Capítulo 7: Venganza.

12 3 0
                                    

Riven:
Por mucho que intente mantener la calma no podía, imaginar a ese hombre todando a Leyla me daban nauseas.
Mire a Helia, quien al igual que yo se veía enfadado, pero aún más, sorprendido y lo entiendo, cuando hablas de Leyla piensas en una chica fuerte que te mandara a la mierda, sin embargo estaba aquí llorando en mis brazos.
Mira a Helia, el sabía lo que pasaría esta noche, no tuve que decirle nada, simplemente asintió y salió de la biblioteca.
Tenía a Leyla abraza a mi como si te miera caer, y yo la sujetaba como si de verdad fuese a hacerlo.
Mi cabeza se volvió loca, las únicas escenas que sucedía era yo torturando a ese cabron. Tenía mil cosas planeadas para hacerle, sonreí un poco de la satisfacción que me dio saber que no aguantaría ni la mitad, iba a pagar por tocar a Leyla, no solo pagaría, si no que rogaría psra que tuviera piedad.

-Riven-De repente todas esas imágenes se desvanecieron, baje la cabeza y vi a Leyla agarrada a mi cuerpo, era una imagen preciosa y desgarradora.-No me dejes sola- Esas palabras se me clavaron en la mente.

-Leyla, mientras yo viva tu no estarás sola, te voy a proteger, ese hombre de esta noche no pasa.- Sentí como se pegaba más a mi cuerpo y para ser sincero, me gustaba poder protegerla.

-Riven, no quiero que hagas nada, no te metas en líos.- Era gracioso, ella está noche pasaría una tortura pero se preocupaba de que no me metiera en líos.

- Mi dulce chispas, no me voy a meter en problemas.- Le di un beso en la frente y me levante-Vamonos anda tienes que descansar algo.

-No podemos irnos del instituto.

- Se te olvida que yo soy un príncipe encantador- No era momento para bromas, pero ver su sonrisa me alegro el día. Mire sus ojos, estaban rojos e hinchados, pero hay seguía ella dentro de sus ojos seguía su fuego.

Al final si que nos dejaron salir, con una pequeña mentirijilla pero se logró.Recibí un mensaje de Helia, el ya estaba en mi casa y como siempre estaba completamente vacía.

-Vale, por suerte no tendrás que soportar a Roy, Helia me a dicho que esta vacía.

- ¿Como sabe Helia eso?.

- Tiene las llaves de mi casa.

-Sois muy ratitos ¿lo sabías?.-
No tiene nada de raro, Helia es para mi más hermano que Roy.

-Escuchame Leyla Le dije antes de entrar a mi casa- Helia y yo vamos a ayudarte, pero tienes que hacer lo que te digamos, hoy no puedes ser testaruda.

Leyla:

No entendía nada, pero confiaba en Riven más que en nadie. Me pregunté porque, lo conocía de hace poco y a veces era un idiota. Pero esa noche le estaba confiando todo y no dudaba de nada.

Al entrar a la habitación de Riven me sorprendi, no era como esperaba, yo imaginaba una habitación llena de fotos con un montón de gente y muchas cosas de chico popular, pero era muy mínimalista, estaba llena de discos de música y sus paredes estaban repletas de dibujos, todos preciosos por cierto. El era un artista sin duda.

En la cama estaba Helia, esperandonos, me había comprado unos chocolates para que se me pasara la angustia, estos chicos eran demasiado buenos nos.De repente se pusieron serios, me sentaron en la cama y me miraron como si me fueran a interrogar.

-Leyla tienes que contarnos todo, todos los detalles,si ira acompañado o si tiene armas.- Nunca me imagine a Helia diciéndome eso.

-Yo...- No sabía que decir. Abrirme en mitad de una crisis es una cosa pero ahora mi cabeza me estaba diciendo que la había cagado.

-Hey chispas,tranquila, a tus padres no les va a pasar nada y a ti menos-Me dijo Riven mientras agarraba mi mano.

-Esta bien. Darkar es un hombre bastante poderoso de donde eramos nosotros, mi padre trabajaba en su empresa pero sucedía cosas muy turbias, un día mataron a un buen amigo de mi padre y le afirmaron que el seria el siguiente, por eso nos mudamos aquí. La noche en la que nos conocimos Riven y yo estaba enfadada porque el había aceptado volver unos meses, mis padres son codiciosos y quieren más dinero del que necesitamos, asique justamente hoy a las 8 pm se van al aeropuerto. Creo que por eso me cito, sabe mi madre llegará en unos días.- Al terminar vi sus caras, pero sobretodo me fije en Riven, se que intentaba mostrarme que estaba tranquilo, pero sus ojos se habían puesto grises, casi podía escuchar todas las maldiciones que estaba pensando. No tiene armas y nunca va acompañado.

-Muy bien Leyla- Me dijo Helia acariciandome la espalda.

- Muy bien este es el plan-Riven se puso en pie mientras hablaba-Leyla tu vas a ir y te reunirá con el, voy a localizar tu móvil en todo momento y yo iré detrás de ti, Helia se ocupará de lo demás. Leyla tienes que prometer que no le dirás a nadie lo que pase esta noche.

-Prometido-No entendía nada, pero ellos se ve que si y con eso me bastaba.

- Muy bien-Me dijo volviendo a abrazarme, me dio un beso en la frente, beso que apago todos mis sentidos.-Helia ve preparando todo, ven a las 12 para prepararnos.

-Mucha gracias Helia, no sabes lo mucho que significa.

-No te preocupes Leyla, algún día matarás a alguien por mi estoy seguro, ahora tu eres de las nuestras.- Helia era como un hermano mayor.

-Vente chispas tienes que dormir algo, tumbate en mi cama yo estaré aquí no te preocupes.

-Riven...- Creo que mi cara se puso del color de mi pelo por primera vez en mi vida- Abrazame por favor.

El me sonrió, se acerco a mi y así lo hizo. No se cuando paso pero al final nos tumbamos, agradecí que no me soltara ese día, sentí que si el salía de esa habitación no volvería a verlo, asique lo agarre tan fuerte como pude.

-Chispas, no me voy a ir, te lo prometo-Esas palabras hicieron que se me saltarán las lágrimas, no quería que me viera, me veía débil.

-Mirame chispas- Me dijo levantándome la barbilla para que lo mirase. Sus ojos volvían a ser azules, en ellos veía el agua de un río, pero veía más que eso, veía sus emociones y su alma.-Llora tranquila mi niña, nadie va a tocarte ni un solo pelo.

Y así lo hice, llore todo lo que lo había llorado en años, su respiración me calmo y de un momento a otro me quedé dormirda. Quería despertar, asegurarme de que seguía a mi lado, pero estaba tan cansada que no podía.
En un momento sentí como me acariciabs la espalda y hay supe que el de verdad no se movería de allí, y fue cuando pude dormir tranquila.

Riven:
Tenía a Leyla abrazada como un koala a mi, quien me lo habría dicho.
Esta noche pasaría algo y alguien no sabía muy bien quien no iba a sobrevivir. Lo unico que tenía claro esque nadie iba a tocar a mi Leyla.
Pensé en lo que me había dicho Helia. Estaba seguro de que no sentía nada por Leyla, solo quería protegerla porque era mi amiga y me necesitaba.

Verla allí tumbada la hacía parecer tan débil, pero ella era de todo menos débil, por eso me cabreo tanto que alguien la hiciera sentir así. Ese desgraciado iba a desear no haber nacido.

Leyla se quedó dormida, pero aún no parecía tranquila, agarraba mi camiseta como si fuera a escaparme, no pude evitar sonreír, le empecé a acariciar la espalda, no quería despertarla porque no había dormido nada esa noche, pero no quería que creyese que me había ido, asique opte por las caricias, un acto de presencia que no la despertaría pero si que la relajaria.
En algún momento de esa tarde yo también me quedé dormido, estaba relajado, como mucho hoy vendría mi madre a casa y ni eso creía. Dormir con Leyla fue como cuando ves tu película favorita por primera vez.

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora