Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus Ojos

Capítulo Diez: Un Nuevo Inquilino

Leyla:
Por fin llegó la hora de la salida, no sabía lo que me esperaba, pero fui lo más deprisa que pude a por Riven.
Efectivamente cuando llegue a casa ellos estaban allí esperandome, Riven se veía demasiado inquieto, el era de los típicos que fluian como el agua pero todo ese día había estado alborotado.

-Hey chicos, pasad-Dije abriendo la puerta de mi casa, al entrar me di cuenta de que estaba bastante desordenada- Perdón por el desorden, ya recojo.

-Leyla esto es serio, siéntate en el sofá Me dijo Riven con el mismo tono de voz con el que me hablo el día de la biblioteca.

-Esta bien ¿Que pasa?.

-Mira Leyla antes de nada te he traído un chocolate- Me dijo Helia.

-Como me sigas dandome chocolate tendré que ir al gym- Dije, pero ninguno se rio, que incómodo.

-Mirame chispas, antes de decirte esto quiero que sepas que no tienes que tener miedo, Helia y yo vamos a ser tu sombra a partir de ahora- Cuando te dicen que no tengas miedo es cusndi realmente llega el miedo, pero me mantuve callada para no fastidiar nada.-Leyla, la banda de Darkan te busca, te quieren vender como una esclava en oriente.

No pude evitarlo me partí de risa en sus caras, eso era lo peor que me habían dicho nunca, ellos se mantuvieron totalmente serios lo que me dio más risa todavía, no esque no les creyese, de echo estaba muerta de miedo, pero mi mecanismo de defensa era reír. Pero no funcionó durante mucho tiempo porque me puse a llorar en cuanto asimile la situación.

-Leyla no te va a pasar nada, somos expertos en esto, podemos matar a quien se te acerque y no haremos-Helia era un amor intentando tranquilizarme pero de verdad que nada servía.

-Mirame chispas, te juro por mi vida que si alguien te toca no morirá, lo mantendré vivo en mi puta habitación hasta que se vuelva loco.-Este no era el Riven que yo conocía, parecía otra persona, pero de cierta manera me dio algo de seguridad.

-¿Como sabéis todo esto?Están aquí ¿verdad?- Los dos chicos me miraron, no hacía falta que me respondieran, sabía que si.

-Lo averiguo Helia, es un friki de las darks weebs y cosas así, te están vendiendo y ya tienes un comprador, siento ser tan directo chispas peor tienes que saberlo todo, necesito que me hagas caso.- Necesitaba asimilarlo todo, pero daba igual cuando tiempo me dieran no lo conseguirá.

-Esta bien-Fueron las únicas palabras que pude articular.

-Leyla este es el plan, necesitamos saber quienes son, donde estas y cuantos son. Lo último que queremos esque corras peligro pero vamos a hacer un plan, y tu serás el cebo, yo me voy a encargar de todo no tengas miedo.-Helia era un chico muy inteligente, si el me tuviera que operar incluso sin el doctorado no tendría miedo.

-Confío en vosotros.

-Helia pon las cámaras, y mira si hay micrófonos.

-¿Cámaras?- Le pregunté a Riven.

-Son necesarias chispas, voy a estar pegado a ti, pero es por si acaso pasara algo.

-Riven tengo miedo-Le confesé al oido.

-Chispas, si te pasa algo me muero-Esa confesión fue todo lo que necesite para confiarle algo más que mi vida.

-Tío no hay nada, las cámaras las pondrán mañana, me voy tengo que preparar las cosas-Le dijo Helia a Riven mientras cogía sus cosas.-Adiós Leyla, no tengas miedo, eres fuerte.-Me dijo dándome un abrazo.

Riven y yo nos quedamos un rato más sentados, sin hacer literalmente nada, creo que el sabía que tenía que asimilar todo esto y agradecí el espacio. Al rato me rufian las tripas de hambre y fui a ver que había de comer.

-Riven ¿Te apetece pasta?- Le pregunté.

-Claro chispas, ha por cierto, dormiré aquí hasta que vuelva tu madre.-Otra vez me dejó sin palabras, que habilidad.

- ¿Y a quien le as pedido permiso?-Le dije en tono sarcástico.

-Bueno teniendo en cuenta que mataré a todo el mundo por ti lo más justo esque me des refugio.-Me respondió con menos sarcasmo.

-¿Que pasa con tus padres?

-Me e quedado incluso un mes con Helia, les diré que estoy con el.

No conteste más, no parecía mal plan, pero acabaría llendo se a la semana, nadie aguantaba mi carácter mucho tiempo, me reí para mi misma, imaginarme a Riven tirarse de los pelos por mi era gracioso, luego lo pensé mejor y me dio un poco de miedo que se fuera de mi vida.

-La cena esta lista.-Le dije sirviéndole el plato.

-Wuau, pensaba que al final habría que pedir pizza.

-Que gracioso eres siempre- Le dije sarcasticamente.

-¿Nunca te an dicho que eres la Reyna del sarcasmo?

-Para nada-Dije comiendome los espaguetis

Hubo algo de silencio hasta que Riven lo rompió con la pregunta del millón.

-Dime chispas, ¿Como te va con tus padres?.

-¿A que viene esa pregunta?-Le dije riéndome.

-Tu contesta.

-Pues muy bien, a parte del problema este, ellos siempre an sido buenos, salvo algunas peleas, nunca me alzaron la voz ni me pegaron, con mi madre siempre a sido más difícil, supongo que era porque era la uncia presente, mi padre sin embargo era todo diversion y me compraba todo lo que quería, siempre fui su princesita.-
Lo vi procesar cada palabra que había dicho, como si buscará algo más.-¿Y tu con tus padres que tal?

-Pf mis padres son unos capullos, nunca nos han echo mucho caso, creo que por eso Roy es así, por eso digo que Helia es mi única familia. Sabes chispas, cuando crezca no quiero tener dinero, todo veien por su culpa, yo quiero vivir en una casita en el campo, con mi bella esposa y unos preciosos mellizos y aloemjor con un cerdo.- Me hizo gracia, pero luego me pareció tierno, Riven era mucho más que un rubio chulito, tenía un corazón precioso.

-Mi sueño siempre ha sido vivir en mitad del campo, pero en Italia.

-Te llevaré chispas, no te preocupes.

Y con eso volvimos al silencio, pero con el nada era incómodo, era perfecto. Todo lo que decís Riven era tan bonito que me gustaría poder ponerle posist como en los libros.
El era importante para mí y presentía que yo para el igual. No podía parar de pensar en el, al levantarme y al dormir siempre algo se relacionaba con el.

Riven.
Por fuera intentaba mantener la compostura por chispas pero era incapaz, estaba aterrado de que le pudiera pasar algo, tenía que matar a esa gente o matarían a mi Leyla.

Por lo menos el sabor de la pasta me distraía, estaba pasada, según Leyla ella la come así, pero yo creo que se le había pasado.
Después de comer me enseño su cuarto por primera vez, estaba lleno de libros y de cosas colgadas en la pared. Ella vivía en las nubes, y era lo mejor que podía hacer.
Llegó la hora de dormir, por primera vez la vi en pijama y por dios, estuve riéndome 10 minutos sin parar, su pijama de chica dura era de stich.
Aún así ella estaba preciosa.

No pasó mucho rato dese que nos acostamos cuando ya se había dormido, con todo el estrés de ese día era lo más normal del mundo, pero todo lo que ella dormía yo no podía, mi cabeza estaba recreando mil imágenes de Leyla mal parada y se me estaba rompiendo el corazón en mil pedazos.
De repente la escuche sollozar.

-Hey chispas,¿que pasa?-No obtuve respuesta, pero si a una Leyla abrazada a mi de nuevo, estaría teniendo una pesadilla.
Le acaricié la espalda hasta que se volvió a tranquilizar. Me gustaría poder leerle la mente y saber cuando tenía miedo y cuando no.

-Leyla... Nadie te va a tocar, prefiero morir a que sufras.