Al otro día, la quimera se sentía realmente cansada emocionalmente, pero la vida continuaba y él tenía un trabajo al cual acudir. Salió con muy pocas ganas de entre los brazos del menor y fue al baño a darse una ducha. Cuando salió del baño, el menor se encontraba sentado contra el respaldo de la cama y lo miraba.
- ¿Te sientes bien?
- No mucho
- Entonces, ¿A dónde vas?
- A trabajar
- ¿Qué pasó ayer?
- Lee el cuaderno rojo
- ¿El rojo para lo malo? – se burló el beta y Theo sonrió, pero claro la burla del beta se terminó cuando leyó lo de las operaciones – Tete
- Iré a trabajar porque necesito despejar mi mente – respondió – En la tarde, si quieres, saldremos a correr
- Claro
Bajaron juntos a desayunar y después de que la quimera estuviera lo suficientemente lejos fue que el beta se permitió perder el control. Salió al bosque detrás de la mansión y con muchos gruñidos y rugidos comenzó a golpear un árbol. Los demás cachorros estaban atónitos mirándolo.
- ¿Llamamos a Theo? – preguntó Nolan
- No – respondió Mason – Por si no lo notaron, esperó específicamente a que se vaya – se acercó lentamente a s mejor amigo – Li
El enfurecido lobo terminó por partir el árbol a la mitad, se volteó al humano, le rugió en la cara y Mason no estaba asustado de su mejor amigo.
- ¿Qué pasó? – preguntó el moreno
- Lo abrieron a la mitad sin anestesia y le mostraron sus órganos cuando el solo tenía 9 años Mase – respondió en un susurro mientras lloraba
- Por eso esperaste a que se fuera – el beta asintió
- Si él se desmorona no puedo hacerlo yo también
- ¿Vamos por tarta de calabaza a la cafetería donde trabaja?
- Por favor
(...)
- Cariño, ¿estás bien? Pareces enfermo – comentó Donna apenas lo vio entrar en su oficina
- He tenido unos días difíciles, pero si no te molesta quiero despejar mi mente y trabajar
- ¿Todo bien en casa?
- De hecho, sí, Peter me adoptó
- Eso es genial cariño, pero ¿por qué estás así?
- Tuve una intensa sesión de psicología y tuve un colapso emocional
- Oh, corazón – Donna lo abrazó – ¿Seguro quieres estar aquí?
- Sí Donn, te avisaré si no me siento bien
- Bien, pero avísame
La quimera se puso manos a la obra y con su mejor sonrisa comenzó a atender clientes, hasta que por la puerta entraron los cachorros, decidió ignorarlos.
- Buenos días ¿Qué les puedo ofrecer? – escuchó a Evan hablarles a sus amigos - ¿Y a ti lindo?
- Pastel de calabaza y un latte
El ojiverde respiró hondo cuando notó que el 'lindo' fue para Liam, no causaría problemas en su trabajo, así que continuó como si la manada no estuviera allí, o eso intentó.
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Como un Hale
FanfictionDespués de que Monroe huyera de Beacon, todo había vuelto a la "normalidad". Scott, Malia, Lydia, Derek y Stiles la buscaban y rastreaban por el país. La manada cachorro, con nuevos integrantes, estaba en su último año escolar. Chris y Peter se hab...