Capítulo 16

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A la mañana siguiente Liam despertó temprano y le envió un mensaje a su madre para avisarle que él y Theo irían a desayunar con ellos, también pidiéndole que tanto ella como su padre estuvieran presentes.

Iban en camino, en la camioneta de la quimera, obvio, Liam iba muy nervioso y Theo intentaba calmarlo con su aroma.

Cuando entraron a la casa, solo estaba Jenna.

- Buen día Ma

- Buen día calabaza, buen día Thee

- Buen día Jenna

- Ma ¿Dónde está papá?

- Tiene que estar por llegar, tuvo el turno nocturno

- Ah ok – la madre lo miró confundida

- ¿Qué pasa hijo? – Liam miró a Theo y este solo sonrió intentando tranquilizarlo

- Esperemos a que llegue papá – sonrió – Ahora, vamos a preparar el desayuno

- De hecho, ya estoy en eso – contestó Jenna entrando en la cocina con los adolescentes detrás suyo – Estoy esperando que la tarta favorita de Theo se enfríe

- ¿Por qué la favorita de él? – se quejó el beta – Yo soy tu hijo

- Sí, pero Theo es mi favorito y lo sabes

- Si, hasta que sepas lo que hizo tu favorito – protestó y la quimera se puso realmente nervioso pensando que Liam le contaría sobre su pasado

- ¿Qué hizo Theo? – preguntó David entrando – Buen día familia

- Buen día amor – Jenna lo besó

- Buen día Pa – Theo se quedó callado

- Theo, la palabra familia también te incluye hijo – reprochó David – Estoy esperando mi saludo

- Buen día David – saludó con una sonrisa

- Así me gusta, ahora ¿Qué hizo mi hijo favorito? – repreguntó el médico

- Se anotó en un programa de intercambio y se irá a Francia – el beta hizo un puchero y el ojiverde suspiró calmándose

- Oh Thee, te felicito cariño, me alegro que puedas expandir tus horizontes – felicitó Jenna y lo abrazó - ¿Cuánto tiempo te vas?

- Seis meses

- Estoy feliz por ti Theo, espero que disfrutes tu estadía allí, que aprendas muchas cosas y más que nada que seas feliz – David lo abrazó también

- Gracias a ambos – el castaño les sonrió

- De todas formas – empezó el beta – Eso no era de lo que les quería hablar y tal vez quieran sentarse – sus padres se miraron

- Liam, hijo, si lo que nos quieres decir es que te gusta Theo y están saliendo – se miraron de nuevo – Lo sabemos y no tenemos ningún problema con ello – sonrió Jenna, entonces la quimera comenzó a reír muy fuerte y el beta solo quería que se lo tragara la tierra

- No mamá, no es eso y no estamos saliendo – se tapó la cara con las dos manos - ¿De dónde demonios sacan eso?

- De cómo se miran – respondió ella ahora avergonzada

- Demonios – suspiró Liam – Si me gusta Theo y yo a él, pero no estamos saliendo y no lo haremos hasta que él vuelva de Francia

- De cualquier manera, hay algo más importante para decirles – habló la quimera riendo bajito – Y, en serio, tal vez quieran sentarse

Como un HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora