Capítulo Nueve: La Banda.

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Riven
"Todo estaba muy oscuro, no veía absolutamente nada, en la oscuridad escuchaba a alguien gritar, me sentía aturdido y no podía orientarme, intente buscar a la persona que gritaba pero no podía. De repente caí, esos gritos no eran de alguien cualquiera, era Leyla. Empecé a correr, no sabía donde iba pero necesitaba encontrarla, no psia gritar, no podía hablar solo podía correr en busca de Leyla. Cuando la encontré ya era tarde, la vi en los brazos de ese desgraciado, el tenía su cuerpo sin vida."
-!NO!-Grite exaltado, al levantarme me di cuenta de que todo había sido un sueño. Y de que Leyla estaba a mi lado.

-¿Riven?¿Estas bien?- Me pregunto todavía dormida, se sentó en la cama, en la oscuridad todavía podía ver sus ojos brillar.-Dios mio estas empapado en sudor.

-Lo siento, a sido una pesadilla.

-Tenía que ser muy mala porque as gritado como si te hubieran matado.- Dijo sonriendo.

-No, era algo mucho peor, pero no es real, estas aquí conmigo.-Dije volviendo a tumbarme y abrazandola de nuevo.

-Riven, no te preguntas que pasara mañana.

-¿A que te refieres?

-Hemos matado a alguien y nos hemos besado, ¿Algo va a cambiar?- me pregunto acomodándose en mi pecho.

-Leyla ¿Te estas enamorando de mi?-Le dije en tono burlon.

-¿!Que¡? Claro que no, ya te gustaría Dijo sobresaltada.

-Es broma chispas no te pongas nerviosa, se que te voy a volver loca un día de estos.- Eso no fue tan broma.

-Riven por favor, vas a caer rendido a mis pies de un día a otro.- Los dos nos reímos, para después acabar en un silencio cómodo.
La abraze, la abraze muy fuerte, ese sueño era la peor pesadilla que había tenido y me daba miedo que se hiciera realidad, con el simple echo de pensar que algún día podría no estar a mi lado volví a temblar, tenía ganas de encerrarla y protegerla de todo, pero ella no necesitaba eso, se que era ella quien en verdad me cuidaba a mi.

Ya por la mañana la acompañe a casa para que se cambiará y fuimos juntos al instituto. Ella se fue con esas amigas suyas y yo fui en busca de Helia para saber si ya había echo el trabajo sucio.
Vi a Helia a lo lejos, venía muy rápido hacia mi y no con buena cara, me preocupe para que mentir.

-Riven tenemos un gran problema, ese hombre no era el unico que venía esa noche, Leyla tiene detrás a toda una puta banda, no iba a etsra con ella la iba a vender a algúna mafia rara.-Me quede anonadado, por un segundo rogue que esto fuera otra pesadilla o que fuera una broma, pero se ve que no lo era.

-Helia, aqui no, al baño ya.- y así lo hizo, ando hacia el baño y yo fui detras, al asegurarnos que no había nadie ya estuve tranquilo.-Ahora habla.

-Ese hombre en efecto es el dueño de una empresa, pero no es solo una empresa, detrás de ella hay miles y miles de muertes, tráficos y delitos que no quiero ni saber. El padre de Leyla no es un empleado cualquiera, es parte de esa mafia, el fue el que la vendió a su jefe, por eso sabía donde estaba.-Me estaba hirviendo la sangre- Esa noche varios de sus hombres la llevarían a oriente para venderla como esclava sexual.

Necesite un segundo para asimilarlo todo, no podía creer todo lo que le iban a hacer a mi Leyla, no pude evitar pensar en lo que le hubiera pasado si no me lo llega a contar, imaginar a cualquiera poniéndole la mano encima me mataba.

-Helia, ¿Como sabes todo esto?- Era lo más importante ahora mismo.

-Joder Riven sabes que soy un friki con estas cosas, además no es muy difícil investigar a ciertas personas si tienes algunos conocimientos.

-Helia necesito saber si estás conmigo o no, porque te juro que mataré a todo el que intente tocar a esa chica.- Lo decía enserio, no conocía a chispas de hace mucho, pero no le iban a tocar ni un puto pelo.

-Riven eso ni se pregunta, Leyla es especial para ti, pero para mi también- Sonreí al escuchar sus palabras, sinceramente no sabría que hacer sin el.- Ahora no puedes decirme que no estás enamorado de ella.- que forma de cortar el royo joder.

-Helia no estoy enamorado de ella, haría lo mismo por ti.-Me miro con u típica mirada pero no dijo nada más.- Tenemos que buscarla y contárselo todo.

-He tio, no le digas lo de su padre, todavía no.- Tenía razón, ya tenía suficiente con una banda detrás para que encima supiera que era por su padre.

-Tienes razón, pero vamos ya, no podemos dejarla sola ni un segundo.

Leyla
Alba nos estaba contando a Vero y a mi su último ligue, era un chico de un pueblo cercano y supuestamente era el amor de su vida, como cada chico que conocía. Enamorarse de alguien era tan absurdo, si era lectora y mi sueño era que me quisieran como en los libros, pero eso no existía.
Recibí una llamada de mi madre y me excuse para poder hablar con ella.

-¿Hola mama que tal estas? Hoy vuelves ¿No?.

-Leyla cariño, tenemos que hablar- O no, ya conocía ese tono.- Tu padre me a pedido que me quede un poco más para ayudarlo con unos asuntos, pero hoy te mando dinero para que hagas lo que quieras, puedes quedar con esas chicas.

- Mama no me puedes dejar sola, soy una puta adolescente, y ya han pasado tres días.

-Leyla no te permito que me hables así, no te estoy preguntando esto es lo que hay, necesitamos el dinero. Adiós.

Y así sin más colgó, no podía creerlo, no me había dicho ni cuando volvería.
Lo único bueno esque con el dinero que me mandarían podría salir con Alba y Vero.

-Leyla ven- Riven apareció de repente tirando de mi brazo.

-Ay Riven me haces daño.- Le dije soltandome del agarre.

-Leyla esto es muy serio, después del isntituto Helia y yo vamos a ir a tu casa y te vamos a contar algo, pero tienes que mantener la calma y hacernos caso.- eso era mucha informacion para mi cerebro.

-Hola Leyla, espero que estés bien.- Me dijo Helia más tranquilo y dándome un abrazo, estos dos estaban muy raros.

-Riven que esta pasando aquí Le dije cogiéndole de la camisa para poder llegar a su oído.

-Chispas no le hables de esto a nadie y mantente donde yo te vea, corres peligro.- Me miro a los ojos, otra vez estaban grises, se que Riven no me mentiría con eso asique decidí hacerle caso, y mira que yo nunca hacía caso.

- Leyla tu tranquila no va a pasar nada Me dijo Helia tranquilizandome. Menos mal que estaba el porque si fuera por Riven ya me hubiera dado un infarto.

-Ven aquí chispas-Me dijo Riven atrapandome en el abrazo más protector que me había dado nunca. Escuchaba su corazón acelerado y su respiración agitada. El tenía miedo.

-Ve con tus amigas Leyla, Riven y yo estamos aquí no te preocupes.

Asentí y regrese con las chicas, las cuales habían visto todo, incluido el abrazo, asique ahora tenía que aguantar el mayor interrogatorio de mi vida.
Para ser sincera, cuanto más se acercaba la hora de la salida más miedo tenía, no podía de imaginar que tendrían que decirme, imagine lo peor. Pero tuve que esperar.

Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora