Capítulo 18

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Derek se encontraba apoyado en el marco de la puerta de su habitación mirando como el castaño jugaba con el cachorro. Le hacía caras, cosquillas y avioncitos, a todo el cachorro reía sin parar, el moreno no podía estar más feliz y tal vez les tomo algunas fotos.

Se acercó lentamente a ellos con una sonrisa, se sentó detrás de Stiles y lo abrazó por la cintura, apoyó su mentón en el hombro del humano y miró a su hijo.

- Apá – el niño estiró sus brazos al lobo

- Ven cachorro – Stiles se lo sentó en las piernas y Derek entonces, los abrazó a ambos

- Te ves tan lindo jugando con nuestro cachorro – el castaño se sonrojó mucho, aunque no sabía si porque lo de 'lindo' o 'nuestro' – Sti

- ¿Si?

- ¿Me dejarías cortejarte? – el ojimarron se quedó mudo y sorprendido – Stiles

- Si, si – sonrió – Aunque no entiendo el por qué

- ¿Cómo no?

- Nop – se volteó – Der, te dije que llevo años enamorado de ti y tú me dijiste que me correspondías ¿por qué el cortejo?

- Es parte de mi naturaleza, mi lobo quiere hacerlo, primero debe cortejar a su mate

- Ok, lo acepto – le sonrió

- Gracias – Derek besó su mejilla

El resto de la tarde se quedaron allí acostados en la cama viendo películas infantiles y en algún momento Isaac apareció para acostarse con ellos y el cachorro. A la tercera película, Derek notó que los otros tres estaban dormidos, los miró y le causó mucha ternura como se encontraban acomodados. Eli estaba sobre el pecho de Stiles, mientras que Isaac estaba acurrucado contra el castaño y tenía su cara enterrada en el cuello del humano y su mano se encontraba en la espaldita del cachorro. Les tomó una foto y luego se acurrucó del otro lado del humano, los envolvió a los tres con sus brazos y se durmió.

Peter, a quien habían mandado a buscarlos para comer, se quedó parado en la entrada de la habitación observando la tierna escena frente a él, les tomó una foto y la envió al grupo de la manada, dos segundos después todos se encontraban allí mirándolos dormir.

Lydia fue quien se encargó de despertarlos, ya que era la única que no los despertaría de la peor forma posible.

- No puedo creer que nos hayas tomado una foto – se quejó Stiles

- No, sin dudas la peor parte que todos nos estuvieron viendo dormir un largo rato antes de que Lyds nos despierte – acusó Isaac

- Son muy espeluznantes – todos rieron

(...)

Era de madrugada Theo se encontraba sentado en el pórtico de la mansión, no podía creer que mañana ya se iba. Había dejado al beta durmiendo solo en su cama porque él no podía conciliar el sueño. Se encontraba mirando las estrellas, pensando en el beta, porque era lo que pensaba la mayoría del tiempo. Sintió una manta y unos brazos a su alrededor, sonrió dejándose llevar por aquel olor tan conocido.

- ¿Te desperté?

- Más bien, la falta de tu presencia lo hizo – Theo sonrió - ¿Por qué no puedes dormir?

- Porque mañana me voy, estoy ansioso

- Ow, Tete – Liam se subió al regazo de la quimera – Estarás bien

- Lo sé – lo tomó de la cintura – Es solo que, no sé, se siente raro ser libre – el beta lo miró con ternura y lo besó

El beso lentamente fue subiendo la temperatura, el beta comenzó a mover suavemente sus caderas y la quimera apretó su agarre haciendo que el ojiazul suelte un jadeo, para después llevar sus manos al trasero del menor y darle otro apretón, esta vez el pequeño soltó un pequeño gemido, lo que hizo que el ojiverde sonría con autosuficiencia. El pantalón de ambos ya empezaba a estorbar y el calor comenzaba a avanzarlos.

Como un HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora