Capítulo 2

184 12 0
                                    

Esa noche los Hale pusieron todo en marcha, salieron en su forma lobuna a recorrer el bosque y en un claro en medio de este, estaba la Toyota azul estacionada con una quimera durmiendo dentro. Volvieron a su forma humana, colocándose algo de ropa que habían llevado en su hocico y se acercaron a la camioneta.

Cuando tocaron la ventana, escucharon un pequeño gemido de resignación por parte de la quimera, seguido de una disculpa. Lo vieron tallarse los ojos mientras se seguía disculpando y diciendo que ya se iba.

- Theo – habló Peter y solo entonces la quimera los miró

- ¿Qué hacen aquí?

- ¿Qué haces tú durmiendo aquí? ¿No tienes casa? – preguntó Derek

- Yo...

- No intentes mentir – advirtió Peter - ¿Qué pasó?

- Bueno, después de volver del infierno, los que fingían ser mis padres se habían ido y en la casa vivían otras personas. Así que solo les pregunté a sus nuevos dueños si no había cosas mías y me dieron lo poco que tengo. He estado durmiendo aquí, comiendo cuando me junto con la manada o cuando la señora de una cafetería me regala cosas y bañándome en la escuela. He buscado empleo, pero no he tenido suerte

- Ven, vamos al loft – decretó Derek

- Oye no, no quiero caridad – el moreno alzó una ceja

- No es caridad – aclaró Peter – Vendrás al loft, tendrás una habitación, baño y comida

- Pero...

- Nada, vamos

Los tres se subieron en la camioneta y Derek manejó hasta su casa, después ayudaron a la quimera a bajar sus pocas pertenencias y subirlas al loft.

- Bien, escucha – comenzó Derek con tono autoritario – Hay condiciones para que vivas aquí, yo no estaré, pero Peter si

- ¿Qué clase de condiciones?

- Terminarás la escuela, así tendrás más oportunidades de ser algo más que un asesino en esta vida. No quiero que repruebes, no quiero dieces, pero no repruebes – la quimera asintió – Irás a un psicólogo sobrenatural

- No

- Theo, hemos escuchado tus pesadillas y tu camioneta huele a sangre, irás a un psicólogo – ordenó el pelinegro – Haz deportes, no me importa cual, solo haz uno para que te ayude a entrar en la universidad – la quimera lo miró - ¿Quieres ir a la universidad?

- No lo sé, siempre quise ser médico, pero no lo sé

- Bien, ya lo decidirás luego. Nosotros pagaremos todos tus gastos ya sea ropa, comida, gasolina, escolaridad y demás

- No, yo puedo trabajar

- Dijiste que no tuviste suerte – recordó Peter

- Pero ustedes tienen una empresa ¿no? Contrátenme como asistente al menos, no quiero todo gratis

- Bueno – aceptó Derek – Trabajarás para nosotros a cambio de lo antes dicho. Tú habitación está arriba, decórala como quieras, mañana iremos de compras – Theo inclinó la cabeza mirándolos

- Lo tenían planeado – los analizó - ¿Por qué? – Peter suspiró

- Noah me dijo que te han encontrado muchas veces durmiendo en distintos lugares – se encogió de hombros

Como un HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora