Capítulo 17.0

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Jason

Había puesto la ciudad patas para arriba tratando de encontrarla. Avisé a todos los noticieros y periódicos para que pusieran una alerta.

Evité por completo asociarme con la policía, no son de fiar y más que sé que Niccolo la tiene y podría hacerle algo si involucro a la policía.

— Jason, deberías calmarte.— Me dijo Cristina. — Harry se está encargando de buscarla.

— No pienso dejar a Melissa en manos de ese hombre y si no intervengo, Niccolo matará a Harry.— la miré.— Conoces lo hijo de puta que es, y si alguien intenta acercarse a ella mientras la tiene, lo matará sin pensarlo.

— ¿Estás dispuesto a que te maten? ¿Por ella?— preguntó.

— Estoy dispuesto a todo por ella, aún si eso incluye dar la vida por verla sana y salva.— hablé.

— No cabe duda de eso.— encogió los hombros.— Sé cuanto la amas, pero aparte de toda esta farsa de ser pareja y esas cosas, eres mi amigo, Jason, no quiero que te ocurra nada.

— Gracias por preocuparte, pero mientras no vea a Kurvog, nada estará bien.— me levanté de mi silla.— Habla con Mark y dile que necesito que ponga a más hombres a buscar a Niccolo. Quiero que lo encuentren lo más pronto posible y cuando demos con él, lo mataré con mis propias manos por intentar quitarme algo que me pertenece.

— Le avisaré de inmediato.— se levantó del sillón donde se encontraba.— pero si lo llegamos a encontrar deberías primero sacarle información de los negocios que tienen con D'Aro. Según nuestros hombres han habido exportaciones de droga a Francia en los últimos quince días y avistaron a Niccolo con el abogado de D'Aro.

— Siempre supuse que Niccolo era una rata traidora. Siempre busca importar más droga que nosotros pero eso no se quedará así. Ahora hay dos motivos muy importantes para encontrarlo.— la miré fijamente.— retirate y avísale a Mark sobre esto.

— Mark está al tanto, le diré que ponga más de nuestros hombres en las calles para encontrarlo.— asentí. Ella caminó y mi mirada por inercia siguió cada uno de sus pasos. Pero antes de salir me dijo:— Ella estará bien, Jason; Niccolo no sería capaz de lastirmarla de esa manera, la ama y lo sabes.

Mi mandíbula se tensó al escucharla. Tenía razón. Él la amaba desde niños, siempre fué así, siempre fué su debilidad así como ella se convirtió en la mía. Y era eso lo que me asustaba. Él sería incapaz de dejarla ir. Una vez lo hizo y se arrepintió los años siguiente y si ahora la tiene, es imposible que la deje ir y más sabiendo que estoy detrás de ella.

— No soy imbécil.— respondí.— es por eso que debo matarlo antes de que él logré hacer que Melissa lo ame.

Ella por fin se retiró sin decirme nada.

Fué ahí donde todos esos recuerdos vagos de la amistad que tuve en algún momento de mi vida con Niccolo volvieron a mi mente como bombas.

Desde la llegada de Melissa a mí vida, aparte de hacerla brillar de alguna manera también me hizo perder un gran amigo como lo es Niccolo.

Pero no me importaba y me sigue sin importar solo con tal de que ella sea mía y lo será.

Niccolo y su absurda obsesión con posearla es una locura total, ella sería incapaz de amarlo. Ella me tiene en su corazón y es algo que a él le enferma y espero que le siga doliendo muy en el fondo el saber que ella es mía y lo seguirá siendo hasta que ambos pasemos al otro plano terrenal.

(...)

Horas más tarde

En estos momentos me encontraba hablando con Mark, él sabía lo importante que era para mí encontrar a Melissa y era un ex buen amigo de Niccolo.

Tanto él como yo lo conocíamos desde nuestra infancia. Éramos un buen equipo junto a Harry, aunque la familia de Harry solo eran inversionistas en una de las tantas empresas de mi padre, nos conocíamos muy bien, sabíamos nuestras movidas, pero en los últimos años, el aislamiento que tuvo Niccolo luego de saber de mis sentimientos por Melissa, hizo que nuestra amistad de cuatro se dañara.

— He puesto a varios de mis hombres en el área sur y algunos de los tuyos en el área norte. Verónica puso a sus chicas a cerrar las costas.— habló mark mientras se servía un trago para él y para mí.

— Debemos encontrarlo. Se llevará a Melissa del país, estoy seguro y si llega a salir de la frontera, no la encontraremos jamás.— mi tono preocupado decía las palabras que yo no era capaz de articular.

— Todavía me es imposible creer que la amas.— me miró, encaminandose a mí.— Nunca antes amaste una chica tanto como la amas a ella. Me pregunto que tendrá esa chica para que ambos estén muertos de amor por ella. Y claro, Harry también.

— Si supieras también caerias rendido a sus pies.

— Ay hombre.— sonrió.— No creo que ella tenga cualidades que la hagan especial. Mira a Verónica, es una chica sexy, experta en negocios, inteligente y por supuesto es de nuestra clase social. Me agrada Melissa pero ella es muy diferente a nosotros. — me dió el trago. Lo acepté.

— Tiene algo que la hace muy diferente a las demás, Mark. Ojalá lo vieras y entendieras del por qué nos tiene babeando el piso por ella. — hablé orgulloso.

— ¿Pensará Niccolo igual?— dió un sorbo a la bebida.

— Lo de él es obsesión por tenerla. No creo que sea amor, pero no cabe duda que pensamos igual.— hice una pausa mientras también tomaba de mi vaso.— Pero yo estoy en su corazón, tengo un punto más.

— De eso no cabe duda.— rió un poco.

Mientras hablaba, mi celular timbró. Miré quién era y se trataba de Harry.

— ¿Qué ocurre?

— ¿Has sabido de ella?— se notaba preocupado.

— Todavía no.— respondí.

— ¿No que eres muy poderoso? ¡Ya han pasado tres día desde que desapareció! La quiero de vuelta, no quiero que ese maldito le haga daño ¿Entiendes? Porque si le hace daño, yo juro que te mataré. Fué tu culpa por volver.

— No me tires la culpa. Fuiste tú quien la dejó salir y no la acompañaste, sin importar que ella se haya negado, debiste ir.— estaba furioso. Si no fuera por él, ella estaría bien.

Se mantuvo callado. La culpa lo carcomía.

— Solo encuéntrala y se rápido.— colgó.

Hice una mueca.

— ¿Harry?— asentí.— Se le juntó el ganado a la Melissa.— rió. Lo miré mal.— ¿Qué? ¿No es verdad? Los trae como perritos falderos a los tres.

— Cállate. Deberías averiguar si nuestros hombres ya encontraron algo.— terminé mi trago.

— Te llamaré si tengo noticias.— se levantó y puso su vaso en la mesita.— debes estar preparado para todo. No sabemos si él viene por tí para acabar lo de hace un año.— asentí y se fué, dejándome solo en mis recuerdos.

...

Hola! Nuevo capítulo, para llevar una actualización decente.
Pido perdón por mi ausencia, pero la escuela me tiene realmente atareada por los deberes. Pero estaré actualizando con regularidad e interactuando en mi cuenta de Instagram con ustedes.
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La Duna del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora