Chapter 13

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—Washington D

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Washington D.C.

Comienza con una gala de recaudación de fondos, un traje de seda y un cheque gigantesco, un evento de elegantes mesas con manteles blancos. Comienza, como siempre, con un mensaje:

SAR Príncipe Idiota💩🧡
«Recaudación de fondos en Los Ángeles el próximo fin de semana. Mick dice que va a traer kimonos bordados para todos, a juego. ¿Te apunto a ti más dos acompañantes?».

Toma el almuerzo con su padre, el cual cambia bruscamente de tema cada vez que él saca a Sebastian Vettel a colación, y al terminar se dirige a la gala, en la que logra conocer a Victoria como Dios manda por primera vez. Es mucho más bajita que Max, incluso que Paola, y posee el mismo gesto de inteligencia en la boca que tiene su hermano, pero el cabello rubio y la cara en forma de corazón de su madre. Lleva un vestido de coctel y encima una chamarra de motociclista, y adopta una postura de fumadora empedernida reformada que a Sergio le recuerda a su propia madre. Lo saluda con una sonrisa ancha y traviesa, y él la reconoce al instante: otra rebelde.

Hay gran cantidad de champán y demasiados apretones de manos, y también un discurso por parte de Mick, encantador como siempre. Nada más finalizar la gala, sus respectivos equipos de seguridad se reúnen en la salida y se los llevan.

Mick, tal como ha prometido, tiene seis kimonos de seda a juego esperando en la limusina, cada uno de ellos bordado en la espalda con una variación del nombre de un personaje de una película, excepto por el del pecoso. El de Sergio es de un color verde azulado chillón y reza «Viejo sabroso». El de Max tiene un tono verde limón y dice «Príncipe prometido».

Terminan perdidos por West Hollywood, en un descuidado karaoke de brillantes luces de neón que Mick misteriosamente conoce. Las luces son tan brillantes que parece espontáneo el acto de entrar, aun cuando Fernando y el resto del equipo de seguridad lo exploraron previamente media hora antes y advirtieron a los clientes que no tomen fotos. El camarero de la barra, que lleva los labios pintados de color rosa y se le adivina la barba incipiente por debajo de la gruesa capa de maquillaje, rápidamente les prepara cinco shots y un refresco con limón.

—Ay, Dios —dice Max observando su vasito de shot vacío—. ¿Qué había aquí dentro? ¿Vodka?

—Sí —confirma Carola, y al momento tanto Mick como Victoria rompen a reír.

—¿Qué pasa? —le pregunta Sergio con una ceja alzada ante su reacción.

—Que no he tomado vodka desde que terminé la universidad —responde Max—. Suele ponerme... este...

—¿Intrépido? —sugiere el alemán—. ¿Desinhibido? ¿Caliente?

—¿Divertido? —propone Vic.

—¡Perdonen ustedes, pero yo soy siempre divertido! ¡Soy encantador!

—Disculpe, ¿nos puede servir otra ronda de lo mismo, por favor? —pide el de pecas al camarero.

Red, White & RedBull | chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora