Minis historias ≼ The maze runner ≽

Gally

Los cinco integrantes de tu pequeño grupo, Thomas, Newt, Brenda, Jorge, y Sarten, junto a la ayuda de Lawrence, se encontraban modificando los últimos detalles del plan para poder rescatar con éxito a Minho de las manos de CRUEL. Tú, por otro lado, empujabas la puerta de la terraza y a paso rápido te detuviste cerca del borde, cruzando tus brazos sobre tu pecho, tu ceño fruncido y ojos desbordando enfado hacia el anochecido, y estrellado, cielo. Sabiendo que Gally te siguió y se quedó a unos metros detrás de ti.

Bufaste, volteando.

— Ya te dije que no podemos estar juntos —exclamaste con un toque de enfado.

— ¿Por qué? —cuestiono con un tono leve de molestia, dando dos pasos más a ti— Sólo dame una maldita razón —él con suavidad y amor acarició tu mejilla, limpiando con su pulgar una lágrima que caía de tus ojos humedecidos.

— Tengo muchas razones para que por fin comprendas de una buena vez— alejaste tu rostro de su mano.

— Entonces dímelas —con su voz suave revelaba su vulnerabilidad, suplicante.

— Bien —contestaste con firmeza, sin quitarle los ojos de encima— No podemos estar juntos porque —un breve silencio se apoderó del momento tan triste que tú y tu alma gemela estaban viviendo— yo amo a —aunque doliera tenías que decirlo— Newt — te alejaste de allí cabizbaja, con lagrimas derramando de tus ojos, luego de pronunciar la mentira más grande que dijiste en toda tu corta vida, tanto como en la vida real, como en la actuación.

— ¡Corte! —Gritó, Wes Ball por el megáfono, moviendo su mano en el aire indicando detener todo.

Soltaste un suspiró cansado, pasando tu mano por detrás de tu nuca para masajearla. Esta escena tuvo más fallos que alguien tímido exponiendo delante de muchas personas. Regresaste cerca de Will al ver al director hacerlo.

— Bien hecho, chicos —el director sonreía— Esta vez la toma salió excelente —los felicitó y volvió a su puesto a seguir trabajando.

— La próxima vez creo que deberías hacerlo mejor —dijiste mirando con seriedad a tu compañero de trabajo.

— Qué coincidencia, yo pienso lo mismo de ti —Will y tú se veían con odio en sus ojos.

Todos los presentes en el set dirigieron su miradas a ustedes. Algunos negaban, cansados de su rutina de siempre que era odiarse. Mientras que otros murmuraban entre sí, sobre que toda su "escenitas de odio" en la vida real sólo era una fachada para ocultar su amor.

— Oigan, no vayan a empezar con sus peleas —Thomas llamó la atención de ambos. — Por qué no mejor van a descansar —propuso amablemente, colocando sus manos sobre tu hombro, y el de Will.

Indiferente te marchaste de allí, al igual que Will, hacía sus caravanas.

Abriste la puerta, entraste, cerrándola detrás de ti. En unos cuantos pasos llegaste hacía un pequeño sofá que había dentro. Con pesadez te sentaste, exhalando tu cansancio, intentando descansar, pero no duró mucho tu paz al oír el sonido de la puerta siendo golpeada.

— ¿Ya terminó la escena de Dy —el abrir de la puerta te mudo, pero sonreíste alegremente al ver a Will, quien también sonreía. Se acercó a ti, levantándote en sus brazos. Rodeaste su cadera con tus piernas, pasando tus manos por sus hombros, cerraron sus ojos para empezar a besarse apasionadamente. Con su pie empujó la puerta, cerrándola. Caminó contigo en brazos, sin detener su beso, hasta dejarte sobre una mesita de tu caravana. Abriste un poco tus piernas para acercarlo más a ti, y lo miraste, moderando tu respiración, al igual que él.

— ¿Deberíamos seguir fingiendo que nos odiamos? —preguntó él, posando sus manos a cada lado de tus muslos. Tú mantuviste tus manos encima de sus hombros.

— No lo sé. ¿Tú qué dices? —cuestionaste esbozando tu genuina sonrisa.

Sabías que, como a ti, a él no le mastaba mantener oculta su relación, que empezó los primeros meses en los que rodaron la primera película.

Will sonrió de lado, volviendo a besarte. Correspondiste el beso gustosa. Deslizaste tus manos por todo su torso, hasta llegar al borde de su sudadera, que él utilizaba para los rodajes. Complacida te sentiste al notar que no llevaba nada debajo de esta. Acariciaste su abdomen, al compás que subías la prenda, y con su ayuda se la quitaste. Arrojándola al suelo.

Su expresión sólo transmite excitación de su parte. Y como si le hubieras leído la mente sonrió cuando lo acercaste, y juntar nuevamente sus labios.

— Finalizando la película anunciaré a todo el mundo que eres mi novia, ¿entendiste? —dijo luego de prolongar un momento el beso.

Observaste como desabrochaba su pantalón, y sonreíste ante eso, y también por sus palabras.

— No si yo lo hago primero —contestaste, mirándolo mientras desabrochabas tu camisa blanca.  

Capítulo editado.