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⚠️TW: mención sutil de problemas alimenticios.

Nat's POV:

Dos semanas después.

"-No puedo... lo siento..."
"-Nat..."

Mi mente repasaba cada segundo de lo ocurrido con Wanda. Cada detalle, su voz, su respiración, todo se repetía en mi mente como una película interminable que no solo me llenaba de culpa, sino que también me hacía sentir asco de mí misma.

-¿Por qué traes esa cara? - Lilah me sacó de mis pensamientos. La miré mientras ella abría el refrigerador para sacar su desayuno, me apoye en el mesón detrás de mí, mientras levantaba los hombros. Tomé una taza para servirme café.

-Has estado apática toda la semana -prosiguió, molesta.-¿Qué te pasa?

Levanté la mirada de mi taza y la miré molesta. Por supuesto que estaba apática, me había dejado llevar por un impulso, avergoncé a mi padre otra vez y no iba a poder volver a hablar con Wanda sin tener que repetir esa escena en mi mente.

-No me pasa nada. - espeté entre dientes.

No quería contárselo a Lilah porque sabía que no sería ningún apoyo. Sobre todo cuando lo único que pasaba por mi cabeza era la tortura de recordar los labios de Wanda sobre mi piel, sus manos y su cuerpo...las mariposas que se formaban en mi vientre cada vez que pensaba en su voz pronunciando esas palabras en ruso...Sentí nauseas solo de pensar en lo mucho que deseaba estar así otra vez con ella.

Sacudí mi cabeza para evitar que las imágenes de ese momento siguieran apareciendo. Lilah continuó con su desayuno, indiferente. Saqué el pan de la tostadora y me senté junto a ella.

-No deberías comer esos carbohidratos al desayuno. ¿Por qué no te sirves un poco de fruta o algo más sano? - su tono de preocupación condescendiente me hirvió la sangre. No respondí. Tomé mi tostada y le di un buen mordisco. - Eso es grotesco Natasha, ¿por qué no puedes comer bien? Esa es una mordida muy grande...

-¿Y por qué no te metes en tus propios asuntos? Estoy intentando desayunar en paz. Maldición, si no te gusta, levántate y vete. - Gruñí, harta de su actitud y volví a concentrarme en mi comida.

- ¿Sabes?, si hubiera sabido que ibas a estar así de deprimente y desagradable todo el tiempo, no habría cruzado el océano Atlántico para acompañarte. - no levanté la mirada de mi plato- estás arruinando mi experiencia.

Mi corazón se aceleró solo del coraje que me dio escucharla decir eso. Yo no le había pedido que viniera conmigo, ella me había sorprendido en el aeropuerto. Literal, solo se había colado en mi viaje. ¿Y para qué?, solo para asegurarse de seguir haciendo mi vida miserable con sus creencias sobre cómo debo comportarme. Dejé caer la tostada que estaba comiendo sobre el plato.

-Yo no te obligué a venir. -solté molesta mientras me levantaba- quizás, para variar, puedas aprender a hacer cosas por ti misma y así no tienes que lidiar con mi horrible compañía. ¿Qué te parece eso?

Me aguanté las lágrimas hasta llegar a la habitación. Cerré la puerta de un portazo para luego dejarme caer en la cama. Me limpié las lágrimas con el dorso de mis manos antes acomodarme en posición fetal y dejar que mis emociones salieran durante un rato. Necesitaba terminar con esto, no podía seguir viviendo así.

Pensé en Wanda otra vez, en los miles de mensajes que me había estado mandando para pedirme que habláramos. Me sentía mal por ignorarla, pero no tenía la valentía ni la fuerza para enfrentarla. No después de lo que había pasado entre nosotras.

No quería tener que lidiar con eso en este momento. También pensé en qué sería de nuestro trabajo de fotografía, pero honestamente no me importaba reprobar.

CRUEL WINTER // WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora