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Nat's POV:

Caminé a toda prisa por el pasillo hasta el salón de foto. Antes de llegar, me detuve frente a las ventanas de un salón vacío para mirar mi reflejo, me arreglé el cabello que tenía hecho un desastre y me acomodé la ropa.

Suspiré luego de mirarme una última vez en el vidrio antes de seguir caminando. Me sentí tonta, ¿por qué me estaba arreglando para ver a Wanda?

-"Porque te gusta" - contestó una voz en mi cabeza - "te gusta y todos van a saber que eres rara" -prosiguió- "te gusta, te gusta y cuando ella se entere le vas a dar asco, recuerda que ya dijo que parecías una..."

Mi corazón latió fuerte y sentí que no podía respirar. Borré la sonrisa de mi rostro. Estaba tan cansada de tener que luchar contra mí misma. Sostuve el dije de flecha que llevaba en el cuello con una mano mientras seguía hundida en mis pensamientos.

-¿Nat?, ¿qué haces ahí parada?, pensé que ya no vendrías. - Wanda estaba frente a mí con la mirada desconcertada. Me percaté de que estuve paralizada delante de puerta de la sala sin decir nada un buen rato. - Te ves como si hubieras visto a un muerto, ven. - me tomó del brazo para arrastrarme hasta adentro del salón. 

No le dije nada, quería asegurarme de que mi voz no iba a quebrarse si hablaba. Ella caminó hasta el otro lado de la habitación, se detuvo antes de entrar al cuarto de revelado. 

- Ven, hay algo que quiero mostrarte.- la seguí sin emitir palabra, al cruzar la puerta, una luz roja me cegó. Parpadeé un par de veces para que mi vista se acomodara a la poca luz, ella emitió una risita y me tomó de la mano para llevarme más cerca de un gran mesón lleno de materiales. 

Ninguna dijo nada, pero no quise soltar su mano. Estábamos muy quietas, casi inertes frente a los contenedores con el líquido para las fotos, sabía que ella estaba mirándome a mí, pero no tuve la valentía suficiente para levantar la cabeza y sostener su mirada, seguí con la vista fija en la fotografía que nadaba  delante de mí.

Por alguna razón, sus dedos se entrelazaron con los míos. Sentí cosquillas en el vientre y por primera vez en mucho tiempo quise tirar por la borda todos mis pensamientos que me contenían y sucumbir ante mis deseos.

Entonces recordé lo que había sucedido la última vez y me detuve. Solté la mano de Wanda y me volteé para verla.

-¿Qué querías mostrarme? - Hablé casi en un susurro y ella pareció confundida.

-¿Qué? ¡Ah, sí! -sacudió la cabeza ligeramente antes de darse media vuelta para tomar un sobre que tenía en el mesón de atrás. - estas son tuyas...

Abrí el envoltorio con cautela, al ver lo que había adentro, sonreí.

-No quiero que pienses que soy algún tipo de psicópata o algo -dijo mientras se balanceaba ligeramente de adelante hacia atrás con sus pies, como los niños pequeños - es mi estilo de fotografía. Me gusta hacerle retratos a extraños. Y definitivamente eras una extraña cuando tomé esas. 

Repasé todas las fotos una por una, había seis en total. Todas de mi primer día: desprevenida, buscando los salones, en el pasillo, en la parada de autobús... ella me había notado incluso antes de que yo pudiera reconocerla.

-Me gustan much...

-¡Qué bueno! -me interrumpió con entusiasmo al mismo tiempo que arrebataba el sobre de mis manos para dejarlo de vuelta en el mesón,  volvió a arrastrarme  hacia el otro lado de la habitación donde tenía algunas fotografías colgadas.

CRUEL WINTER // WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora