Minho

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- ¿Podrían callarse?, hay gente que de verdad le gusta apreciar el paisaje -dije interrumpiendo la conversación alegre de Brenda, Harriet, Teresa y Sonya.

Nosotras estábamos descansando en el césped de un pequeño risco con vista al refugio. Con el atardecer en su faceta final.

- Tn, deberías dejar de estar babeando por él e ir y hablarle, ¿qué puedes perder? -habló Brenda reclinada a un lado mío.

- La dignidad -dije seria y todas rodaron los ojos fastidiadas.

- Estás actuando de una manera muy tonta, Tn -confesó Harriet sin una pizca de vergüenza por hacerme sentir mal. Sonya golpeó su brazo- ¿Qué?, sabes que tengo razón -se defendió

- Sí, pero podrías ser un poco más delicada al hablar, podrías herir sus sentimientos -susurró Sonya cerca de Harriet.

- Delicada sólo soy contigo en la cama -susurró Harriet haciendo que la rubia se sonrojara.

Las demás sí lograron escuchar su charla, por lo que soltaron unas buenas risas.

- Volviendo al tema. Tn, tienes que ir a hablar con él -dijo Teresa terminando de reírse- Es claro que tú también le gustas. Con sólo recordar su manera tan indiscreta al tratarte.

- Por eso mismo no le diré nada, es un presumido.

Harriet señaló hacia la orilla de la playa en donde se encontraban los chicos jugando en el agua, sin remera- O te apresuras o te lo roban -una chica del grupo B hablaba muy coquetamente con Minho.

Los celos se apoderaron de mí, haciendo que tomara una roca, del tamaño de mi mano, y se las arrojé; la roca cayó en medio de los dos, asustándolos. Los dos guiaron sus miradas en dirección por la cual cayó la roca y nos vieron. Miré amenazadora a la chica y esta mostró una cara de miedo. Sin querer crucé miradas con Minho y me ruboricé cuando él guiñó su ojo. Por los nervios, le mostré el dedo del medio y volteé.

Ahora de la que se reían era de mí.

- ¿Por qué es tan resbalosa? -les pregunté a Harriet y Sonya, porque ellas convivieron con esa en su laberinto.

Sonya se encogió de hombros- Siempre fue así -dijo como con odio.

- ¿Recordando? -dijo Harriet con una sonrisa- Sonya la fulminó con la mirada.

- No me hables, ya me enojé.

- Pero... -Sonya tapó su boca con la mano.

- Tn, escúchame. O hablas con Minho esta noche o se lo diré yo, ¿entendiste? No puedes permitir que esa chica que ni se acerca a tu altura te lo robe -habló con voz firme Sonya. Asentí. Era raro escucharla hablar así a la tranquila Sonya.

Harriet quitó la mano de su novia- Chicas, nosotras ya nos vamos -dijo poniéndose de pie, sin soltar la mano de Sonya.

- Yo quiero quedarme -dijo la hermana de Newt. Harriet negó- Ya que, vámonos -dijo y Harriet sonrió rodeando sus hombros con su brazo- Tn -la miré, llevó su dedo índice bajo su ojo- te vigilaré -amenazó, Harriet mordió su labio inferior.

Las dos se fueron, minutos después Teresa y Brenda. Me quedé sola haciendo lo mismo que hice desde que nos sentamos en este lugar: ver a los chicos, mejor dicho, a Minho.

Todos ellos estaban saliendo del agua porque comenzó a hacer un poco de frío.

Calentita y con la panza llena, me fui de la fogata que Vince encendía todas las noches. Me despedí de los que estaban ahí y me dirigí a la cabaña que compartía con Brenda y Teresa.

A punto de abrir la puerta de la cabaña sentí una presencia detrás de mí. Volteé rápido.

- Ash, ¿otra vez tú?, ya pareces un acosador -dije al ver a Minho apoyado en una pared con sus brazos cruzados.

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