Capítulo Doce: Algo Más

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Leyla:
Al despertar vi a Riven dibujando algo, me había dicho que sabía dibujar pero nunca vi ningún dibujo suyo.

-¿Que dibujas?-Le pregunté medio dormida todavía.

-A ti- contestó sin apartar la mirada del dibujo.

-¿Me dejas verlo? Porfaaa.

-Ya lo verás Leyla, ahora deberías comer algo.

-Tu también, tengo ganas de una hamburguesa ¿Y a ti?- Me miro con una sonrisa y asintió, hoy se veía especialmente relajado, a parte de la pelea.-Pediré a domicilio.

Llame y me dijeron que tardarían más de lo esperado por la alta demanda, jo con el hambre que tengo.
Me senté al lado de Riven y me acurruque a su lado, intente echar un vistazo al dibujo pero no me dejo. Estando con el siempre me sentía bien y eso me daba miedo.

-Riven, siempre que estoy contigo siento que me vas a abandonar- Dije abrazándome a su brazo.

-Leyla...-Dijo dejando el dibujo de lado.-Solo la muerte nos va a separar.

Riven me creaba las típicas mariposas en el estómago, me hacía sentir de todo, incluso enfado, lo cual a veces me desesperaba pero, siempre antes de dormir pensaba en el, y cada día tenía más claro de que lo quería.

-Leyla ven aquí- Me dijo mientras me ponía encima suyo.-Te Quiero- Susurro. Esa frase me partio el corazón y cada uno de los cachitos se fue para el.

-Yo más,Riven.

No pude evitar besarle. Fue un beso lento y muy tierno, pero sentía la desesperación de Riven, me agarraba como si fuera a irme y para que mentir, yo aveces también pensaba eso por eso me gustaba tanto.

-Riven esto está mal.-Decía entre beso y beso.

-Shh chispas, no me voy a ir, no esta mal.

Tenía razón, nada de esto estaba mal, pero en solo pensar que la estaba cagando me daban ganas de llorar.
Pero luego abrí los ojos y lo vi, vi sus ojos y su preciosa cara, también veía amor. Asique decidí dejarme llevar y el lo supo.
Bajo sus manos hacia mis caderas y ejerció algo de presión, estaba excitado y me lo hizo saber.
Riven me volvía loca, me encantaba todo de él y necesitaba más, mucho más, estaba loca por el y por suerte o por desgracia vivía por el, gracias a él. Y no solo porque me salvara la vida, si no porque antes de el mi vida no tenía sentido y desde que lo conocí no tenía motivos para llorar.
Sus besos me hacían perder la cabeza y por primera vez desde hace mucho tiempo pude dejar de pensar en todo, deje que me tocará, que me besara, que entrará a mi corazón.

Riven

Me estaba volviendo loco, yo quería a Leyla, en el fondo lo sabía.
La quería desde la primera vez que la vi enfadada, toda ella me estaba robando el corazón y por mucho que lo negase, daría mi vida por ella.

Estaba tan jodidamente caliente que sentía que iba a explotar. Había tenido novias antes, echado algunos polvos, pero Leyla era la puta droga más adictiva que existía.
Era puto perfecta.

Y de repente como siempre, nos interrumpieron el mejor momento. La puta hamburguesa de Leyla, si no la quisiera tanto me echaría la bronca.

Al pagar y recoger la comida ninguno de los dos hablaba, pero gracias a dios nunca era incómodo.

-¿Quieres ver una película?-Le pregunté

-Siii, Rapunzel, si duda. Es mi película favorita.

-No se porque no me sorprende.

Y así fue, nos acurrucamos en el sofá viendo la película, era impresionante como estando en un pijama de dibujos de niños y con el pelo emarañado estaba mil veces más guapa que cualquier que existía.
Por primera vez sentía que esto era la realidad, ver a la perosna que quieres con la cara llena de queso mientras disfrutáis de una peli, sin maquillaje ni mascaras y sin mentiras, todos nuestros defectos al aire y aún así querernos. Esto es lo que buscaba y no podía haber mejor persona para dármelo.
Llego el momento de los farolillos y vi como Leyla se separaba de mi, me extrañe pero decidí observarla. Mientras veía como se iluminaba el cielo vi sus ojos brillar y poco después llenarse de lágrimas.

-Hey chispas ¿Que pasa?-dije secándole las lágrimas.

-Mi sueño es eso.

-¿Los farolillos?

-Que me quieran así.

Esa respuesta me pillo desprevenido, no pude evitar sonreír, iba de dura pero era una niña pequeñita. Una que deseaba ser amada.

-Leyla, voy a quererte como tu quieres y voy a cumplir todas las promesas que te haga.-Vi como botaban más lágrimas de sus ojos, veía que estaba rota por dentro, pero yo iba a curarla.- Te quiero, mi vida.

Leyla.
Riven y yo ya habíamos terminado la película, estábamos recogiendo para ir a dormir cuando recibí una llamada, era mi padre.

-Riven... No puedo, no puedo.- Como iba a hablar con el depues de que me vendiera.

-Sh sh Leyla si puedes, si se entera de que lo sabes será peor.

-Esta bien.

-Hola mi niña ¿Como estas?- Me preguntaba como si se preocupase por mi

-Muy bien ¿Y vosotros? ¿Cuando viene mama?

-En tres días, ya te echo de menos, en menos de 2 semanas estoy allí Ley.

-Si, yo también te echo de menos.-No sabía que más decirle, me estaba mintiendo en ma cara como si nada.

-Bueno cariño te dejo.

-adiós....-Dije antes de colgar.

-Lo as echo bien chispas-Dijo Riven acogiendome en sus brazos.

-Vamonos a dormir ¿Si?

-Vamos.

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora