Por la custodia de Spíke (Traducción)

1.

Fue un día como cualquier otro, quizás un poco más agradable de lo habitual.

Fue un día agradable, sí, el tipo de día especial en el que todos se sentían alegres y llenos de energía. Y para Cheerilee fue perfecto, incluso las pequeñas travesuras que hicieron sus estudiantes durante el día ayudaron a levantarle el ánimo aún más.

Era mediodía y Cheerilee se había despedido del último alumno de su clase y decidió ir al supermercado a hacer algunas compras antes de irse a casa. Y entonces ocurrió el acontecimiento que cambiaría ese hermoso día y que afectaría no solo a la profesora, sino a todos los involucrados. El más mínimo detalle podía marcar la mayor diferencia.
Y todo empezó cuando vio a un cierto dragón morado transportando un enorme carro lleno de todo tipo de provisiones en la fila para pagar.
"¡Hola Spike! ¿Cómo estás? ¿Haciendo las compras del mes con Twilight?"
—¡Hola Cheerilee! —Sonrió el dragón—. Sí, estoy haciendo algunos recados, pero hoy estoy solo. Twilight y las chicas tuvieron que ir a Canterlot a no sé qué cosa y me dejaron a cargo de esto.
Cheerilee parecía confundida.
—Pero oye, ¿estás seguro de que puedes llevar todo esto hasta tu casa?
"Estoy acostumbrado, ¿no es así, a Ventas Rápidas?"
El poni vendedor le sonrió al dragón y asintió mientras ponía todo en una bolsa de papel, luego el dragón colocó una bolsa de cosas en el mostrador y se despidió cargando lo que parecía una torre. Cheerilee frunció el ceño, de alguna manera esto parecía estar mal.
Spike estaba doblando la esquina cuando el maestro trotó hacia él.
—¡Spike, espera!
—Oh, ¿necesitas algo, Cheerilee? —preguntó Spike de muy buen humor.
"Nada, sólo para ver si necesitabas ayuda", explicó la maestra.
Spike inclinó la cabeza confundido.
"¿Estás segura, Cheerilee? La biblioteca está un poco lejos de tu casa".
"Está bien, tengo tiempo."
Spike le dio las gracias inocentemente y juntos caminaron hasta la biblioteca Golden Oaks. Como siempre, estaba reluciente de limpieza, especialmente la cocina donde habían colocado las bolsas. Entonces Spike se estiró satisfecho y se volvió hacia la maestra.
"Gracias por tu ayuda, Cheerilee. ¿Puedo ofrecerte algo de beber? Tenemos refresco y limonada".
"Solo agua, por favor", pidió educadamente la maestra. "Entonces dime, niña, ¿quién hace la limpieza y esas cosas? ¿Twilight, tú o las dos juntas?"
"A mí, a Twi le gusta que su casa esté impecable y yo me esfuerzo por hacer mi parte. ¡Uf! Tengo suerte de que no esté aquí hoy o de lo contrario pasaría toda la tarde limpiando los desastres que hace mientras estudia. Y es perfecto porque Rarity también me pidió que la ayudara a clasificar los diferentes tipos de cuerdas, botones y lentejuelas; luego creo que Pinkie Pie me pidió que separara los papeles de regalo nuevos de los viejos y luego tengo que alimentar a los animales de Fluttershy. ¡Son solo las tareas de mi asistente número uno, así que estoy feliz de hacerlo!"
Cheerilee negó con la cabeza. No, definitivamente algo andaba mal allí.
—Oye Spike, ¿cómo puedes ser tan positivo al respecto? ¡Parece agotador, incluso para un adulto!
—Más o menos —dijo Spike encogiéndose de hombros—. Pero puedo relajarme después de terminar de preparar la cena para Twilight y para mí leyendo un buen cómic antes de acostarme.
Cheerilee asintió lentamente.
—Ya veo. Y por cierto, ¿cuántos años tienes, Spike?
"¿Yo? Acabo de cumplir nueve años, ¿por qué?"
Esto fue demasiado, Cheerilee tuvo que tomar asiento y morderse la lengua en un débil intento de ocultar su indignación y no preocupar a Spike; así que terminó su agua, ayudó a Spike a poner todo en su lugar y se fue después de una rápida despedida.
Una vez fuera de la biblioteca, la maestra corrió al Ayuntamiento exigiendo ver a la alcaldesa Mare.
"¿Alegría?"
"Alcaldesa Mare, estoy aquí para informar sobre un caso de negligencia y explotación infantil".

La alcaldesa Mabel Mare no sabía qué decir, pero esto parecía muy serio.

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