Las Llamas mi Corazón Y El Agua De Tus Ojos

Capítulo Dos:chispas

Riven:
No sabía ni que hora era, no sentía nada,había tenido un día de mierda.
Primero Helia mi mejor amigo me había llamado a las 5 am para que lo sacara de un aprieto, luego la peli teñida esa insoportable y por último mis padres se habían ido a cenar y yo no tenía llaves. No tenía otra opción, me fui con Helia y sus amigos a las caravanas de las afueras para poder escapar un rato.
Mi día iba a acabar bien, o eso pensaba, cuando fui al círculo donde todos charlaba la vi, que coño hacia esa aqui.
No sabía porque pero esa chica me inspiraba algo malo, como si el demonio viniera a verme para cobrarme todos mis pecados, ese pelo rojo que parecía estar en llamas bajo la luz de la luna, y esos ojos, juraria que en ellos se estaba incendiando algo,eran marrones casi verdes, y esa nariz colorada. Estaba irritado y la había tratado mal, por más que
buscará un porque no lo encontraba, solo sabía que verla me estaba enfadando y no tenía explicación.
No pude evitarlo, es como si un imán hubiera tirado de mi, y las copas tampoco ayudaron.

- Tu peliteñida, no se que haces aquí pero ya te estás llendo- Todos me miraron sorprendidos, hasta yo lo estaba, era el chico más simpático del pueblo o eso decían.

- ¿Que haces tu aquí?- me pregunto ella. Parecía verdaderamente extrañada.

-¿Perdón? La pregunta es ¿que haces tu aquí?- Vale, por lo menos ya no sonaba tan borde, creo, estaba bastante desconcertado, enserio ¿como había llegado?.

-Es una larga historia- me contestó ella levantándose del suelo.-¿Te apetece que hablemos?.-Alomejor, solo alomejor esta chica no era mala.
Acepte su propuesta y nos alejamos de las caravanas con algo de beber.
Después de caminar un si minutos en silencio decidí retomar la conversación.

-¿Como as llegado aquí? Estamos a un par de horas del pueblo.
-Si te digo la verdad no me creeras- me dijo entre risas tontas.

-Prueba- Quería escucharla, aunque la verdad esque hacia ya 1 hora que no escuchaba nada.

-He venido andando, pero no estaba invitada, solo me e colado porque me aburría-Tenía razón no me lo creía.
La mire sorprendió y creo que se dio cuenta porque siguió hablando.- Verás me he enfadado y cuando me enfado me gusta andar.

-Andar-No pude evitar reírme-¿Has venido desde el pueblo andando?-ella me miro, con esos grandes ojos y asintió.- Estas chalada.

-No estoy chalada, bueno un poco si, pero todos estamos un poco locos ¿no?.

-¿De que libro cutre as sacado esa frase?- Estaba muy relajado, me sentía cómodo hablando con ella, y estaba volviendo a estar lucido.
De repente se paro en seco y se puso enfrente mía, con la cara muy seria.

-¿Porque me as tratado así, Riven?- ¿Esta mal que me hubiera puesto un poco cachondeo que dijera así mi nombre?
Me había pillado desprevenido, no tenía respuesta, yo también me había echo esa pregunta.

- Supongo que borracho te aguanto mejor, chispas.- Sin pensarlo cogí un mechón de su pelo y me puse a jugar con el- En cuanto te e visto en esa sala, me as parecido irritante. Maligna.
Veía su cara, sabía que estaba enfadada, pero no paraba de decir tonterías.

-¿Maligna? Que te crees que soy, esa es una excusa de mierda Riven- termino la última frase y apartó mi mano, la había cagado pero no lo había echo a posta.

-Espera chispas,¿como te llamas?- ¿porque la seguía llamando chispas? Tenía ganas de pegarme a mi mismo.

-¿chispas? ?Que apodo es ese? Soy Leyla, Riven, te lo han dicho esta mañana.

- ¿Te crees que me acuerdo de algo de esta mañana?-Hoy yo estaba muy preguntón.

-¿Porque chispas?- me preguntó acercándose otra vez.

-Cada vez que miro tus ojos, veo fuego, como si algo dentro de ti se estuviera quemando,y además este pelo, pareces un tomate-Vale la habia cagado pero era un momento tenso y me da por hacer bromas. Por suerte ella se rio conmigo.

-Estas muy borracho, será mejor que te vayas a casa, yo ya me voy si no, no llegaré al instituto.- me dijo alejándose.

-No te puedes ir andando chispas, es peligroso-Era mentira, en este pueblo no pasaba nada nunca, pero ella no lo sabía.

-Más peligroso eres tu con un coche en las manos.

-Confía en mi, yo te llevo.
Al final logre que subiera a mi coche, me caía bien esta chica.
Cuando le dije a Helia que me iba para llevar a una chica se creyó que la llevaría a mi casa, pero no me gustaba Leyla, mañana seguramente la vería con los ojos de esta mañana y me daría cuenta de que estoy loco, pero de mientras aprovecharé que me cae bien.
Tenía ganas de hablar con ella, de que me contará su vida, pero habíamos hablado dos veces y la primera prefería no contarla.¿Como me ganaré su confianza?
El viaje fue callado, más no incómodo, era un silencio tranquilo aunque podía escuchar su mente dando mil vueltas.
Leyla parecía de esa gente que lo pensaba todo, lo sospechaba porque mi madre es igual, sabes cuando están intranquilas o cuando planean algo, puedes verlo en sus ojos.
Al dejarla en su casa eran las 5 am y ya no le daría mucho tiempo a dormir.
Antes de bajarse del coche, me miro, simplemente me miro, con esos ojos revueltos.
Mi padre siempre me decia que sin los ojos la gente sentiría más.
De pequeño cuando me agobiaba mucho, organizaba mis sentimientos y los clasificaba y en ese momento lo hice, no se porque no estaba agobiado de echo estaba muy tranquilo, pero lo hice.
Leyla me provocaba.
Malos:Ira, nerviosismo einquietud.
Buenos:Tranquilidad, Felicidad y curiosidad.
Mis sentimientos eran antónimos, pero estaban todos dentro de mi al mismo tiempo y ni sabía como tomármelo.

LEYLA
Esta noche había sido muy rara, pero ese momento en el que miré a Riven a los ojos fue el mejor. Siempre he creído que los ojos son la ventana del alma, y sus ojos parecían un mar en medio de una tormenta.
Puede que no fuera tan malo depues de todo.
Siempre he sido de las que sienten muy fuertes los sentimientos pero esa noche no sentí nada. Puede parecer malo, pero era todo lo contrario.
¿Estaba mal querer contarle toda mi vida a un extraño?
Podría haberme quedado toda la noche allí pero al día siguiente me hubiera arrepentido.

-Buenas noches-Le dije

-Buenas noches.