5.

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Fue una tarde entera estudiando como estaba acostumbrado, pero esta vez el que estudiaba era él.

Las cinco y media, Spike sólo tenía una hora para terminar toda la tarea que Cheerilee le había dado antes de la hora de la cena; pero no podía avanzar. Estaba en la sala de estar de Lyra y Bon-Bon con tres libros abiertos, un montón de papel, un frasco de tinta y unos cuantos lápices tanto de colores como normales; toda esta situación le recordaba a Spike cuando Twilight estaba ocupada estudiando y él la ayudaba, pero esta vez era él quien estudiaba.
La tarea del día era fácil: trazar un mapa de Ponyville marcando los lugares más importantes y algunas multiplicaciones de dos dígitos; pero el problema era que, aparte de eso, Cheerilee le dio a Spike un examen extra para ayudarlo a ponerse a la altura de los demás en las áreas que necesitaba.

"Spike, tu nivel es relativamente bajo comparado con el resto de tus compañeros de clase", explicó Cheerilee, "así que tengo que darte esta tarea extra, pero no te preocupes, no es para mañana. Tómate todo el tiempo que necesites".

Spike acaba de recibir el examen con un gruñido de fastidio, pero Lyra gentilmente se ofreció a ayudarlo; y ahí estaban, con el unicornio mentolado esperando pacientemente y ayudándolo cuando lo necesitaba. El problema era que después de años de estudiar con Twilight, Spike desarrolló una especie de rechazo automático a todo lo relacionado con la historia o la magia teórica; pero por suerte para él, la especialidad de Lyra era precisamente la historia y además sabía cómo hacerla interesante para su joven invitada.

—Quizás deberías buscar algo que te motive a estudiar más —sugirió Lyra pensativa al ver que Spike sólo podía responder trece preguntas en media hora—. Vamos, ¿no hay nada en la historia ecuestre que te haya llamado la atención? Una leyenda, una batalla, lo que sea...

Spike pareció considerarlo pero negó con la cabeza.

"Nada, perdon"

—¡Vamos, algo debe haber! —dijo Lyra—. Por ejemplo, cuando yo tenía más o menos tu edad, tampoco soportaba la historia, pero un día encontré una leyenda que me hizo enamorarme de ella.

—Oh, ¿cuál leyenda? —preguntó Spike un poco más interesado ahora.

"¡El humano de Equestroy!"

"¿Y ahora qué?"

Lyra sonrió.

"El humano de Equestroy. Verás: hubo un conflicto entre los equestroyanos y los ponirmidones, y después de años de guerra ambos ejércitos estaban estancados. Los ponirmidones no podían atravesar los poderosos muros de Equestroy; y los equestroyanos no podían obligar a los ponirmidones a retirarse. Pero un día los ponirmidones tuvieron una idea: sabían que los humanos eran una parte importante de la mitología equestroyana, así que fingieron retirarse y dejaron un humano gigante hecho de madera como tributo admitiendo su derrota. ¡Pero era una trampa! Dentro del humano, todos los ponirmidones esperaban que los equestroyanos fueran tan estúpidos como para llevar la cosa a su ciudad".

-¿Y qué pasó? -preguntó Spike.

"Cayeron en la trampa y la ciudad de Equestroy fue conquistada esa misma noche", explicó Lyra.

—¡Oh, eso suena genial! —sonrió Spike—. ¿Eso realmente sucedió?

—¡Nadie lo sabe, es una leyenda! —gritó Lyra—. Ahora dime, ¿hay algo que te interese?

Spike se rascó la cabeza.

"Bueno, ¡siempre me gustó todo lo relacionado con la historia de los Windigos!"

Lyra sonrió y después de pensarlo un poco, le mostró a Spike un par de preguntas.

"¡Perfecto! Hay un par de preguntas sobre ellos, ¡comencemos por ellas!"

Por la custodia de Spíke (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora