Capítulo 17:La Verdad.

6 1 0
                                    

Riven
Leyla se fue donde Helia y al volver estaba pálida, no me dejo ir, se veía realmente preocupada.

-Riven cariño mirame-Me decía mientras agarraba mi cara, yo solo imaginaba lo peor.

-Leyla que pasa, dejame ir.-Si hubiera querido podría haberla apartado como quien mueve un juguete, pero en el fondo no estaba seguro si quería ver lo que había.
Escuche a Helia llamando a la policía, ¿Que coño estaba pasando? ¿Policía?.
Leyla me obligó a que no sentarnos a la otra orilla de la carretera, empezó a llorar y a decirme cosas bonitas, esta situación me estaba poniendo de los nervios, ¿Que le hacia llorar?.
A los poco minutos Helia vino también, al igual que Leyla estaba pálido.
De repente los dos se miraron y asintieron para depsjes mirarme a mi,Leyla me agarro la mano con fuerza y Helia hablo.

-Riven, lo siento mucho de verdad-Su tono era serio, pero notaba su preocupación-Creo que hemos encontrado a tu hermano.

...

Por unos minutos no podía pensar, mi mente se quedó en blanco, quería estar triste, ponerme a gritar y a llorar pero no encontraba motivo. Aún así por alguna extraña razón estaba mal, me sentía mal.

La policía no tardo en llegar y acordonaron la zona, a nosotros nos llevaron a mi casa donde nos encontramos a mis padres devastados, mi madre se aferro a Leyla y se derrumbó en sus brazos, supongo que era por que era una chica, Leyla la acogió y la verdad que se lo agradecí porque lo que más me dolía de la situación era ver a mi madre tan debastada. Mi padre estaba serio, aunque tenía los ojos rojos, no lo reconocería pero seguramente habría llorado en el baño, el era de los que creían que llorar te hacía débil, en cierto modo yo pensaba lo mismo pero cuando estas con gente que quieres te da igual ser débil o no, supongo que por eso no lloraba, el no quería a nadie.
La policía nos informó de que los tres tendríamos que ir a declarar, eso me parecía una gilipollez, era como si creyesen que seríamos capaz de matar a mi hermano, a otros si, pero no a mi hermano, por mucho odio que le tuviese.
Helia se marcho despues de asegurarse de que estaba bien, se despidió de mi madre con un fuerte abrazo y a mi padre ni lo miro, lo cual tampoco me sorprendió.
Le dije a mis padres que Leyla dormiría conmigo y debido a la situación ninguno puse pegas.
Al entrar a mi cuarto ella se lanzó a mis brazos y me permitió sentir, no tristeza, no felicidad, simplemente sentir.
Después de ducharnos y ponernos el pijama nos echamos a dormir, lo que me sorprendía de ella y que descubrí el día que matamos a su padre esque daba igual lo que hubiera pasado, por muy macabra que hubiera sido el día ella podía dormir como un bebé en menos de 5 minutos. Era impresionante pero me alegraba, era de las pocas veces que se relajaba y dejaba de pensar.
Yo sin embargo no pude dormir, pensaba en que in podría haber sido, pensaba en el porque, en el cuando, y sobretodo porque no me sentía triste. No digo que estuviera feliz, pero era como si me diera igual, ¿Porque sentiría pena del causante de todas las palizas que me han dado en mi vida?.
No podía parar de pensar y por alguna razón Leyla siempre sentía eso, se medio despertó y todavía con los ojos cerrados me dio un beso en la frente y me abrazo. Adoraba cuando me besaba en la frente.

-Riven.-Dijo con voz de dormida.

-¿Si chispas?.

-Te quierooo-Susurro.

-Yo más chispas.

Gracias a ella pude coger el sueño.

Leyla
Cuando desperté estaba amaneciendo, tenía mil mensaje de Helia, que pereza una no podía ni dormir tranquila.
Le dije que viniera a la casa de Riven y que de allí fuéramos a la mía, sinceramente no me aparecía volver sola y de paso hablaríamos.
En un momento mira a Riven, se veía tan tranquilo, anoche seguramente no durmio de tanto pensar, estaba segura que aunque la muerte de su hermano fuera trágica el estaría mejor depsjes de que pasara todo.
Decidí no depsetarlo y prepararme en silencio, le robe una camiseta y una sudadera y me fui, le deje una nota en la mesita de noche que posiblemente leería.
Al salir me encontré con Helia, tenía cara de amargado, por primera vez desde que nos conocimos caminamos completamente en silencio fue lo mejor porque yo estaba medio dormida, aproveche para comerme el chocolate que me había traído y pensar en lo que le diría.
Al llegar a casa y entrar empezó a gritarme.

-¡Leyla como se te ocurre!¿Sabes lo que pasara como te pillen?.

-Helia relajate no me van a pillar y en el caso de que lo hagan tu no estarás implicado.

-Ya no es eso Leyla, has matado a Roy, si Riven se entera no volvera a hablarte.-Vale si lo había echo, pero nadie iba a hacerle la vida imposible a mi novio.

-Gritalo más creo que la policía todavía no te escucha.

-Dejate de sarcasmo Leyla,  ¿Que vas a decir?Esque de verdad¿Como se te ocurre dejarlo en el camino por el que siempre vas?

-Para haber matado a tanta gente pareces tonto, nadie lo haría por eso es tsn buen lugar, además diré lo mismo que tu y Riven, andábamos por allí y lo encontramos, además la familia de Riven es la más querida no nos atosigaran mucho.

-Mira leyla, de verdad que se porque lo has echo, yo también llevo queriendo hacerlo muchos años, pero deberías habérmelo contado antes.

-Lo se y lo siento ¿Vale?, la próxima vez te lo diré.

-¡No habrá próxima vez!

Y allí rompí a reír, Helia era de las personas que hacían gracia cuando estaban enfadadas y además claro que no habría próxima, matar gente agitaba un montón y ya estaba empezando a tener pesadillas.
Además de que me dolía mucho el cuello de cargar con el pesado de Roy.

En una cosa si que pensé, ¿Que pasara cuando Riven se entere?

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora