante bien, solo robaría una cerveza y me iría. O al menos ese era mi plan, pero esque alli todo el mundo parecía tan feliz y relajado, todo el mundo me trataba como si fuéramos amigos y ni siquiera me conocían.
Asique como buena chica enfadada, decidí quedarme y meterme en un círculo de personas que iban a jugar a algo. Todos iban borrachos, nadie notaría que no había sido invitada.
Y podía hacer el ridículo, nadie me conocía.

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora