Capítulo Catorce: La Posibilidad

10 3 1
                                    

Riven.
Habían pasado dos semanas desde que tuvimos ese encuentro con el padre de Leyla, su madre no aparecía y por su bien cambiamos las cerraduras de su casa y reforzamos la seguridad. Nuestra amistad creció y ahora ella, Helia y yo eramos inseparables, cierto era que teníamos muchas peleas, pero todas insignificantes.
Estábamos mejor que nunca y por primera vez desde que la conocía por fin la veía tranquila. También empezó a trabajar en una tienda del pueblo porque no estaba recibiendo ingresos por parte de su madre.
En cuanto a mi nada habka cambiado, mi hermano seguía amargando me la vida pero dese Leyla ya nada me enfadaba, mi padre y yo peleábamos más pero mi madre siempre intentaba que estuvieran el máximo tiempo fuera para dejarme en paz. Lo único que cambió fue que yo también emepzd a trabajar en la misma tienda de Leyla para poder estar más con ella. Todo era jodidamente perfecto y daba gracias a dios por ello.

Un día Leyla y yo salimos de trabajar y fuimos a casa de Helia, sus padres habian ido a un concierto y nos invito a dormir. Al llegar Leyla se fue a cambiar al cuarto de Helia mientras le esperábamos en el salón.

-Y bien. ¿Cuando le dirás que estás loco por ella?.- Me pregunto Helia aprovechando en momento.

-Que coño dices, no estoy enamorado de ella.- Si seguía sin admitirlo, pero eduwe todo iba tan bien que no quería cambiar nada.

-Tío, ella te quiere, tu le quieres.¿Porque no salís ya?.

-No sabemos si ella me quiere.

-Te dice te quiero todo el tiempo, que etsa enamorada de ti y más de una vez os e vsoto besándoos. ¿Que más quieres?.

-Joder Helia no es tan fácil, no quiero cambiar esto, estamos tan bien que al mínimo cambio siento que todo se irá a la mierda.

-Lo que se irá a la mierda es lo vuestro como sigas asi. Leyla es perfecta para ti.

-Tienes razón si ya lo se, pero no se que decir o hacer.

-Helia te cojo una sudadera.-Grito Leyla.

-No hay problema.- Le respondió- Ya hablaremos de esto Me dijo levantándose.- Ey Leyla ¿Que quieres de cenar?.

Ella bajo corriendo las escaleras como una niña pequeña, tenía su pijama de ositos rosas y la sudadera gigante de Helia. Lo bueno de esta amistad esque los tres nos habíamos visto en las peores, asique que más daba vernos en pijama.
Cada vez que hacíamos una fiesta de pijamas intentábamos llevar nuestro pijama más ridículo pero casi siempre ganaba Leyla.

-Esta vez siento decirte que he ganado yo querida Leyla.-Dijo Helia enseñando su pijama de patos con un gorro de noche.

-No se de donde sacáis esos pijamas, pero esta vez... Habéis perdido.- Dije enseñando mi poderoso pijama de príncipes disney.

-Aaaa me encanta-Grito Leyla saltando sobre mi. Era una mania muy fea que tenía, pero me encantaba.

-Entonces ¿Que queréis de comer?.

-Pizza.- Dijimos Leyla y yo a la vez.

-Esta bien, iré a pedirla.

Y así hizo. Al irse de la habitación cogí a Leyla y nos tiramos en el sofá, era imposible no besarla todo el tiempo. Ella y yo teníamos un acuerdo mudo en querenos y sernos fieles, pero ninguno de los dos había dado el paso para aclarar nada. Pero quería que fuera mia ya y poder besarla siempre.

-Leyla-Dije entre besos.- Te quiero, te quiero de verdad.

Ella se me quedo mirando, al principio pensé que la había cagado pero al ver esa sonrisa me di cuenta de que ella lo había deseado tanto como yo.

-Yo también te quiero Riven, de verdad de la buena.

-Entonces...¿Que somos?.- Solte la pregunta como si fuera una bomba.

-Pues... Tu eres mio, yo soy tuya. Y ahora podemos besarnos en público.- No pude ser más feliz. Estaba en el cielo-Quita esa sonrisa bobo y bésame.- y así lo hice.

La cosa se estaba subiendo de todo, y teniendo en cuenta que Helia estaba en la habitación de al lado tampoco podíamos hacer mucho, pero Leyla que no tenía vergüenza alguna ya me estaba quitando la camiseta. Pero de repente paro.

-¿Que pasa?- Le pregunté.

-¿Quien coño te a echo eso?- Me pregunto señalando el moratón que tenía en el estómago, mierda.

-Leyla no es nada te lo prometo- Ella ya se estaba levantando cusndi la agarre de la mano y tire hacia mi. Al girarla ya tenía la firmas en los ojos.

-No puedo creer que tu hermano siga haciéndote eso, lo voy a matar.

-Lo siento mi vida pero el es el ojo derecho de mi padre y si le dice algo me irá peor.

-Y porque no te vienes a vivir conmigo- Me dijo agarrando mi cara Ven conmigo mi amor, mi madre no aparecerá y seremos felices.

-¿Y de que viviremos chispas?.

-Yo tengo mi herencia Riven, las tarjetas de mi padre no han sido bloqueadas y están llenas de dinero. Terminemos los estudios y largemonos de aquí.

-¿Te acabo de pedir ser mi novia y ya me pides que vivamos juntos? Soy irresistible ya lo se pero controlate.-Le dije de broma.

-Ja ja, lo digo en serio Riv, si te vuelve a tocar lo voy a matar.

-Dejémonos de asesinatos por un tiempo ¿Vale?.-Ella asintió y la abraze, no era tan mala idea vivir con ella, prácticamente vivíamos juntos.

Helia volvió y pusimos una película, pero en mitad a Leyla le dio hambre asique fuimos los tres a las 2 am a por un par de gominolas para ella. Al entrar a la tienda 24h nos encontramos a mi hermano.

-Pero si esta aquí Riri, ¿Que tal hermanito?- Dijo pasando su brazo por encima de mis hombros, podía notar la mirada de Leyla matandolo y creo que el también.

-Que coño quieres Roy-Le dijo chispas.

-Ey guapa no te pongas así y no digas palabrotas que en las tías queda mal.
¿A donde vais así de ridículos?.-Dijo mirando nuestros pijamas.

-Pensábamos que los gilipollas se iban a dormir temprano- Le respondió Leyla otra vez.

-Mira bonita será mejor que me respetes o acabaremos muy mal-Roy le agarro de la mandíbula y apretó, notaba a los dos en tensión y justo cuando fui a lanzarme Helia me detuvo.

-¿Que coño hacer Helia? Suéltame.- Para ser tan canijo tenía fuerza, eso era de quemar cadáveres.

-Callate y mira capullo.

Helia y yo miramos la situación, de un monto a otro Leyla le pego una patada en los huevos a Roy y lo vimos caer al suelo, sus amigos empezaron a reír y nosotros también, era imposible no hacerlo.

-Escuchame bien imbécil, vuelve a tocarme a mi o a alguno de estos dos y te juro que te mato.- Es a última frase la dijo tan seria que hasta los amigos de Roy dejaron de reirse, ellos alomejor no se lo tomaban tan enserio, pero a Helia y a mi se nos heló la sangre.

Ellos se fueron y nosotros compramos lo que queríamos, volviendo a casa Helia le dijo a Leyla el miedo que daba y pasaron a hacer chistes malos, pero yo si que me quedé pensando en la posibilidad de que a Leyla se le fuera la cabeza y lo matará, pensé que alomejor y solo alomejor eso no sería tan malo.

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora