"My Boy" [DNF One-Shots]

We Never Go Out Of Style

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“We come back everytime, because we never go out of style„

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Los rumores no paraban, seguían y seguían como si fuera un bucle. Sus oídos ya dolían, no lo quería creer, nadie lo aceptaba. Los rumores resultaban ciertos, nadie lo negaba.

—¿Ya escuchaste? Dream fue visto besándose como en diario de una pasión con Amy.

—¿Apoco sí tilín?

“Amy, Natasha, Sarah, Kloeh, Crystal”

Él había dicho que lo amaba, ¿Qué pasó con las promesas bajo la presencia de la luna? ¿Qué pasó con los "te amo" que juró ser reales?

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Despertó con las sábanas empapadas de sus lágrimas de la anterior noche. Inevitablemente, un nudo volvió a formarse en su garganta al recordarlo todo. Recordaba bien cómo gracias al famoso "chisme de boca en boca" se enteró de como el "amor de su vida" lo estaba engañando.

Pero esa fue la primera vez, cuando pasan más y más veces, ya te acostumbras, o al menos eso dice tu cerebro para apaciguar el dolor interno que inunda tu pecho.

Sus pies chocaron con el frío suelo, y sus manos ocuparon lugar en sus muslos. Miró atentamente la madera soltando un suspiro seco. Se levantó y fue al baño a asearse.

Se miró al espejo con asco. Habían notables bolsas oscuras abajo de sus ojos. Sus labios estaban secos y maltratado, sus ojos estaban rojos y sus mejillas contenían rastros de lágrimas silenciosas de la anterior y desgarradora noche.

Lo ignoró y salió del baño. Tropezó con algo tirado en el piso y soltó un grito ahogado. Mientras se sobaba la espalda, miró hacia arriba topándose con su hermana riendo a carcajadas.

—Ay, perdón—. La de cabellos oscuros trató de formular palabras entre carcajadas, siendo aún peor—. ¿Oye, estás bien?

Preguntó ahora más seria que antes al ver el rastro de lágrimas que bajaban de sus ojos. George la miró tratando de explicarle o darle una excusa, pero no lograba encontrar palabras.

—Sí, solo que me dolió y ya.—Dijo levantándose del frío piso de madera de abedul. Su hermana lo observó más de cerca, exploró su rostro, comenzando por sus ojos y terminando por sus mejillas.

—¿Qué pasó? Y no mientas—. Amenazó señalándolo con el dedo índice.

—Dream, me pasó Dream, ¿Okay? No es nada, ya vete a bañar—. Apartó la mano contraria de su hombro y se fue directo a su habitación, haciendo de oídos sordos a los llamados de la pelinegra.