Al día siguiente, salgo de mi habitación y, mientras camino por el pasillo, escucho voces provenientes de la habitación de mi madre. Me acerco despacio, reconociendo las voces de mi madre y de Esther, en una acalorada discusión.
—¡Lo que estás haciendo es una locura, Ruth! —exclama Esther, su voz llena de indignación.
—Sofía debe sacrificarse por nosotras —responde mi madre con frialdad—. Es la única manera de no perderlo todo.
Me detengo junto a la puerta, mi corazón latiendo con fuerza. Esther, siempre tan protectora, no se queda callada.
—¡Sofía es una niña! —le reclama—. No puedes simplemente entregarla así.
—En pocos días cumplirá 18 años —replica mi madre, su tono implacable—. Dejará de ser una niña. Si fuera por mí, las cosas serían diferentes, pero Christopher no me quiso a mí.
Siento como si el suelo se desvaneciera bajo mis pies. Las palabras de mi madre son un golpe en el estómago. Todo esto es por Christopher, por un acuerdo que todavía no entiendo completamente.
Me retiro lentamente, tratando de procesar lo que acabo de escuchar. Mi madre está dispuesta a sacrificarme para salvar nuestra situación, o mejor dicho su situación y Esther, aunque intenta defenderme, parece impotente ante la determinación de Ruth.
Desciendo las escaleras, con mi mente a mil por hora. Las revelaciones de esta mañana me dejan claro que mi vida está a punto de cambiar de manera irreversible. Mientras me preparo para enfrentar el día, una determinación se forma en mi interior: no seré simplemente una pieza en el juego de mi madre y Christopher. Tengo que encontrar una manera de tomar control sobre mi propio destino.
Saco la tierra con enojo, arrancando las malas hierbas de las flores con una fuerza que nunca supe que tenía. Mis manos están sucias, el sudor me recorre la frente, pero no me detengo. La rabia que siento necesita una salida, y esta tarea física parece ser la única forma de calmarme, aunque sea un poco.
No puedo creer lo que escuché esta mañana. ¿Cómo es posible que mi propia madre quiera sacrificarme como si fuera un cordero? Cada vez que pienso en sus palabras, una nueva ola de indignación me invade. Pienso en mi padre y cómo, si estuviera vivo, nunca permitiría algo así. Él siempre me protegió y me hizo sentir amada y valiosa, no como una moneda de cambio.
La ausencia de mi padre se siente más aguda que nunca. Si él estuviera aquí, sé que todo sería diferente. Él habría encontrado una manera de resolver nuestros problemas sin involucrarme en este acuerdo. Pero ahora estoy sola, enfrentando la realidad de que mi madre está dispuesta a hacer cualquier cosa para salvarse a sí misma, incluso si eso significa destruir mi futuro.
Arranco otra mala hierba con fuerza, tratando de liberar la frustración que siento. No puedo permitir que mi madre y Christopher decidan mi destino sin que yo tenga voz en el asunto. Necesito encontrar una manera de tomar control, de protegerme y de asegurar que mi vida no sea dictada por los errores y ambiciones de los demás.
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Imperio
RomanceUna joven obligada a casarse con un magnate por una deuda familiar, descubre la verdadera naturaleza del poder y el dinero en un matrimonio arreglado. «Dicen que la costumbre es más fuerte que el amor, pero en el mundo de Christopher Moretti, nada e...