Como un Hale

Capítulo 19

El primer mes alejados fue difícil, pero luego se "acostumbraron". Al principio hablaban todos los días, pero a medida que Theo se adaptaba a Francia y Liam a estar sin la quimera, sumado a que ambos tenían distintas responsabilidades, y por no mencionar la gran diferencia horaria, si hablaban dos veces a la semana, era mucho. Para el segundo mes, ya no hablaban, lo cual fue algo muy difícil para el beta, el necesitaba relacionarse de alguna manera con su ancla, pero también sabía que la quimera necesitaba su espacio y él no quería agobiar.

Eran las 5am cuando Theo decidió atender su celular después de la 4ta vez que timbró, y lo decidió porque un muy enojado Isaac lo amenazó.

- ¿Qué demonios quieres Scott?

- Hola también a ti

- ¿Qué necesitas? Son las 5am

- Lo siento, pero Liam ha enloquecido y hemos intentado todas tus tácticas, pero nada funciona ¿Cuándo fue la última vez que hablaron?

- No lo sé, solo pásamelo. Cachorro

- Thee, lo siento, no quería molestarte – al escuchar el pequeño sollozo del menor, el mayor colgó la llamada y le hizo una video llamada

- Cachorro ¿qué sucede? – vio esos ojos azules brillantes muy tristes

- Lo siento Thee, pero necesitaba hablar contigo, no hemos hablado en un mes y no quería molestarte

- Oh pequeño beta, no me molestas, llámame o mándame mensajes cuando quieras o lo necesites, no esperes a tener un episodio para hacerlo – la quimera sonrió dulcemente – No había notado que no hablamos en un mes – el beta puso una mirada más triste – No es que no haya notado tu ausencia pequeño, pero he tenido la cabeza tan ocupada en aprender francés, en las clases, estoy aprendiendo rugby también y conseguí trabajo, así que al final del día termino muy cansado y se me va el tiempo sin saber qué día es

- Y aun así dices que puedo llamar

- Bueno, mantener la mente ocupada en muchas cosas sirve para olvidar que no te tengo cerca y terminar lo suficientemente cansado como para no tener pesadillas

- Bueno, ciertamente también puedes encontrar unos minutos en tu ajetreado día para llamarme – la quimera rio

- Oye, estoy siendo un adolecente normal ¿recuerdas? Los adolescentes normales no llaman para saber cómo están los demás – el beta rio – Lo único que te pediré es que, antes de llamar, te fijes que aquí sea un horario decente

- Claro – el beta sonrió

- ¿Estás mejor? – el ojiazul asintió – Genial, ahora quiero descansar antes de mi ajetreado día

- Claro Tete, te quiero, adiós

- Adiós cachorro, yo también te quiero y te extraño – y con la última sonrisa del menor, la quimera finalizó la llamada

Lejos de irse a dormir, el ojiverde se levantó de la cama y bajó las escaleras. Entró en el lavadero, se desnudó, se transformó en lobo y salió por la puerta para perros que había instalado Argent.

Desde que había llegado a Francia, cuando se sentía demasiado estresado o extrañaba mucho al beta, se transformaba en lobo y salía a correr para despejarse. Había intentado volver a conectarse con su coyote, pero aún no lo lograba.

Cuando volvió, Isaac lo esperaba con el desayuno preparado. Café, jugo, frutas y panqueques, realmente amaba al rubio.

- No olvides llegar temprano hoy, hay luna llena – le recordó el rubio