Black Clover

Zora Ideale

Pedido de Heidyesmeralda5
Espero te guste ;))

♡♡♡

En el campo de entrenamiento de los Toros Negros, Zora estaba sentado sobre una roca, mirando el cielo con su habitual expresión de desdén. Alrededor de él, las explosiones resonaban, fruto de las trampas que había colocado para hacer del entrenamiento de sus compañeros algo más "interesante". Mientras observaba, notó una figura conocida acercándose. Era Selene, una maga con habilidades de manipulación de sombras que se había unido recientemente a la orden.

Selene tenía una personalidad decidida y no era del tipo que se dejaba intimidar fácilmente. Se detuvo a unos metros de él, con una ceja levantada y una sonrisa divertida.

-Otra vez haciendo de las tuyas-dijo, cruzando los brazos.

Zora se encogió de hombros, sin molestarse en ocultar su sonrisa burlona.

-Solo manteniendo a todos en forma. ¿Qué hay de ti, princesa de las sombras? ¿No deberías estar entrenando?

Selene rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonreír ante el apodo que Zora le había puesto.

-Ya terminé por hoy. Pensé en venir a ver qué estabas tramando. Aunque parece que la diversión ya comenzó sin mí.

Zora se levantó de la roca y caminó hacia ella, sus ojos brillando con su característica chispa de travesura.

-Podrías decir que sí, pero nunca es tarde para unirte. Tengo una trampa especial que aún no he probado. ¿Te animas?

Selene alzó una ceja, interesada.

-¿Y qué clase de trampa sería esa?

Zora se inclinó hacia ella, reduciendo la distancia entre ambos.

-Una que necesita un toque de sombras para activarse.

Selene lo miró fijamente, evaluando la sinceridad de su propuesta. Finalmente, asintió.

-De acuerdo. Pero si esto es solo otra de tus bromas, prepárate para recibir una buena dosis de sombras.

Zora rió, un sonido raro y genuino que Selene no escuchaba muy a menudo.

-Trato hecho, princesa. Vamos a ver de qué estás hecha.

Juntos, se dirigieron a un claro cercano donde Zora había preparado su trampa. Consistía en una serie de runas explosivas colocadas en un patrón complejo, rodeadas por una barrera de sombras que solo Selene podía controlar. Zora explicó el funcionamiento mientras ella observaba con interés.

-Entonces, ¿qué es lo que tengo que hacer exactamente? -preguntó Selene.

-Simple. Usa tus sombras para manipular las runas. Si lo haces bien, la barrera se abrirá y las explosiones se controlarán para crear un espectáculo. Si lo haces mal... bueno, asegúrate de correr rápido.

Selene sonrió, aceptando el reto. Sus sombras comenzaron a moverse, rodeando las runas con precisión. Zora observaba atentamente, sus ojos nunca apartándose de ella.

Después de unos minutos tensos, Selene logró controlar las runas. Una serie de explosiones controladas iluminaron el claro, creando un espectáculo de luces y sonidos que hizo que ambos se quedaran sin palabras por un momento.

-Impresionante, princesa -dijo Zora finalmente, con una sonrisa genuina.

Selene lo miró, sus ojos brillando de satisfacción.

-Gracias, Zora. Fue divertido.

Zora, sin embargo, no había terminado. Con un gesto, hizo que las runas restantes formaran una nueva serie de patrones en el suelo. Selene lo miró, intrigada.

-¿Qué es esto?

-Es una sorpresa -respondió Zora, su tono más suave de lo habitual- Pero necesitaré tu ayuda una vez más.

Selene, sin dejar de mirarlo fijamente, asintió y dejó que sus sombras volvieran a moverse, tocando delicadamente las runas. Esta vez, las explosiones fueron más pequeñas pero más constantes, creando una serie de formas en el aire. Poco a poco, las explosiones formaron palabras, brillando en el cielo nocturno: "Me gustas, Selene."

Ella parpadeó, sorprendida, y luego miró a Zora, cuyos ojos brillaban con una mezcla de nerviosismo y determinación.

- Nunca pensé que diría esto, y menos de esta manera, pero tú... tú haces que valga la pena seguir aquí, con este grupo de locos. Me gustas. A mi manera rara y explosiva, pero me gustas.

Selene sintió su corazón acelerarse. Nunca lo había visto tan vulnerable, tan sincero. Dio un paso hacia él, sus sombras desvaneciéndose en el aire.

-Zora... tú también me gustas. Y no te preocupes, me gustan tus explosiones y tu manera rara de ser.

Zora soltó una risa, aliviado por su respuesta. Se acercó a ella, tomando su mano.

-Entonces, ¿estamos de acuerdo en seguir siendo raros juntos?

Selene asintió, entrelazando sus dedos con los de él.

-Por supuesto. Y tal vez podamos hacer que este lugar sea aún más interesante.

Zora miró los labios de Selene, y, tomando una decisión rápida, la atrajo hacia él. Sus labios se encontraron en un beso inesperadamente suave y dulce, contrastando con la intensidad de las explosiones.

El beso los dejó sin aliento. Selene lo miró con una mezcla de sorpresa y satisfacción.

-No me esperaba eso -dijo ella, sonriendo- Pero me gustó.

-Yo tampoco -respondió Zora, con una sonrisa traviesa- Pero supongo que algunas cosas valen la pena intentar.

Selene rió, relajándose más en su presencia. Se sentaron juntos en la roca, disfrutando del espectáculo de las runas que aún brillaban a su alrededor.

-¿Cómo te las arreglas para crear estas cosas? -preguntó Selene, apoyando su cabeza en el hombro de Zora.

-Mucho tiempo libre y una mente que no se apaga -respondió él- Además, siempre he sido bueno en esto de las trampas. Supongo que es mi manera de contribuir.

Selene lo miró, pensativa.

-¿Alguna vez has pensado en usar tu magia de otra manera? No solo para trampas y bromas, sino para algo más... constructivo.

Zora suspiró, mirando el cielo.

-Supongo que sí. Pero nunca he sido el tipo de persona que sigue las reglas. Prefiero hacer las cosas a mi manera, aunque eso signifique ser un poco problemático.

-Y eso es lo que me gusta de ti -dijo Selene, suavemente- No tratas de ser alguien que no eres.

Zora la miró, sus ojos brillando con una emoción que rara vez mostraba.

-Tú también eres auténtica, Selene. Y eso es lo que me atrajo de ti desde el principio. Eres fuerte, decidida y no te dejas intimidar por nada. Eres... impresionante.

Selene sintió un rubor subir a sus mejillas. No estaba acostumbrada a recibir tantos cumplidos, especialmente de alguien como Zora.

-Gracias, Zora. Eso significa mucho para mí.

Hubo un momento de silencio, un silencio cómodo y lleno de comprensión. Las estrellas brillaban sobre ellos, y el sonido de las explosiones les recordaba que estaban en un mundo lleno de magia y belleza.

-¿Te gustaría hacer esto de nuevo? -preguntó Zora, rompiendo el silencio- No solo las trampas, sino pasar tiempo juntos.

Selene sonrió, asintiendo.

-Me encantaría. Pero la próxima vez podríamos hacer algo un poco menos... explosivo.

Zora rió, inclinándose para darle otro beso, esta vez más lento y profundo, lleno de promesas no dichas.

Mientras el sol se ponía en el horizonte, Zora y Selene se quedaron disfrutando de la compañía del otro y del inicio de algo nuevo.