Minis historias ≼ The maze runner ≽

La fotografía

Al perder a Jack y Winston luego de lograr escapar de CRUEL, el desierto se volvió su peor prueba. El caminar por ese inmenso desierto, quemándose tanto sus pies como su piel. Soportar esas tormentas de arena que los granitos de arena les hacía picar sus rostros, y hasta tragar un poco. Con sus bocas secas por la falta de agua. 

Pero todo eso valió la pena cuando encontraron la fábrica en donde conocieron a Jorge y Brenda, quienes gracias a su ayuda llegaron a encontrar "El brazo derecho".

Cuando Vince apuntaba con su arma a Brenda, quien se enteraron, estaba infectada. Dio su aparición, Mary, una ex doctora de CRUEL. Ella al verte a ti y a Thomas ordenó que el líder bajara su arma, ya que la doctora los reconoció a los dos. Explicó que ambos ayudaron al brazo derecho para salvar a los jóvenes de los laberintos. Y como toda persona buena, Mary dijo que podía ayudarla. Nuevamente en una orden hizo que llevaran a Brenda a una de las carpas, Thomas igual tenía que ir. Mientras los demás se iban a dar un merecido baño. Después de quitar toda la arena de tu cabello, rostro, y cambiarte de ropa, corriste hacía donde Breda se encontraba.

Con tu brazo alzaste la tela de la carpa para entrar. No te sorprendió en nada ver a tu amiga allí, recostada en una camilla. Mary giró un poco su torso al oírte — Hey —sonreíste confundida al observar cómo las mujeres reían por las fotografías que Brenda tenía entre sus manos. — ¿Cómo te encuentras, Bren? — te acercaste hacia tu nueva amiga, y te sentaste a su lado.

— Tn, tienes que ver esto —Brenda, graciosa alzó su mano, entregando una pequeña pila de fotografías.

Tu cabeza bajó un poco para contemplar esas imágenes de niños que tú no conocías. Pasabas una detrás de otra, ampliando tu sonrisa cada vez más por esas chistosas fotos.

— ¿Quiénes son ellos? —preguntaste, deteniendo en una donde se divisaba a tres niños acompañados de una niña. Quienes se notaba el esfuerzo que hacían para expresar sus caras más tontas.

En la siguiente mostraba a los mismos amigos, pero con la diferencia de que en esta la niña ahora lloraba, sentada en el suelo, con dos de ellos de pie frente a ella. Señalando en burla de su estado, mientras un rubio la consolaba, arrodillado a su lado.

— ¿De verdad no los reconoces? —Cuestionó Mary, sentada en una silla frente a ti. Con un movimiento leve de tu cabeza, negaste, sin dejar de sonreír al seguir mirando las fotos.

— Se me hacen familiares estas caras, pero nada más —al intercalar la imagen abriste tus ojos con asombro al darte cuenta de que los niños eran Minho, Newt, Thomas, y tú, en su versión más adorable.

Lo que mostraba ese papel con color, eran a tus tres mejores amigos en un colorido suelo a cuadros, sentados frente a ti, y cada uno, incluyéndote, mantenían entre sus manos unos carteles decorados con unas frases.

Miraste sonriendo a la adulta

— ¿Cómo es que tienes estas fotografías? —

— Es porque yo tomé esas fotografías —ella de igual manera te sonreía— Mi trabajo en CRUEL era el encontrar una cura, pero también era encargarme de cuidar a los niños del grupo A, en donde tú y los chicos estaban. —sonrió con nostalgia recordando las pequeñas travesuras que los cuatro mosqueteros provocaron. —Entre todos esos pequeños, ustedes eran los más problemáticos. —bajaste tu cabeza riendo, y volviste a verla— Y cada que hacían una de sus travesuras, por alguna razón, yo siempre estaba allí, con mi cámara en manos. —oíste a Brenda contener una carcajada— Siempre querían capturar todo lo que hacían. Eran unos niños... no podía arrebatarles esa felicidad sabiendo que en unos años ni siquiera podrían acordarse uno del otro —su voz se quebró, reaccionaste acercándote a ella para abrazarla por sobre los hombros.