—¿Qué?! ¿En serio le vas a creer? ¡Qué excusa más mierda!
—Ya sé, pensé lo mismo, pero es que...
—¡Qué fácil eres! Seguro te besó y te miró con sus ojitos, y así, facilito, te vendiste. Qué mal, hija, qué cojudo eres.
—¿Yo? Aún no lo he perdonado, estoy en proceso, por si acaso.
—Pfff, ya, ya. Bueno, supongamos que es cierto todo eso de que sus papás lo quieren matar y blablablá. ¿Qué piensan hacer? ¿Y si te matan por meterte con él?
Milton no supo responder a la pregunta. No lo había pensado bien en ese momento. Se quedó en silencio, estaba atrapado entre sus sentimientos y la realidad.
—No sé, Brayan. Todo está jodido, y Yun no me ha contado todo. No sé qué hacer.
—Te diría que no te metas con él, pero ya sé que no me harás caso, así que solo cuídate, si tienes problemas, me llamas y te salvaré.—Yaya super Brayan.
Después de hablar un rato más con Brayan, Milton se acordó de que Camila lo había invitado a su casa. Aprovecharía ese tiempo para terminar con ella. Se dio cuenta de que no la amaba y era egoísta de su parte seguir con ella.
Cuando llegó, se sorprendió al ver a Camila ya esperándolo afuera. La habitual sonrisa en su rostro había desaparecido, reemplazada por una expresión de tristeza que lo inquietó bastante.
—Oye, Cami, ¿estás bien? —se acercó a ella para verla mejor.
Camila levantó la mirada, sus ojos reflejaban una mezcla de miedo y ansiedad.
—Milton, tengo que contarte algo —dijo con voz temblorosa.
Milton, cada vez más confundido y preocupado, sintió que el corazón se le aceleraba.
—¿Qué pasó? —preguntó, intentando mantener la calma aunque su mente se llenaba de pensamientos caóticos.
Camila respiró hondo, sus manos temblaban ligeramente.
—Milton, estoy embarazada.
El tiempo pareció detenerse. Milton se quedó en silencio, procesando la noticia. Su mente se llenó de preguntas y dudas. No se esperaba lo que acababa de escuchar.
—¿Cómo...? —empezó a decir, tratando de mantener la compostura—. ¿Pero cómo pasó esto, si tú y yo nunca lo hicimos?
Camila bajó la mirada, sus ojos llenándose de lágrimas.
—Ese día que salimos de fiesta y nos emborrachamos, fue ahí —confesó, su voz quebrándose—. Milton, tengo miedo. No me dejarás, ¿verdad? Yo y tu hijo te necesitamos.
De repente, el teléfono de Milton vibró en su bolsillo. Era un mensaje de Carlos: "Milton, tenemos que hablar. Es sobre Yun. Llámame cuando puedas."
El mensaje trajo un nuevo torrente de ansiedad. Milton miró a Camila, luego el mensaje, y luego de nuevo a Camila.
—Cami, necesito hacer una llamada rápida. Es importante —dijo, tratando de transmitirle que regresaría pronto.
Milton salió y marcó el número de Carlos. Mientras esperaba que contestara, sintió la presión de la situación que estaba manejando.
—Carlos, soy Milton. Recibí tu mensaje. ¿Qué pasa con Yun?
La voz de Carlos, grave y preocupada, llegó al otro lado de la línea.
—Milton, Yun está en el hospital. Parece que se peleó con alguien.
Milton sintió un nudo en el estómago. La situación con Yun se estaba complicando más de lo que había imaginado. Sabía que tenía que actuar rápido, pero también entendía que debía ser honesto con Camila.
—Estoy en camino. —Colgó y volvió dónde Camila.
Ella lo miró con preocupación.
—¿Todo bien?
— Yun está en el hospital y tengo que ir a verlo ahora —dijo Milton con seriedad—. Te prometo que volveré en cuanto pueda y hablaremos más sobre todo esto. Por favor, quédate aquí y cuídate.
--Milton no puedes dejarme, yo te necesito ahora.
--Camila no tardaré mucho.
De repente Camila cayó al suelo, Milton se apresuró a llevar a Camila al sofá. La situación se volvía cada vez más complicada y el miedo lo invadió al ver a Camila desmayada. Se inclinó sobre ella, tratando de asegurarse de que estuviera bien.—Cami, despierta —dijo, sacudiéndola suavemente—. Camila, por favor.
Ella comenzó a recuperar el conocimiento lentamente, abriendo los ojos con una expresión de dolor fingida.
—¿Qué pasó? —murmuró, como si estuviera despertando de un sueño.
Milton trató de calmarla mientras buscaba su teléfono para llamar a una ambulancia.
—Cami, te desmayaste. Voy a llamar a una ambulancia para que te revisen. No quiero que te pase nada.
-- NO NO! -- Camila se exaltó al escuchar a Milton -- no es necesario que llames una ambulancia ya estoy bien. Hace rato dijiste que Yun estaba en el hospital, cierto?. Podemos ir juntos a verlo, ojalá no sea nada grave.
Milton encontró el comportamiento de Camila algo extraño, pero no tenía tiempo para detenerse a pensar en ello.
ESTÁS LEYENDO
★·.·'¯'·.·★ꉓꃅꂦꉓꂦ꒒ꀤ꓄ꂦ★·.·'¯'·.·★ (Yun x Milton)
De Todo⚠️esto lo escribo por entretenimiento. Nunca escribí una historia antes, disculpen los errores ortográficos :)⚠️