Las consecuencias de ser tuya

Capitulo 4

—Eres una cobarde Lisa.
Jennie se pusó de pie e intentó ir hacia Lisa pero Kai la sostuvó del brazo.

Jisoo se levantó junto con los managers.

—Creo que es mejor que manden los detalles y condiciones al correo de la empresa.
Jisoo se dirigió al manager de Lisa.

—Vamos Lisa.
El manager agarró su brazo para sacarla de la sala.

—¿A él también te lo follas Lisa?

Lisa se soltó del agarre de su manager y volteó a verla a los ojos; pero, su cuerpo era un traicionero, las lágrimas comenzaron a salir y los latidos de su corazón no paraban de retumbar en su cabeza.

—Eres una mierda.

—¡Basta Jennie!
Jisoo la paró al ver el estado de pánico que Lisa estaba por empezar a tener.

Jennie se soltó del agarre de Kai y se acercó a Lisa; comenzó a golpearla en el pecho mientras lloraba y le gritaba maldiciones.

Lisa le bajaban las lágrimas mientras la veía.

—Jennie.
Dijo Lisa casi en un susurró.
Jisoo la intentaba agarrar pero Jennie parecía volverse loca y tener más fuerza que todos.

—¡Jennie!
Lisa gritó harta de los golpes y la empujó con fuerza hacia atrás.

Jennie iba a caer pero Kai la agarró evitando la caída de Jennie.

Kai se acercó a Lisa.

Y lo último que recuerda Lisa es el nombre de ella salir de los labios de Jisoo y su manager.

KIM JISOO.

—Lisa.
Grité sorprendida al verla en el suelo con un golpe en su pómulo derecho.

—Vamos, llama a una ambulancia.
Le hablé al mánager de Lisa.

Jennie estaba en una esquina con Kai, se veía en shock.

Me levanté del suelo para encarar a Kai.

—Mira lo que hiciste.

—Se lo merece.
Fue lo que dijo.

—Te quiero fuera de mi empresa, pondré una denuncia por daños...
Me ví interrumpida por Jennie.

—No, no harás eso, él se queda en la empresa.

—Tambien es mi empresa Jennie, y él es una persona violenta.

—Lisa se lo merece.
Agarró la mano de Kai y salió de la puerta.

Escuché un gruñido; la volví a ver y estaba haciendo gestos de dolor.

—No te muevas Lili...ya vienen a auxiliarte.

—¿Jennie?
Jisoo la vió con lastima.

— Soy Jisoo, Lili.

—No hace falta que me auxilien, estoy bien.

—Hay que revisarte, es lo mejor.
La ayude a sentarse en el suelo.

"Oh no".

—Lili, tengo que llevarte rápido, tienes sangre en la cabeza.
Estaba entrando en pánico al ver sangre.

—Tranquila Jisoo, respira, es solo un raspón, no es nada.

—No, Lili, tienes abierto, eso necesitará puntos.

—Tranquila, ayúdame a pararme.
La ayudé.

LALISA MANOBAL

—¿Dolió?

—No, muchas gracias doctor.

—Tomaras las pastillas para desinflamar el golpe de la cara y tendrás que lavar muy cuidadosamente la parte donde hay puntos.

—Si, gracias.
Bajé de la camilla y salí camino a la sala de espera.

—Dios santo.
Rosé se acercó cuidadosamente y dejó un beso en mi cachete.

—Yo te cuidare.

—No importa, estoy bien.

—Hola.
Jisoo apareció.

La abracé.

—Gracias.

—Bueno, gracia no te va a dar después de ver la cantidad de prensa que hay fuera del hospital después de tacharte como infiel y golpeadora de mujeres.

Sentí mi corazón latir fuertemente al escuchar eso.