tranquilidad

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Daniel se mira al espejo y se limpia toda la sangre que tenía regada. Su camisa se mancho de sangre pero no hay forma de quitarlo.

—Mierda,mierda —Se quita la camisa rápidamente y busca un lugar donde tirarla.

Se acerca a la venta y la abre, saca su cabeza y mira el exterior, el viento golpea la cara de Daniel, en ese momento mete su cabeza y saca su mano con la camisa que tiene la sangra.

Su mano se abre y bota la camisa afuera dejando que el viento se ls llevase.

Cae lentamente en el piso y suspira del alivió, pero sabía que si alguien se entera de lo que le sucede, se lo directamente a Jay. Se pona una mano en la cara y se levanta para irse a la cama y sentarse en la orilla.

La puerta se abre y una voz reconoció, la voz de Jay parecía un poco ronca y a la vez se escuchaba enojado.

—Daniel—Se dirige a el para sentarse en el suelo y apoyar su cabeza en el regazo de Daniel. Lo mira y no nota nada fuera de lo normal en su mirada,extiende su mano y toca ligeramente la mejilla de Daniel con un pulgar

—¿Sucedió algo hoy?—Le preguntó para sonreirle

—Nada, solo mi padre molestandome—Le responde

—Ya veo...hoy quiero descansar bien—Quita la cabeza de jay de su regazo y se acuesta en la cama—Mañana quiero ir a una farmacia,mi cabeza no para de doler—Le dijo para acomadorse en la cama

—¡¿Tú?! ¡Yo debería de ir!—Se sobresalta y se sienta en la cama

—No, yo ire, tu mantente aquí esperándome ¿Entendido?—Le dice para hacer una mueca

Jay se queda un poco sorprendido ante la orden de Daniel, ni una vez en su vida,nadie le dio una orden, bueno, su padre también pero no le hace caso, pero con Daniel el diferente, su conciencia esta esperando también otra cosa.

—¿No quieres otra cosa?—Se escucha asi mismo ante lo que acaba de decir, esas palabras que nunca dijo, salieron fácilmente. Su plan no era este, solo lo iba a utilizar como un objeto y luego lo mataría si ya no le servía, en absoluto, todo eso plan se fue a la mierda cuando comenzó a sentir sentimientos ante él.

Daniel se ríe y se levanta,se acerca a la mejilla de Jay y le da un beso. Este se niega con la cabeza y se duerme minutos después.

Éste lo ve pacíficamente durmiendo, se levanta y se va fuera de la habitación para dormir en otra habitación.

Los ojos de Daniel se abren y se va corriendo al baño para vomitar. Su cabeza empieza a doler y su vista se nubla nuevamente. No es de esperar que cayera al suelo por su piernas que temblaban.

Un rayo cae y éste se asusta, sus ojos empezaron a cristalizarse más y más, una gotas saladas salen de sus ojos y que recorrían toda su mejilla.

Se levanto a como pudo pero su nariz de nuevo empezo a sangrar,este se lo limpia pero se enfada en seguida,su estado mental no esta muy bien. Golpea la pared y mira sus nudillo sangrar,desconcertado se va a la cama y espera a que la mañana llega.

Pasa una hora y todo no cambio, todo pasaba lentamente. La lluvia no para de caer.

Daniel se acerca a la gran ventana y mira la lluvia caer rápidamente,pero eso se le hacia hermoso,esos rayos que iluminan la cuidad, su única salida para olvidar todo es ver la lluvia. Se sienta en el suelo y se apoya en el vidrio para ver todo desde arriba, lo rayos iluminando los lados oscuros de los edificios.

Se sintio tan tranquilo, siente la mano de su madre en su espalda,se voltea a ver y no mira a nadie pero sabe que muy pronto se irá con ella, por fin estara tranquilo.

Toca el vidrio frio y sonríe.

—No quiero que pare la lluvia—cierra los ojos y apoya su cabeza en el vidrio

Jay entra en la habitación y lo mira en el vidrio arrecostado y todo tranquilo,este se acerca y lo alza al aire para acostarlo en la cama y cubrirlo con una manta. Pasa sus dedos por los mechones de Daniel y lo peina lentamente.

Se acerca más a él y se acomoda a su par para abrazarlo y dormir al lado de él.

Amor obsesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora